La Multicolor se conformó a iniciativa de Lista de Maestros ante la necesidad de lograr un cambio en ADEMYS y así recuperar el dinamismo en la lucha por la defensa de la educación pública frente a los ataques del macrismo y el kirchnerismo, profundizando los métodos democráticos y la participación de los compañeros desde las escuelas. De esta manera se conformó una lista única de la oposición encabezada por Lista de Maestros, Tribuna Docente, la 9 de abril, la Simón Rodríguez, Ni Calco Ni copia y Docentes en Clase.

De nada le sirvió a la Lista Violeta -que formó lista común con Marea Popular, el MST y el PCR- desplegar una extendida campaña de acusaciones calumniosas e injuriantes contra el Frente Multicolor. Su derrota, luego de conducir el sindicato desde su fundación, se explica por haber privilegiado su integración al aparato de la CTA michelista, haciendo un seguidismo acrítico a las políticas inconsecuentes y burocráticas de ese sector, en vez de ampliar los canales democráticos y participativos del sindicato.

Lo que se viene

El debut de la nueva conducción no pudo ser más auspicioso. El pasado jueves 5, luego de decidirse en asamblea con mandatos de escuelas, se convocó a un paro con movilización a la Legislatura para expresar el rechazo a la ley del macrismo para la creación del Instituto Autárquico de Evaluación Docente, intento que fue frustrado por falta de los votos necesarios. Si bien la evaluación externa no ha sido derrotada y el macrismo intentará ponerla a votación nuevamente, es indudable que la campaña permanente que se realizó en las escuelas durante todo el año ejerció presión para su postergación.

Y hay nuevos desafíos por delante. Como desarrollar y organizar el reclamo contra el sistema de inscripción en línea que implementó el macrismo y que ha dejado a miles de niños sin vacantes o en establecimientos educativos distintos a los que asisten sus hermanos o más lejanos que el elegido. Preparar un pliego de reivindicaciones desde las escuelas y en plenarios de afiliados y no afiliados, en vísperas a las paritarias que empezarán a desarrollarse en breve. Y sobre todo, ir preparando la lucha por un salario digno, teniendo una política que sortee el obstáculo de contar con 17 sindicatos en la ciudad, pero sobre todo el rol de la UTE, dirigido por la celeste kirchnerista, que más allá de discursos, es cómplice de las políticas macristas de ataque a la educación pública. Cuestión que no es casual, ya que el kirchenrismo viene pactando con el macrismo las principales líneas políticas para la ciudad, como en el caso de los negociados inmobiliarios o recientemente con la condonación de una millonaria deuda y exención tributaria al empresario del juego, Cristóbal López.

De esta manera se empieza a poner de pie un nuevo Ademys, que lleve a fondo un modelo sindical diferente, sin privilegios, combativo, democrático, autónomo e independiente de los gobiernos y partidos políticos.