El diputado nacional electo Juan Carlos Giordano (Izquierda Socialista/FIT Unidad) dijo: “El gobierno habla de desaceleración de la inflación. Una mentira total. El 13,2% sumado al 25% en diciembre y 20% en enero significa la mayor confiscación salarial, jubilatoria y en los planes sociales de las últimas décadas. Hay recesión y caen los ingresos, sin embargo la inflación sigue en niveles altísimos. Esta es la “libertad” del ultraderechista Milei que premia a los monopolios formadores de precios mientras se ensaña contra la clase trabajadora y los sectores más humildes”.
Giordano agregó: “La motosierra y licuadora es sideral. Por ejemplo, la canasta de pobreza en CABA ascendió a $684.115 sin contar el alquiler (con lo cual llegaría a 900.000 pesos), mientras un salario formal promedio está en $555.000. La canasta de indigencia, por su parte, llegó a $402.000, pero el salario mínimo de marzo está en $202.000 (la mitad), lo mismo que la jubilación mínima que llegará a $204.000 con el bono”.
Giordano finalizó: “Milei se aumentó su salario un 48% y luego tuvo que retroceder ante el escándalo nacional. Lo mismo había hecho el gobierno con las dietas de las y los diputados y senadores. La CGT y CTA deben convocar ya a un nuevo paro general como parte de un plan de lucha para derrotar el plan motosierra de Milei y por un inmediato aumento de salarios y jubilaciones al valor de la canasta familiar, indexados mensualmente.”
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El gobierno de Milei dispuso un aumento del 30% entre enero y febrero para las y los diputados y senadores y autoridades del Congreso, con la firma de Victoria Villarruel y Martín Menem.
Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo (Izquierda Socialista/FIT Unidad), señaló: “El gobierno otorgó 700 mil pesos de aumento a cada diputada y senador llevando las dietas a casi 2,5 millones, más el plus por desarraigo y viáticos. Mientras Milei pulveriza salarios y jubilaciones, dejó de enviar comida a los barrios, elimina planes sociales y despide personal, sigue privilegiando a quienes votan leyes contra el pueblo. Una barbaridad”.
Giordano finalizó: “Tras el escándalo e indignación que generó la noticia denunciada por el Frente de Izquierda ahora el gobierno dice que mandaría una ley para retrotraer el aumento. Desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad repudiamos esta medida y vamos a seguir defendiendo nuestro proyecto de ley para que las y los diputados tengan un ingreso equivalente a lo que percibe una directora de escuela, proyecto que todos los bloques patronales siempre rechazan.”
Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
Milei habló recientemente en una cumbre ultraconservadora del Partido Republicano y se sacó una foto con el ultraderechista Donald Trump. En su discurso volvió a hablar “contra el socialismo”. Pero en el mundo no hay socialismo. Hay capitalismo imperialista. ¿A qué se debe entonces semejante falsedad?
Trump alabó a Milei diciéndole “Make Argentina great again” (Haz grande a la Argentina otra vez). A su turno, el presidente argentino, además de repetir su consabido ataque ultrarreaccionario contra “la agenda asesina del aborto” y su negacionismo del cambio climático, se tiró una vez más contra el socialismo. En Davos ya había dicho: “Occidente está en peligro por el avance de las ideas socialistas”. Que el socialismo es “excremento humano”. Ahora cerró su alocución diciendo “No dejen avanzar el socialismo. No avalen la regulación”.
¿Dónde hay socialismo?
Lo primero a aclarar es que en el mundo no hay socialismo, sino que está dominado por el capitalismo imperialista. Todos los países son capitalistas. La ex URSS, los países de Europa del Este, Cuba, China y Vietnam, son capitalistas. En Venezuela no hubo ni hay ningún “socialismo del Siglo XXI”, como mentía Chávez con su doble discurso. China es una dictadura imperialista, a pesar de que el Partido Comunista hable de “un socialismo a la china”. Tampoco hay una Cuba Socialista ya que, mientras el gobierno de la isla habla de “actualización del socialismo”, está aplicando un clásico y brutal ajuste capitalista.
