Escribe Federico Wagner, secretario gremial Media de UEPC Capital
Después de dos meses y medio de conflicto con paros y movilizaciones, el gobernador Martín Llaryora logró que la burocracia provincial Celeste de UEPC impusiera una tramposa “aceptación” a su cuarta propuesta. Con pequeños retoques a las propuestas rechazadas (un sector de jubilados cobrarán con “sólo” un mes de atraso, 10 mil pesos más a sumas no remunerativas), el problema de fondo no se resuelve: los salarios docentes siguen debajo de la línea de pobreza, un inicial de miserables 630 mil pesos.
El acuerdo se firma aunque la mayoría de la docencia lo rechazó, por el mecanismo burocrático de la Celeste provincial. Se hace la “democrática”, con asambleas en las escuelas, para luego filtrar la opinión docente en las departamentales burocráticas controladas por ellos (sobre todo en el interior de la provincia, donde muchas veces ni siquiera las cita) y así llegar con decisiones maniatadas a la provincial, que no reflejan la opinión de la base docente. En Capital, donde hay cerca de 20.000 docentes, fue casi unánime el rechazo. Pero, por el sistema de delegados departamentales sin proporcionalidad directa, una minoría decide por la mayoría.
El debate que se abre entre los luchadores es cómo podemos hacer para que toda la fuerza de la lucha no sea dilapidada por la burocracia Celeste provincial y poder ganar. Desde Docentes en Marcha Bordó venimos insistiendo que es necesario exigir que se llame a asambleas generales en todos los departamentos, para que sea la base docente de manera directa la que debata y decida todo.
La convocatoria a asamblea general debe partir de la combativa directiva de UEPC Capital, para imponer esa mayoría docente a la burocracia y dar el gran ejemplo de la máxima democracia sindical. ¿Imaginan asambleas en la Capital con miles de docentes mostrando el rechazo a las propuestas del gobierno, denunciando a la burocracia de Roberto Cristalli y marchando por el centro de la ciudad? Es así como hacemos en ATEN Neuquén Capital, con asambleas de más de 2 mil docentes desbordando a la burocracia provincial. O en Ademys CABA o en la Multicolor de Suteba. Ese método debe ser el del sindicalismo combativo.
Llaryora y la burocracia tienen un tremendo problema, porque a la UEPC Capital la conduce una directiva combativa y allí es el centro de la lucha, con un cuerpo de delegados que defiende a la docencia y no capitula a las presiones del gobierno. Aunque, lamentablemente, la mayoría de las agrupaciones de la directiva (Tribuna Docente-PO, Construcción, Alternativa Docente-MST, Fuentealba-NMAS) no acuerdan con nuestra política de llamar a una asamblea general para desbordar a la burocracia Celeste. Para poder terminar de una vez con las maniobras de Cristalli y poder seguir la lucha y ganar, llamamos a la docencia a que exija a la burocracia Celeste de UEPC provincial que convoque a asambleas generales por departamento, para debatir cómo seguir. ¡Basta de entregar la lucha de la docencia por migajas!
Escribe Federico Wagner, secretario gremial media de UEPC Córdoba Capital
Hace dos semanas el gobierno de Martín Llaryora volvió a dictar la tramposa conciliación obligatoria, donde es juez y parte, para desmontar el paro de 48 horas aprobado por más del 75% de la docencia cordobesa, en rechazo a la oferta salarial miserable que envió a la UEPC.
Luego de dos cuartos intermedios no hubo “propuesta superadora”, al punto que la propia burocracia Celeste de UEPC provincial declaró que la nueva oferta “es un retroceso” y tuvo que retomar la realización del paro de 48 horas, ahora el 5 y 6 de agosto. Mientras Llaryora nos niega a las y los docentes el salario digno que nos corresponde y desprestigia a la docencia planteando todo tipo de mentiras (como que sólo trabajamos cuatro horas y tenemos los mejores salarios docentes del país) propone y da por decreto un inicial que sigue debajo de la línea de pobreza.
Desde Docentes en Marcha, integrantes de la nueva conducción de UEPC Capital, siempre exigimos a la burocracia de Roberto Cristalli que se debía rechazar esa tramposa conciliación y respetar las medidas de fuerza, evitando “planchar” la lucha por semanas. La realidad nos vuelve a dar la razón. Ahora tenemos que hacer un parazo y una movilización multitudinaria, con estudiantes, familias y trabajadores, para apoyar los reclamos de la docencia y a la escuela pública. Y debe ser el comienzo de un verdadero plan de lucha, con paros activos progresivos hasta ganar.
