Apr 28, 2024 Last Updated 1:19 AM, Apr 28, 2024

Izquierda Socialista


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
 
Milei habló recientemente en una cumbre ultraconservadora del Partido Republicano y se sacó una foto con el ultraderechista Donald Trump. En su discurso volvió a hablar “contra el socialismo”. Pero en el mundo no hay socialismo. Hay capitalismo imperialista. ¿A qué se debe entonces semejante falsedad?
 
Trump alabó a Milei diciéndole “Make Argentina great again” (Haz grande a la Argentina otra vez). A su turno, el presidente argentino, además de repetir su consabido ataque ultrarreaccionario contra “la agenda asesina del aborto” y su negacionismo del cambio climático, se tiró una vez más contra el socialismo. En Davos ya había dicho: “Occidente está en peligro por el avance de las ideas socialistas”. Que el socialismo es “excremento humano”. Ahora cerró su alocución diciendo “No dejen avanzar el socialismo. No avalen la regulación”.
 
¿Dónde hay socialismo?

Lo primero a aclarar es que en el mundo no hay socialismo, sino que está dominado por el capitalismo imperialista. Todos los países son capitalistas. La ex URSS, los países de Europa del Este, Cuba, China y Vietnam, son capitalistas. En Venezuela no hubo ni hay ningún “socialismo del Siglo XXI”, como mentía Chávez con su doble discurso. China es una dictadura imperialista, a pesar de que el Partido Comunista hable de “un socialismo a la china”. Tampoco hay una Cuba Socialista ya que, mientras el gobierno de la isla habla de “actualización del socialismo”, está aplicando un clásico y brutal ajuste capitalista.

Milei tergiversa. Lo mismo pasa con los grandes medios cuando dicen que Lula, el peronismo kirchnerista o el dictador Ortega en Nicaragua son de “izquierda”. Son defensores del capitalismo. Cristina Kirchner dice que el capitalismo es un “sistema eficiente”.
 
El verso del “estado opresor”

Milei dijo que el problema de Argentina es que hay “380 mil regulaciones estatales” que traban el sistema económico. El problema no sería el FMI, la inflación, ni la pobreza que creció en su gobierno al 60%, sino un supuesto estado opresor que impediría los logros del capital privado. Pero como ya explicamos en otras notas, en Argentina se privatizó todo en los años ´90 bajo el gobierno peronista menemista que Milei defiende, la deuda externa creció el doble y subió la desocupación.

Milei hace campaña contra un supuesto “estado opresor”, al que llama “socialismo”, con el objetivo de erradicar cualquier traba para facilitar aún más las ganancias de los grandes empresarios y concentrar más la riqueza en grandes grupos económicos, multinacionales y bancos. A eso llama “libertad” capitalista, para que nos sigan explotando.

Cuando Milei dice que la “propiedad privada” es sagrada, se refiere a la propiedad privada de los de arriba, porque la “propiedad” de los ingresos de una jubilada o de un trabajador, por ejemplo, es expropiada cotidianamente, a tal punto que la pérdida salarial y jubilatoria en dos meses de Milei fue la más grande en los últimos treinta años.
 
O avanzamos al socialismo o se va a la catástrofe

Milei critica a un supuesto socialismo para defender a este sistema capitalista explotador. Dijo en Washington “estamos en el mejor momento de la historia de la humanidad”. Pero precisamente el capitalismo sólo puede ofrecer superexplotación obrera, por un lado, y ganancias fabulosas para una minoría parasitaria de capitalistas por otro.

Sólo hay una alternativa para la clase trabajadora y la humanidad, que es luchar por acabar con el dominio capitalista e imponer un nuevo sistema económico y político. Una Argentina y un mundo socialistas, con plena democracia para el pueblo trabajador, las mujeres, la juventud, el campesinado y el pueblo pobre.

No queda otra si queremos terminar con la miseria, la degradación y desigualdad social, la destrucción ambiental y las guerras, como la invasión criminal de Putin sobre Ucrania o el genocidio del estado sionista israelí contra el pueblo palestino.

Para ello hay que imponer gobiernos de las y los trabajadores y la izquierda, para lograr un mundo sin explotados ni oprimidos, donde la humanidad progrese, haya abundancia para todas y todos, y se conquisten libertades de todo tipo. Para ello, hay que expropiar a los expropiadores.

