Capitanich miente al afirmar que la desnutrición se redujo. Lo que ocurre es que desde 2009 se cambió la forma de catalogar los casos de desnutrición bajo el eufemismo “con riesgo de bajo peso”. Desde esa fecha las estadísticas oficiales ya no son confiables. Solo las ONGs independientes siguen utilizando la nomenclatura tradicional que se utiliza en el resto del mundo. Por ejemplo, en Misiones, se estiman en 10.000 los chicos desnutridos tanto en comunidades originarias como en zonas urbanas.
Es necesario que el gobierno nacional y los provinciales aumenten los presupuestos de salud y educación de forma inmediata para revertir esta situación que de aislada no tiene nada.