Como venimos insistiendo en la directiva de la recuperada y combativa UEPC Capital, es necesario convocar a una gran asamblea general docente para debatir, organizar y votar cómo seguir el plan lucha, como lo hacemos en ATEN Neuquén Capital, para esquivar las trampas diletantes de la burocracia provincial. Para rechazar cualquier prórroga de la conciliación obligatoria, cuando la docencia ha dado muestras de sobra de que no quiere migajas y está dispuesta a luchar para ganar.
La caída del salario docente es tremenda. La mayoría de la docencia está cobrando por debajo de la línea de pobreza y, en muchos casos, salarios de indigencia. A los recortes de la motosierra de Milei, se suman los recortes de todos los gobernadores, sin distinción política. Aunque hablan de que ellos priorizan la educación, la realidad es que el salario y la jubilación docente son variables del ajuste. Lo mismo con el recorte presupuestario para infraestructura escolar, para nombramientos. Las escuelas no tienen calefacción en invierno ni ventiladores en verano, los techos, paredes, baños, electricidad, están en pésimo estado y son un peligro para estudiantes y docentes. Y Milei quiere aprobar la Ley de Esencialidad Educativa, que no es para poner más plata a la educación pública, sino para quitarle a la docencia el derecho constitucional de huelga.
Es por eso que, pese a la complicidad de la burocracia sindical peronista de Ctera y sus gremios provinciales, la docencia se apresta a continuar la lucha. Ya una asamblea de más de 2.000 docentes en ATEN Capital resolvió no reiniciar las clases el 22 y 23 de julio, imponiéndose a la burocracia provincial de Guagliardo. Y lo mismo en Córdoba, pasando por encima de la burocracia de UEPC provincial, con mociones impulsada por los sectores combativos contra la burocracia que sólo quería pactar el ajuste. En Santa Cruz hay una pelea similar contra el gobierno y contra la complicidad de la Lila de Adosac Provincial, que asume discursos combativos, pero boicotea la lucha.
Mientras todo esto ocurre, la burocracia Celeste de Ctera sigue pactando con los gobernadores, como Kicillof, dejando correr los sueldos y presupuestos miserables, en vez de ponerse al frente de la lucha por salarios, jubilaciones y contra la esencialidad. Y en Buenos Aires Kicillof cerró paritarias con Baradel, varios puntos debajo de la inflación y salarios iniciales de indigencia. Hay que tomar el ejemplo de Misiones, Neuquén y Córdoba, impulsar asambleas y la coordinación, imponiéndole a las burocracias paro y plan de lucha en todo el país, para derrotar el ajuste de Milei, el FMI y los gobernadores.
Corresponsal
Escribe Jorge Adaro, secretario gremial de Ademys
Luego de seis semanas de lucha la docencia misionera logró un importante incremento salarial, derrotando la política del gobernador peronista Passalacqua, que aplica un riguroso ajuste en línea con el Plan Motosierra. Desbordando a todas las burocracias sindicales traidoras, auto organizándose, parando y movilizando, son un ejemplo a seguir.
Este triunfo se gestó y se construyó desde las escuelas, discutiendo en asambleas sin dictado de clases, participando de los cortes de rutas en toda la provincia, en movilizaciones y acampes en la ciudad de Posadas. Un conjunto de medidas que permitieron organizar y extender la pelea junto a otros sectores de trabajadores como los de salud, municipales, judiciales. ¡Hasta la policía mantuvo varios días de paro y acampes! Fue una verdadera rebelión que sumió al gobierno provincial en una gran crisis política, donde además del reclamo salarial se denunció la corrupción, los acomodos y la complicidad de la burocracia sindical con los gobiernos provinciales de turno.
Una maestra de grado sin antigüedad percibía un salario de alrededor de los 250.000 pesos, es decir ya no por debajo de la línea de pobreza, sino debajo de la indigencia, tornando dramática la subsistencia de miles de familias, con aumentos de la canasta básica de alimentos y tarifazos en los servicios públicos. Se llegó a recibir impagables boletas de luz de 100.000 pesos. Se multiplicaban los testimonios angustiantes de no llegar a mitad de mes. Pero también creció el convencimiento de que había que luchar y que no se podía retroceder frente al ajuste.
