
Escribe Angélica Lagunas, secretaria general de ATEN Capital
Continúa el plan de lucha de ATEN en respuesta al ataque del gobernador Rolando Figueroa que provocó el conflicto, porque junto con la mayoría de los diputados de los partidos patronales promulgaron una Ley de Incentivo al Presentismo, que destruye el régimen de licencias que tienen los docentes.
El plan de lucha está en su sexta semana en defensa de las condiciones de trabajo y de las partidas de refrigerio para las escuelas.
El sábado 17 se dio la primera mesa de negociación convocada por el gobierno. En la misma, la conducción provincial del TEP, que ingresó sola sin permitir que lo hicieran las seccionales opositoras Multicolor, firmó un acta que no contemplaba uno de los reclamos centrales que llevaron a la huelga, como lo es el artículo 8º de la Ley, que es justamente el que elimina el régimen de licencias. Por ejemplo, una docente embarazada, o con tratamiento de largo tiempo por una enfermedad grave como el cáncer, o protegida por hechos de violencia de género que la lleven a no poder asistir a su trabajo,; puede quedarse sin sueldo. Cualquier docente afectada por esta situación y que esté cumpliendo una suplencia, si la titular del cargo regresó al mismo, esa docente se queda sin sueldo porque no se le reconoce la continuidad de su licencia. O sea, la Ley es un castigo a la que se enferma o se embaraza.
Al haber aceptado el acta y haberla llevado como moción a las asambleas, la conducción provincial perdió a lo largo de la provincia. Por ejemplo, esta moción, en la seccional Capital, donde el propio Marcelo Guagliardo defendió su acuerdo con el gobierno, solo cosechó 268 votos, contra la moción de la conducción Multicolor, que logró 2215 votos en rechazo. Luego se definió, en el Plenario de Secretarios Generales, una nueva semana con paro de 48 horas este miércoles y jueves con marcha a los puentes carreteros. La lucha continúa exigiendo al gobierno que se reabra la mesa de negociación.
El gobierno provincial día a día genera políticas acordes con la motosierra de Milei. Recordemos que su diputado votó la Ley Bases y apoyó enfervorizado el RIGI, que le permite dar un salto en la entrega y el saqueo del gas y el petróleo. También impulsó la Ley contra el régimen de licencias, y ahora impulsa una Ley para que quede legislado el descuento de los días de paro a las y los trabajadores de la educación que realicen medidas de fuerza. O sea, profundiza el ataque coordinado con el presidente Milei contra el derecho a huelga.
Por estas razones, es fundamental redoblar la campaña de apoyo a la huelga docente neuquina, sobre todo exigiendo un plan de lucha nacional de Ctera para que todas las provincias en lucha se fortalezcan. Y aportando al fondo de huelga de las seccionales Multicolor de ATEN, que son las que están sosteniendo con fuerza, masividad y mucha democracia sindical la continuidad de la lucha. En su visita a Neuquén, los diputados nacionales del Frente de Izquierda, trajeron su aporte al fondo de huelga. Así lo hizo nuestra compañera de Izquierda Socialista la diputada Mónica Schlotthauer, que además del aporte acompañó las marchas docentes y se acercó a la asamblea de los trabajadores de Cerámica Neuquén a respaldar el reclamo que hacían sobre la reconexión del servicio de luz.
Escribe Federico Wagner, secretario gremial Media de UEPC Capital
Después de dos meses y medio de conflicto con paros y movilizaciones, el gobernador Martín Llaryora logró que la burocracia provincial Celeste de UEPC impusiera una tramposa “aceptación” a su cuarta propuesta. Con pequeños retoques a las propuestas rechazadas (un sector de jubilados cobrarán con “sólo” un mes de atraso, 10 mil pesos más a sumas no remunerativas), el problema de fondo no se resuelve: los salarios docentes siguen debajo de la línea de pobreza, un inicial de miserables 630 mil pesos.
El acuerdo se firma aunque la mayoría de la docencia lo rechazó, por el mecanismo burocrático de la Celeste provincial. Se hace la “democrática”, con asambleas en las escuelas, para luego filtrar la opinión docente en las departamentales burocráticas controladas por ellos (sobre todo en el interior de la provincia, donde muchas veces ni siquiera las cita) y así llegar con decisiones maniatadas a la provincial, que no reflejan la opinión de la base docente. En Capital, donde hay cerca de 20.000 docentes, fue casi unánime el rechazo. Pero, por el sistema de delegados departamentales sin proporcionalidad directa, una minoría decide por la mayoría.
El debate que se abre entre los luchadores es cómo podemos hacer para que toda la fuerza de la lucha no sea dilapidada por la burocracia Celeste provincial y poder ganar. Desde Docentes en Marcha Bordó venimos insistiendo que es necesario exigir que se llame a asambleas generales en todos los departamentos, para que sea la base docente de manera directa la que debata y decida todo.