Empezar a construir el socialismo significa quitarle el poder a las multinacionales, a los terratenientes, a las petroleras, gasíferas y bancos, planificando la economía a escala nacional e internacional en pos de satisfacer las necesidades de millones. Con un régimen de democracia obrera y popular, lo contrario al falso socialismo represor y burocrático que se conoció en la ex URSS con el estalinismo, opuesto a los primeros años de la revolución socialista de Lenin y Trotsky de 1917, conquistando el primer estado obrero y socialista.

Si ponemos los grandes medios de producción, las riquezas y resortes estratégicos en manos de la clase trabajadora, planificando la economía de una forma racional terminando con la anarquía capitalista, empezaríamos a solucionar los grandes problemas de la humanidad.

Se trata de conquistar una Argentina Socialista y abrir las fronteras nacionales para poner las riquezas de toda América Latina en pos de ello. Argentina aportando la carne, la leche y el trigo; Brasil la industria junto con Colombia el café; Venezuela el petróleo; Chile y Perú sus minerales, y así sucesivamente. Liberándonos del FMI y conquistando la Segunda Independencia.

Esta salida de fondo es la que nos guía. Contra los Milei, Trump, Bolsonaro y lo que proponen el peronismo, el chavismo o los denominados gobierno de centroizquierda o de la falsa izquierda.

O se va al socialismo, o vamos a la catástrofe. El capitalismo está en descomposición, pero no va a caer solo. Como señalaba Trotsky, lo vamos a lograr superando la “crisis de dirección revolucionaria”. Es decir, avanzando en construir el partido mundial de la revolución socialista. En eso estamos embarcados desde Izquierda Socialista, como parte de nuestra organización internacional, la UIT-CI, llamando a unir a los revolucionarios para reconstruir la Cuarta Internacional dando pelea por ello.


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad

Milei dijo en Estados Unidos: “Supongamos que estamos en el momento en que nos alumbrábamos con velas y todavía no había llegado Edison; en el momento en que aparece Edison con la lamparita, todos los fabricantes de velas van a la quiebra. Si le hubiéramos prestado atención a los intervencionistas, hoy, en lugar de tener esta hermosa conferencia con todas estas luces, seguiríamos con velas; así es como los socialistas arruinan nuestras vidas”. ¡Milei miente!

Los socialistas revolucionarios estamos a favor de todo avance de la ciencia y de la técnica. Saludamos el invento de Edison de la lámpara eléctrica y otros. Pero estamos en contra de que se los apropie la clase capitalista y que la electricidad no llegue a millones. Milei dice “los socialistas arruinan nuestras vidas”, mientras apoya al genocidio israelí que no solo deja sin luz, sino que asesina a niñas y niños palestinos. Además, ignora que Lenin, por ejemplo, en su anhelo por industrializar Rusia, creó en 1920 la Comisión Especial del Estado para la Electrificación de Rusia. Tanta importancia le daba que llegó a decir que el comunismo es el “poder de los soviets” más la electricidad.
 



Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad

El experimento libertario en un pequeño pueblo del noreste de Estados Unidos, de 1.000 habitantes, terminó en un fiasco. Un grupo de libertarios se instaló allí y puso en marcha sus ideas, reduciendo las regulaciones e impuestos con el propósito de probar que la intervención gubernamental es opresiva. Sin embargo, a la vuelta de pocos años, la localidad del estado de New Hampshire, fronterizo a Canadá, es conocida por el drástico deterioro de sus servicios públicos, el aumento de la violencia y el ataque de osos.



 ¿Qué pasó?

“En 2004 cientos de personas se trasladaron a Grafton para fundar lo que llamaron el Free Town Project (Proyecto del Pueblo Libre) para demostrar la factibilidad del libertarismo creando una comunidad utópica”, explicó el periodista estadounidense Matthew Hongoltz-Hetling, quien en 2020 escribió el libro A Libertarian Walks into a Bear (“Un libertario se cruza con un oso”). Para los anarcocapitalistas el Estado es el enemigo y hay que liquidarlo, recuerda la nota (BBC News Mundo, 29/8/2023).

Aunque fracasaron en sus intentos de sacar al pueblo del Distrito Escolar o declarar a la localidad como “zona libre de Naciones Unidas”, convencieron a sus vecinos de que recortaran en un 30% el ya pequeño presupuesto municipal. Grafton comenzó a tener muchos problemas.