Milei tergiversa. Lo mismo pasa con los grandes medios cuando dicen que Lula, el peronismo kirchnerista o el dictador Ortega en Nicaragua son de “izquierda”. Son defensores del capitalismo. Cristina Kirchner dice que el capitalismo es un “sistema eficiente”.
El verso del “estado opresor”
Milei dijo que el problema de Argentina es que hay “380 mil regulaciones estatales” que traban el sistema económico. El problema no sería el FMI, la inflación, ni la pobreza que creció en su gobierno al 60%, sino un supuesto estado opresor que impediría los logros del capital privado. Pero como ya explicamos en otras notas, en Argentina se privatizó todo en los años ´90 bajo el gobierno peronista menemista que Milei defiende, la deuda externa creció el doble y subió la desocupación.
Milei hace campaña contra un supuesto “estado opresor”, al que llama “socialismo”, con el objetivo de erradicar cualquier traba para facilitar aún más las ganancias de los grandes empresarios y concentrar más la riqueza en grandes grupos económicos, multinacionales y bancos. A eso llama “libertad” capitalista, para que nos sigan explotando.
Cuando Milei dice que la “propiedad privada” es sagrada, se refiere a la propiedad privada de los de arriba, porque la “propiedad” de los ingresos de una jubilada o de un trabajador, por ejemplo, es expropiada cotidianamente, a tal punto que la pérdida salarial y jubilatoria en dos meses de Milei fue la más grande en los últimos treinta años.
O avanzamos al socialismo o se va a la catástrofe
Milei critica a un supuesto socialismo para defender a este sistema capitalista explotador. Dijo en Washington “estamos en el mejor momento de la historia de la humanidad”. Pero precisamente el capitalismo sólo puede ofrecer superexplotación obrera, por un lado, y ganancias fabulosas para una minoría parasitaria de capitalistas por otro.
Sólo hay una alternativa para la clase trabajadora y la humanidad, que es luchar por acabar con el dominio capitalista e imponer un nuevo sistema económico y político. Una Argentina y un mundo socialistas, con plena democracia para el pueblo trabajador, las mujeres, la juventud, el campesinado y el pueblo pobre.
No queda otra si queremos terminar con la miseria, la degradación y desigualdad social, la destrucción ambiental y las guerras, como la invasión criminal de Putin sobre Ucrania o el genocidio del estado sionista israelí contra el pueblo palestino.
Para ello hay que imponer gobiernos de las y los trabajadores y la izquierda, para lograr un mundo sin explotados ni oprimidos, donde la humanidad progrese, haya abundancia para todas y todos, y se conquisten libertades de todo tipo. Para ello, hay que expropiar a los expropiadores.
Empezar a construir el socialismo significa quitarle el poder a las multinacionales, a los terratenientes, a las petroleras, gasíferas y bancos, planificando la economía a escala nacional e internacional en pos de satisfacer las necesidades de millones. Con un régimen de democracia obrera y popular, lo contrario al falso socialismo represor y burocrático que se conoció en la ex URSS con el estalinismo, opuesto a los primeros años de la revolución socialista de Lenin y Trotsky de 1917, conquistando el primer estado obrero y socialista.
Si ponemos los grandes medios de producción, las riquezas y resortes estratégicos en manos de la clase trabajadora, planificando la economía de una forma racional terminando con la anarquía capitalista, empezaríamos a solucionar los grandes problemas de la humanidad.
Se trata de conquistar una Argentina Socialista y abrir las fronteras nacionales para poner las riquezas de toda América Latina en pos de ello. Argentina aportando la carne, la leche y el trigo; Brasil la industria junto con Colombia el café; Venezuela el petróleo; Chile y Perú sus minerales, y así sucesivamente. Liberándonos del FMI y conquistando la Segunda Independencia.
Esta salida de fondo es la que nos guía. Contra los Milei, Trump, Bolsonaro y lo que proponen el peronismo, el chavismo o los denominados gobierno de centroizquierda o de la falsa izquierda.