La convocatoria a asamblea general debe partir de la combativa directiva de UEPC Capital, para imponer esa mayoría docente a la burocracia y dar el gran ejemplo de la máxima democracia sindical. ¿Imaginan asambleas en la Capital con miles de docentes mostrando el rechazo a las propuestas del gobierno, denunciando a la burocracia de Roberto Cristalli y marchando por el centro de la ciudad? Es así como hacemos en ATEN Neuquén Capital, con asambleas de más de 2 mil docentes desbordando a la burocracia provincial. O en Ademys CABA o en la Multicolor de Suteba. Ese método debe ser el del sindicalismo combativo.
Llaryora y la burocracia tienen un tremendo problema, porque a la UEPC Capital la conduce una directiva combativa y allí es el centro de la lucha, con un cuerpo de delegados que defiende a la docencia y no capitula a las presiones del gobierno. Aunque, lamentablemente, la mayoría de las agrupaciones de la directiva (Tribuna Docente-PO, Construcción, Alternativa Docente-MST, Fuentealba-NMAS) no acuerdan con nuestra política de llamar a una asamblea general para desbordar a la burocracia Celeste. Para poder terminar de una vez con las maniobras de Cristalli y poder seguir la lucha y ganar, llamamos a la docencia a que exija a la burocracia Celeste de UEPC provincial que convoque a asambleas generales por departamento, para debatir cómo seguir. ¡Basta de entregar la lucha de la docencia por migajas!
Escribe Federico Wagner, secretario gremial media de UEPC Córdoba Capital
Hace dos semanas el gobierno de Martín Llaryora volvió a dictar la tramposa conciliación obligatoria, donde es juez y parte, para desmontar el paro de 48 horas aprobado por más del 75% de la docencia cordobesa, en rechazo a la oferta salarial miserable que envió a la UEPC.
Luego de dos cuartos intermedios no hubo “propuesta superadora”, al punto que la propia burocracia Celeste de UEPC provincial declaró que la nueva oferta “es un retroceso” y tuvo que retomar la realización del paro de 48 horas, ahora el 5 y 6 de agosto. Mientras Llaryora nos niega a las y los docentes el salario digno que nos corresponde y desprestigia a la docencia planteando todo tipo de mentiras (como que sólo trabajamos cuatro horas y tenemos los mejores salarios docentes del país) propone y da por decreto un inicial que sigue debajo de la línea de pobreza.
Desde Docentes en Marcha, integrantes de la nueva conducción de UEPC Capital, siempre exigimos a la burocracia de Roberto Cristalli que se debía rechazar esa tramposa conciliación y respetar las medidas de fuerza, evitando “planchar” la lucha por semanas. La realidad nos vuelve a dar la razón. Ahora tenemos que hacer un parazo y una movilización multitudinaria, con estudiantes, familias y trabajadores, para apoyar los reclamos de la docencia y a la escuela pública. Y debe ser el comienzo de un verdadero plan de lucha, con paros activos progresivos hasta ganar.
Como venimos insistiendo en la directiva de la recuperada y combativa UEPC Capital, es necesario convocar a una gran asamblea general docente para debatir, organizar y votar cómo seguir el plan lucha, como lo hacemos en ATEN Neuquén Capital, para esquivar las trampas diletantes de la burocracia provincial. Para rechazar cualquier prórroga de la conciliación obligatoria, cuando la docencia ha dado muestras de sobra de que no quiere migajas y está dispuesta a luchar para ganar.
La caída del salario docente es tremenda. La mayoría de la docencia está cobrando por debajo de la línea de pobreza y, en muchos casos, salarios de indigencia. A los recortes de la motosierra de Milei, se suman los recortes de todos los gobernadores, sin distinción política. Aunque hablan de que ellos priorizan la educación, la realidad es que el salario y la jubilación docente son variables del ajuste. Lo mismo con el recorte presupuestario para infraestructura escolar, para nombramientos. Las escuelas no tienen calefacción en invierno ni ventiladores en verano, los techos, paredes, baños, electricidad, están en pésimo estado y son un peligro para estudiantes y docentes. Y Milei quiere aprobar la Ley de Esencialidad Educativa, que no es para poner más plata a la educación pública, sino para quitarle a la docencia el derecho constitucional de huelga.
Es por eso que, pese a la complicidad de la burocracia sindical peronista de Ctera y sus gremios provinciales, la docencia se apresta a continuar la lucha. Ya una asamblea de más de 2.000 docentes en ATEN Capital resolvió no reiniciar las clases el 22 y 23 de julio, imponiéndose a la burocracia provincial de Guagliardo. Y lo mismo en Córdoba, pasando por encima de la burocracia de UEPC provincial, con mociones impulsada por los sectores combativos contra la burocracia que sólo quería pactar el ajuste. En Santa Cruz hay una pelea similar contra el gobierno y contra la complicidad de la Lila de Adosac Provincial, que asume discursos combativos, pero boicotea la lucha.