Para 2011 las calles de Grafton se llenaron de baches, el alumbrado y la recolección de basura casi desaparecieron, la biblioteca pública redujo la atención a tres horas diarias y la vigilancia policial mermó. La reducción del patrullaje, junto a la llegada de más pobladores armados y convencidos de que tenían derecho a hacer lo que quisieran, provocó un alza del 12% en el número de delitos violentos.

La mezcla entre desregulación, recortes impositivos e ideas libertarias resultó un cóctel peligroso. Muchos de los libertarios que vivían en el bosque no seguían las recomendaciones sobre la eliminación de residuos, lo que creó una fuente de alimento fácil para los osos. Los osos comenzaron a recorrer las calles de Grafton y en 2012 atacaron a dos residentes, un hecho no visto en un siglo.

En 2016 el experimento naufragó y muchos de los libertarios se fueron. Hoy el ambiente en el pueblito es más tranquilo. ¡A tener en cuenta! Milei se declara “libertario” y “anarcocapitalista.”


                                              


Escribe Mercedes Trimarchi, legisladora electa CABA por Izquierda Socilaista/FIT Unidad
 
Como cada 8 de marzo, las feministas del mundo entero homenajeamos a las pioneras que se movilizaron por mejores condiciones de trabajo y por el derecho al voto pero a la vez, salimos a las calles por nuestras demandas actuales más urgentes. Seguimos enfrentando las inclemencias del capitalismo patriarcal que nos violenta cada día.
 
A fines del siglo XIX y principios del XX, en parte de Europa y Estados Unidos, frente al auge del desarrollo industrial capitalista, las mujeres ocupaban un porcentaje importante de la mano de obra empleada en las fábricas. Las mujeres y los niños no solo tenían jornadas larguísimas sino que además, menores salarios. En 1845, Federico Engels ya describió “La situación de la clase obrera en Inglaterra” en su libro homónimo, así: “De 419.590 obreros del Imperio Británico […]  casi la mitad, tenían menos de dieciocho años, y 242.296 eran mujeres, de las cuales 112.192 de menos de dieciocho años.” Al calor de las luchas por la reducción de la jornada laboral, contra el trabajo infantil y por el voto femenino, las trabajadoras fueron protagonistas de enormes huelgas y movilizaciones con las que se lograron algunas conquistas.

La fecha surge reivindicando las luchas obreras

En marzo de 1857 las obreras textiles de Nueva York pararon contra las extenuantes jornadas de trabajo y los bajos salarios. En 1908, también en marzo y en la misma ciudad, más de quince mil obreras marcharon en demanda de mejores sueldos y condiciones de vida. Al año siguiente, también en marzo, cuarenta mil costureras industriales estadounidenses se declararon en huelga exigiendo el derecho de unirse a los sindicatos, reducción de la jornada laboral y en rechazo al trabajo infantil. Ese día, 129 obreras textiles fueron quemadas dentro de la fábrica textil Cotton, al ser encerradas por sus dueños para impedir que se unieran a la huelga.

En 1910 se realiza la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en la ciudad de Copenhague, con la participación de más de cien delegadas de diecisiete países que asistieron al evento. Aquí es donde la feminista socialista, Clara Zetkin, redacta una resolución en la que se establece que cada 8 de marzo sea conmemorado como el día Internacional de la Mujer, reivindicando especialmente a las más de quince mil obreras textiles que se movilizaron en Nueva York en marzo de 1908 y en homenaje a las 129 obreras que fueron quemadas vivas en 1909. El lema con el que se aprobó la iniciativa fue: “El voto para las mujeres va a unir nuestras fuerzas en la lucha por el socialismo”.

El primer objetivo del Día de la Mujer fue aprovechar el impulso de la movilización por el voto femenino de la Primera Ola de luchas feministas para acercar las ideas del socialismo a las mujeres obreras. Se marcaba así la diferencia entre las feministas liberales que reclamaban por el derecho al voto solo para las damas o burguesas y las feministas socialistas, que luchaban por el derecho al sufragio universal y por mejorar las condiciones laborales.

En 1911, el primer Día de la Mujer formalmente convocado por los partidos socialistas de la Segunda Internacional fue el 19 de marzo, aniversario de la Revolución Alemana de 1848 y fecha en la que el rey prusiano prometió por primera vez el voto para las mujeres. En ese primer año, la convocatoria tuvo muchísimo éxito especialmente en Austria y Alemania donde se convocaron decenas de reuniones a las que asistieron miles de mujeres por primera vez.