O se va al socialismo, o vamos a la catástrofe. El capitalismo está en descomposición, pero no va a caer solo. Como señalaba Trotsky, lo vamos a lograr superando la “crisis de dirección revolucionaria”. Es decir, avanzando en construir el partido mundial de la revolución socialista. En eso estamos embarcados desde Izquierda Socialista, como parte de nuestra organización internacional, la UIT-CI, llamando a unir a los revolucionarios para reconstruir la Cuarta Internacional dando pelea por ello.
Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
Milei dijo en Estados Unidos: “Supongamos que estamos en el momento en que nos alumbrábamos con velas y todavía no había llegado Edison; en el momento en que aparece Edison con la lamparita, todos los fabricantes de velas van a la quiebra. Si le hubiéramos prestado atención a los intervencionistas, hoy, en lugar de tener esta hermosa conferencia con todas estas luces, seguiríamos con velas; así es como los socialistas arruinan nuestras vidas”. ¡Milei miente!
Los socialistas revolucionarios estamos a favor de todo avance de la ciencia y de la técnica. Saludamos el invento de Edison de la lámpara eléctrica y otros. Pero estamos en contra de que se los apropie la clase capitalista y que la electricidad no llegue a millones. Milei dice “los socialistas arruinan nuestras vidas”, mientras apoya al genocidio israelí que no solo deja sin luz, sino que asesina a niñas y niños palestinos. Además, ignora que Lenin, por ejemplo, en su anhelo por industrializar Rusia, creó en 1920 la Comisión Especial del Estado para la Electrificación de Rusia. Tanta importancia le daba que llegó a decir que el comunismo es el “poder de los soviets” más la electricidad.
Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
El experimento libertario en un pequeño pueblo del noreste de Estados Unidos, de 1.000 habitantes, terminó en un fiasco. Un grupo de libertarios se instaló allí y puso en marcha sus ideas, reduciendo las regulaciones e impuestos con el propósito de probar que la intervención gubernamental es opresiva. Sin embargo, a la vuelta de pocos años, la localidad del estado de New Hampshire, fronterizo a Canadá, es conocida por el drástico deterioro de sus servicios públicos, el aumento de la violencia y el ataque de osos.
¿Qué pasó?
“En 2004 cientos de personas se trasladaron a Grafton para fundar lo que llamaron el Free Town Project (Proyecto del Pueblo Libre) para demostrar la factibilidad del libertarismo creando una comunidad utópica”, explicó el periodista estadounidense Matthew Hongoltz-Hetling, quien en 2020 escribió el libro A Libertarian Walks into a Bear (“Un libertario se cruza con un oso”). Para los anarcocapitalistas el Estado es el enemigo y hay que liquidarlo, recuerda la nota (BBC News Mundo, 29/8/2023).
Aunque fracasaron en sus intentos de sacar al pueblo del Distrito Escolar o declarar a la localidad como “zona libre de Naciones Unidas”, convencieron a sus vecinos de que recortaran en un 30% el ya pequeño presupuesto municipal. Grafton comenzó a tener muchos problemas.
Para 2011 las calles de Grafton se llenaron de baches, el alumbrado y la recolección de basura casi desaparecieron, la biblioteca pública redujo la atención a tres horas diarias y la vigilancia policial mermó. La reducción del patrullaje, junto a la llegada de más pobladores armados y convencidos de que tenían derecho a hacer lo que quisieran, provocó un alza del 12% en el número de delitos violentos.
La mezcla entre desregulación, recortes impositivos e ideas libertarias resultó un cóctel peligroso. Muchos de los libertarios que vivían en el bosque no seguían las recomendaciones sobre la eliminación de residuos, lo que creó una fuente de alimento fácil para los osos. Los osos comenzaron a recorrer las calles de Grafton y en 2012 atacaron a dos residentes, un hecho no visto en un siglo.
En 2016 el experimento naufragó y muchos de los libertarios se fueron. Hoy el ambiente en el pueblito es más tranquilo. ¡A tener en cuenta! Milei se declara “libertario” y “anarcocapitalista.”