El gobierno provincial intentó hacer pasar acuerdos paritarios miserables con la complicidad del sindicato de base de la Ctera, de UDPM, pero fueron rechazados por la docencia, incluso por la propia base.
Fue el Frente de Trabajadores de la Educación (FTEL), surgido en la lucha del 2020, donde confluyen distintos sindicatos y agrupaciones docentes opositoras, quien impulsó distintas medidas de fuerza que fueron tomadas por el conjunto de la docencia. También cumplió un rol importante el movimiento de docentes autoconvocados y el MPL en la zona norte provincial, coordinando con el FTEL. Unidad clave para derrotar el plan de ajuste del gobierno de Passalacqua, quien quiso quebrar la lucha con represión y persiguiendo a los dirigentes del conflicto, intentando generar temor en la docencia.
La respuesta fue mayor unidad y movilización
El 7 de junio y luego de reuniones anunciadas y suspendidas, el gobierno recibió a los sindicatos en lucha y a los representantes autoconvocados. En esa reunión se firmó un Acta Acuerdo que eleva el piso salarial a 450.000 pesos y la devolución de los días descontados por paros durante el mes de mayo. También que no habrá nuevos descuentos para el mes de junio. Además, se establecieron mesas de negociaciones para acordar criterios que permitan abordar el problema estructural del salario docente, el escalafón salarial, fijando la primera reunión para el próximo viernes 14.
El gobierno también tuvo que aumentar el 11% sobre los haberes del mes de mayo de movilidad de los jubilados y pensionados.
Este Acta Acuerdo fue finalmente votada y refrendada por asambleas en toda la provincia. La fortaleza que le ha dado esta lucha a la docencia es el mejor reaseguro para que el Gobierno cumpla con el compromiso.
Fue muy importante el no descuento o devolución de los días para la aceptación de la propuesta y la presencia en unidad de los sectores en lucha sentados en la misma mesa y no las múltiples mesas que proponía el gobierno atomizando el frente gremial.
Para este triunfo también fue importante la movilización y apoyo nacional de la docencia, del sindicalismo combativo y la izquierda, que viajamos a apoyar, juntamos plata para el fondo de huelga, hicimos actos, para darles apoyo solidario y presionar al gobierno. Por eso el triunfo impactará en la docencia de todo el país y en la clase trabajadora en general, como ejemplo de cómo luchar y organizarse para ganar y también mostrar que se le puede torcer el brazo al ajuste de Milei y los gobernadores.
Por eso decimos, Misiones marca el camino.
Escribe Guido Poletti
El martes 11 y miércoles 12 se realizó un paro total de actividades en todas las universidades nacionales. Fue convocado por el conjunto de las federaciones nacionales de gremios docentes (Conadu Histórica, Conadu, Fedun, Ctera, UDA) y no docentes (Fatun), que conformaron a partir de que comenzaron los ajustes y ataques por parte del gobierno de Milei, el Frente Sindical de Universidades Nacionales. Este agrupamiento también llamó a la movilización frente al Congreso del día 12, durante el tratamiento de la Ley Bases.
El paro del 11 y 12 es una profundización del plan de lucha, ante las maniobras dilatorias del ministerio de Capital Humano de Sandra Pettovello, que no sólo no transfirió las partidas presupuestarias ya comprometidas, sino que sigue sin ofrecer propuesta salarial alguna a los trabajadores de las universidades. El gobierno incluso suspendió la reunión paritaria del 6 de junio pasado, que sigue sin realizarse.
El gobierno del ultraderechista Milei ya ha expresado repetidas veces su desprecio por la educación pública superior. Se ha pronunciado contra la libertad de enseñanza y la pluralidad de contenidos y viene queriendo asfixiar presupuestariamente a las casas de altos estudios hasta el extremo de poner en riesgo la continuidad de su funcionamiento.
El 23 de abril pasado, la gigantesca e histórica marcha educativa le dijo basta a estos ataques. Y obligó al gobierno, así sea de palabra, a comprometerse a enviar más fondos para la educación superior. Pero, hasta ahora, se sigue pretendiendo utilizar a los trabajadores docentes y no docentes como variable de ajuste.
No lo vamos a permitir. Por eso los universitarios, tanto docentes, no docentes como estudiantes, dimos una señal contundente con este paro total, al mismo tiempo que nos hicimos presentes para repudiar la Ley Bases.