"Desde hoy tenemos un salario menos mínimo, más vital y más móvil", dijo Cristina Fernández tras el anuncio del aumento del salario mínimo. Éste pasó de 3600 pesos a 4.400 este mes (una suba del 20%), llegando a 4.700 recién en enero de 2015. Una medida electoralista que no cambia nada. El aumento solo vale para 130 mil trabajadores de todo el país. Mientras la canasta familiar para que una familia tipo cubra sus gastos esenciales, supera los 11.000 pesos. No solo el "mínimo" es de pobreza, sino lo que percibe el conjunto de la clase obrera, 4.500 pesos de promedio, está muy por debajo de lo que se necesita.
El movimiento LGBTIQ (Lésbico-Gay-Bisexual-Trans-Intersexual-Queer) marcha los meses de noviembre, recordando el aniversario de la creación del primer grupo de activismo gay en nuestro país, la organización Nuevo Mundo. Con la derrota de la dictadura en 1983 y la apertura democrática nacieron muchas organizaciones nutridas de decenas, de cientos de activistas, cada una con distintas perspectivas llegando a la primera marcha del orgullo en 1992.
Lamentablemente, en los últimos años, muchas de las organizaciones del movimiento LGBTIQ fueron bajando banderas de lucha, abandonando la pelea en las calles y apostando a la dependencia política y económica del Estado. Esto llevó a la dirección del movimiento y de esta inmensa marcha, al aislamiento de las luchas del movimiento LGTTBIQ respecto de las luchas de los oprimidos. Así llegamos al punto en que estamos hoy: la marcha del orgullo se ha convertido en una mezcla de feria gay, una marcha-fiesta de electrónica y pachanga que culmina en un acto proselitista en el congreso, subordinado totalmente a los intereses del gobierno K y acallando cualquier voz disidente.
Miles de trabajadores están luchando por salarios, que se derrumban ante la voraz inflación. Se impone una lucha nacional por lograr un plus salarial cuanto antes. En momentos en que los dirigentes sindicales, sean oficialistas u opositores (centralmente Hugo Moyano y su CGT), no están haciendo nada.
Polémica con la guerrilla 1969-1972
Con:
Martín Mangiantini. Profesor y magister en Historia. Autor del libro: El trotskismo y el debate en torno a la lucha armada. Moreno, Santucho y la ruptura del PRT.
Miguel Sorans. Dirigente de IzquierdaSocialista y de la Unidad Internacional de losTrabajadores (UIT-CI)
Culmina el año y sigue en curso una dura pulseada por un bono navideño que morigere aunque sea en parte la feroz inflación. Cristina Kirchner juega con los sentimientos populares previo a las fiestas, negándose a otorgar algún aumento extra a millones de trabajadores, jubilados y beneficiarios de planes sociales que lo necesitan.
Cristina reapareció luego de su enfermedad diciendo que no habrá ningún plus ni bono navideño a fin de año para nadie. Ni para los trabajadores, ni jubilados, ni beneficiarios de planes sociales. Y que seguirá con el robo al salario mediante el impuesto a las Ganancias, que se comerá el aguinaldo. ¡Un verdadero robo al bolsillo popular!
Está claro que estamos ante un "modelo" de pobreza, ajuste y saqueo contra los trabajadores y el pueblo.
El gobierno tilda de "desestabilizadores" alos que luchan y pide "comprensión", mientras sus funcionarios, incluida la familia presidencial, se hicieron millonarios en estos años.
El paro de varias horas en el transporte reclamando un urgente plus salarial le ha salido al cruce a los dichos del gobierno. También pararon los bancarios, petroleros, docentes y estatales de varias provincias.
Está en curso una dura pulseada por un bono navideño que morigere aunque sea en parte la feroz inflación. Cristina Kirchner juega con los sentimientos populares previo a las fiestas, negándose a otorgar algún aumento extra a millones de trabajadores, jubilados y beneficiarios de planes sociales que lo necesitan. Miles no tendrán para el pan dulce y la sidra, mientras el patrimonio presidencial y el de sus funcionarios han crecido en forma sideral. Por eso hay luchas salariales y marchas por comida para los barrios carenciados.
El país está conmocionado por la sospechosa muerte del fiscal Alberto Nisman, quien presentó una denuncia penal y pedido de indagatoria contra la presidente Cristina Kirchner y otros funcionarios de su gobierno por encubrimiento en la causa AMIA. El funcionario judicial apareció muerto cuando este lunes iba al Congreso a presentar más pruebas de sus denuncias. Millones de argentinos, trabajadores, jóvenes y demás sectores populares no creen en la versión "oficial" del suicido y miran hacia el principal sospechoso, que es el actual gobierno y sus servicios de inteligencia. Nos sumamos a esos millones que repudian lo que está pasando y exigimos investigación y castigo a los responsables.
A medida que pasan las horas se habla de todo tipo de hipótesis sobre la muerte del fiscal Nisman y sus causas. ¿Fue un suicido auténtico o fue inducido y hay un crimen? Desde nuestro punto de vista, la explicación de este desenlace no hay que buscarla en la causa AMIA, aunque tenga su importancia, ni en una guerra de servicios, sino en la brutal crisis que tiene el gobierno kirchnerista y el régimen político patronal. Desde hace un año el gobierno está acosado por los casos de corrupción y emprendió una dura batalla para controlar el poder judicial y lograr impunidad pos 2015. En esa pelea interpatronal, entre el gobierno y la oposición, se metieron Nisman, la causa AMIA y diferentes sectores de los servicios. El caso Nisman no hará más que profundizar la crisis política del gobierno y de los de arriba.
El país sigue conmocionado por la muerte (suicidio o asesinato) del fiscal Nisman. Millones de trabajadores y jóvenes no creyeron en la primera versión oficial del suicido, y ahora miran hacia el principal sospechoso, el actual gobierno, luego que Cristina hablara de "asesinato". Nos sumamos a ese repudio popular exigiendo en primer lugar investigación y castigo a los responsables de la muerte de Nisman.
Al decir que 'no fue suicidio', Cristina Kirchner está reconociendo que en su gobierno hay mafias impunes que nunca desmanteló y que usó en estos años para perseguir a cualquier opositor, sea un fiscal, voz crítica o luchador social, para sostener un "modelo" de corrupción, entrega y autoritarismo al servicio de los grandes negociados. El verso de la 'década ganada' llegó a su fin.