En 1913 se celebró el Día de la Mujer en Rusia pese a la brutal represión zarista. El periódico bolchevique Pravda publicó artículos alusivos y convocó en un mercado de Petrogrado a una reunión secreta que se colmó de mujeres hasta que la policía ingresó y detuvo a las oradoras. En los años posteriores, con el advenimiento de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) en Rusia fue imposible convocar nuevas movilizaciones. La consigna democrática por el voto femenino significaba en Rusia un llamado revolucionario contra la dictadura del Zar Nicolás II. Al mismo tiempo, la traición de los partidos socialistas que apoyaron la Primera Guerra Mundial hizo imposible las convocatorias en otros países de Europa.

El imperialismo intentó ocultar el origen obrero de la fecha

Luego de la Segunda Ola de luchas feministas de los ’60 y ’70 del siglo pasado, se consiguieron el derecho al aborto y el divorcio en muchos países de Europa y en Estados Unidos. En 1975 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió institucionalizar la fecha y transformarla en una jornada de festejo en cada país, con el claro objetivo de borrar su origen obrero, controlar al movimiento de mujeres y alejarlo de las calles. Así en 1977, la ONU eliminó la palabra ‘trabajadora’ del nombre quedando sólo como Día de la Mujer.

En los últimos años, al calor de la cuarta ola de luchas feministas con el movimiento Ni Una Menos y la Marea Verde en Argentina, el movimiento Me Too en Estados Unidos o La Manada en el Estado Español, se retoma el carácter de lucha y se recupera su impronta internacional. Pasaron más de cien años de aquel Congreso en Copenhague y, aunque las trabajadoras hemos obtenido muchas conquistas con la movilización, la pelea del feminismo socialista sigue más vigente que nunca porque las patronales y sus gobiernos siguen super explotando y oprimiendo a las trabajadoras en el marco del capitalismo patriarcal. Bregamos para que este 8M sea una jornada de movilizaciones contra todos los gobiernos y sus planes de ajuste que buscan descargar sobre las trabajadoras y todes les explotades y oprimides. Junto a ello, desde Izquierda Socialista y la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI) seguimos luchando por gobiernos de la clase trabajadora y los sectores populares que impulsan el socialismo con democracia en todo el mundo para terminar con la opresión y la explotación capitalista.


Escribe Mechi de Mendieta, diputada nacional electa por Izquierda Socialista/FIT Unidad
 
El pasado martes 27 de febrero el vocero presidencial, Manuel Adorni,  anunció en su habitual conferencia de prensa que: “se eliminaba el lenguaje inclusivo y todo lo que esté vinculado a la perspectiva de género en documentos que se emanen de la administración pública” y declaró que: “la perspectiva de género se ha usado como negocio de la política”. Lo hizo en vísperas del 8M, jornada Internacional por el Día de las Mujeres Trabajadoras y prácticamente en simultáneo al anuncio del cierre del Inadi. Una provocación que merece todo nuestro repudio.

Organizaciones feministas, personalidades académicas, periodistas y lingüistas rápidamente cuestionaron lo ridículo de la medida, pues no se puede prohibir algo que en principio, es una sugerencia. Pero, más allá de la formalidad, no debemos subestimar la medida. Es un mensaje de odio a las disidencias y a las mujeres pues busca invisibilizar la lucha que venimos dando por la igualdad de derechos.

El ultraderechista de Milei, al igual que Donald Trump o Jair Bolsonaro, representan la reacción patriarcal y tiene especial saña contra las conquistas feministas. Está en contra del derecho al aborto y la educación sexual (ESI) en las escuelas, niega la brecha salarial y ahora prohibe el uso de la “e”, la “x” y el “@”. Como solemos decir, lo que no se nombra no existe y este es un nuevo intento del presidente de hacer desaparecer y borrar de un plumazo, nuestras conquistas.

Desde Izquierda Socialista/FIT Unidad estamos comprometides en la lucha por defender cada uno de nuestros derechos, en unidad y en las calles. Por eso, este 8 de marzo nos movilizamos en todo el país junto a Isadora, Disidencias en Lucha y cientos de organizaciones contra todos los ataques del plan motosierra de Milei y el FMI. Te invitamos a sumarte a dar esta pelea juntes.  

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

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