Mientras todo esto ocurre, la burocracia Celeste de Ctera sigue pactando con los gobernadores, como Kicillof, dejando correr los sueldos y presupuestos miserables, en vez de ponerse al frente de la lucha por salarios, jubilaciones y contra la esencialidad. Y en Buenos Aires Kicillof cerró paritarias con Baradel, varios puntos debajo de la inflación y salarios iniciales de indigencia. Hay que tomar el ejemplo de Misiones, Neuquén y Córdoba, impulsar asambleas y la coordinación, imponiéndole a las burocracias paro y plan de lucha en todo el país, para derrotar el ajuste de Milei, el FMI y los gobernadores.
Corresponsal
Escribe Jorge Adaro, secretario gremial de Ademys
Luego de seis semanas de lucha la docencia misionera logró un importante incremento salarial, derrotando la política del gobernador peronista Passalacqua, que aplica un riguroso ajuste en línea con el Plan Motosierra. Desbordando a todas las burocracias sindicales traidoras, auto organizándose, parando y movilizando, son un ejemplo a seguir.
Este triunfo se gestó y se construyó desde las escuelas, discutiendo en asambleas sin dictado de clases, participando de los cortes de rutas en toda la provincia, en movilizaciones y acampes en la ciudad de Posadas. Un conjunto de medidas que permitieron organizar y extender la pelea junto a otros sectores de trabajadores como los de salud, municipales, judiciales. ¡Hasta la policía mantuvo varios días de paro y acampes! Fue una verdadera rebelión que sumió al gobierno provincial en una gran crisis política, donde además del reclamo salarial se denunció la corrupción, los acomodos y la complicidad de la burocracia sindical con los gobiernos provinciales de turno.
Una maestra de grado sin antigüedad percibía un salario de alrededor de los 250.000 pesos, es decir ya no por debajo de la línea de pobreza, sino debajo de la indigencia, tornando dramática la subsistencia de miles de familias, con aumentos de la canasta básica de alimentos y tarifazos en los servicios públicos. Se llegó a recibir impagables boletas de luz de 100.000 pesos. Se multiplicaban los testimonios angustiantes de no llegar a mitad de mes. Pero también creció el convencimiento de que había que luchar y que no se podía retroceder frente al ajuste.
El gobierno provincial intentó hacer pasar acuerdos paritarios miserables con la complicidad del sindicato de base de la Ctera, de UDPM, pero fueron rechazados por la docencia, incluso por la propia base.
Fue el Frente de Trabajadores de la Educación (FTEL), surgido en la lucha del 2020, donde confluyen distintos sindicatos y agrupaciones docentes opositoras, quien impulsó distintas medidas de fuerza que fueron tomadas por el conjunto de la docencia. También cumplió un rol importante el movimiento de docentes autoconvocados y el MPL en la zona norte provincial, coordinando con el FTEL. Unidad clave para derrotar el plan de ajuste del gobierno de Passalacqua, quien quiso quebrar la lucha con represión y persiguiendo a los dirigentes del conflicto, intentando generar temor en la docencia.
La respuesta fue mayor unidad y movilización
El 7 de junio y luego de reuniones anunciadas y suspendidas, el gobierno recibió a los sindicatos en lucha y a los representantes autoconvocados. En esa reunión se firmó un Acta Acuerdo que eleva el piso salarial a 450.000 pesos y la devolución de los días descontados por paros durante el mes de mayo. También que no habrá nuevos descuentos para el mes de junio. Además, se establecieron mesas de negociaciones para acordar criterios que permitan abordar el problema estructural del salario docente, el escalafón salarial, fijando la primera reunión para el próximo viernes 14.
El gobierno también tuvo que aumentar el 11% sobre los haberes del mes de mayo de movilidad de los jubilados y pensionados.
Este Acta Acuerdo fue finalmente votada y refrendada por asambleas en toda la provincia. La fortaleza que le ha dado esta lucha a la docencia es el mejor reaseguro para que el Gobierno cumpla con el compromiso.
Fue muy importante el no descuento o devolución de los días para la aceptación de la propuesta y la presencia en unidad de los sectores en lucha sentados en la misma mesa y no las múltiples mesas que proponía el gobierno atomizando el frente gremial.
Para este triunfo también fue importante la movilización y apoyo nacional de la docencia, del sindicalismo combativo y la izquierda, que viajamos a apoyar, juntamos plata para el fondo de huelga, hicimos actos, para darles apoyo solidario y presionar al gobierno. Por eso el triunfo impactará en la docencia de todo el país y en la clase trabajadora en general, como ejemplo de cómo luchar y organizarse para ganar y también mostrar que se le puede torcer el brazo al ajuste de Milei y los gobernadores.
Por eso decimos, Misiones marca el camino.