El INDEC dio a conocer el índice de inflación de noviembre del 12,8%, el último mes del gobierno peronista, siendo del 15,7% en Alimentos y Bebidas.
“En los últimos doce meses la inflación llegó al 160% ¿qué salario o jubilación subió ese porcentaje?”, se preguntó Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo (Izquierda Socialista/FIT Unidad).
Giordano señaló: “El 12,8% es otro ataque brutal al bolsillo popular. Así termina el gobierno peronista, mientras pidió el voto para “combatir a la derecha”. Lejos de bajar, con las medidas del ultraderechista Milei y Caputo la inflación será mínimo del 25% en diciembre (subió el 5,8% en la primera semana) culpa de la megadevaluación y la liberación de precios. Los combustibles subieron hoy un 40% (230% anual) y las remarcaciones no paran. La estanflación de Milei por dos años significará recesión y más inflación, mientras prometió bajarla de un plumazo. El grito ‘viva la libertad carajo’ es para que los formadores de precios no tengan ninguna traba para seguir esquilmando al pueblo trabajador”
Giordano finalizó: “A todo esto se reunió la CGT. ¿Dijo algo? Critica parcialmente las medidas pero se los escucha decir a sus dirigentes que hay que ser responsables y esperar, llamando a la “gobernabilidad y al diálogo”, según dijeron en un comunicado. Son los burócratas que no movieron un dedo en estos cuatro años dejando pasar el robo salarial y jubilatorio, asfaltándole el camino al ascenso de Milei. Se necesita defender el salario y las jubilaciones. Reclamar que se reabran las paritarias y se indexen al valor de la canasta familiar. Repudiar el ajustazo de Milei. Basta de inflación y pagos de la deuda. En función de eso llamamos a apoyar las luchas en curso y a marchar el próximo 20 de diciembre a Plaza de Mayo, denunciando el rol cómplice de los burócratas sindicales y exigiéndoles que fijen medidas de lucha para enfrentar el plan motosierra contra el pueblo trabajador”.
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Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo por Izquierda Socialista/FIT Unidad
El ultraderechista Milei acaba de anunciar un brutal ajuste, confirmado por su ministro de Economía y financista Luis Caputo, el endeudador serial con el FMI bajo el gobierno macrista (ver "¡No al plan motosierra!"). Ajuste que viene con “estanflación” (recesión con inflación). Milei dijo que “lo pagará el Estado” (léase el pueblo trabajador), archivando su discurso “anti casta” que usó mentirosamente en las elecciones. Pactó con los mismos políticos de siempre (“gente de bien”) donde macristas y peronistas hoy son parte de su gobierno.
A cuarenta años de gobiernos patronales después de caída la dictadura y ante el desastre que dejó el gobierno peronista en estos cuatro años, y los anteriores, asumió la extrema derecha patronal, agente directa del FMI y el imperialismo norteamericano, que se la tendrá que ver con los millones que sufren la pobreza y aquellos desesperados que lo votaron para sacarse de encima al desastre que dejaron Alberto, Cristina y Massa, y esperan una solución. Expectativas que chocarán con la brutalidad del ajuste en curso.
Milei en la asunción se mostró como se viene vendiendo, “nuevo y distinto”. Le habló “a la gente” (no a las y los diputados), rodeado por el monarca Rey de España y el ultraderechista Bolsonaro. Dijo que es el primer presidente liberal libertario de la historia y que lo votaron para hacer un cambio inédito. Pero rápidamente empezó a vociferar su ya anunciada receta de ajuste, sin filtro, algo peligroso para quien recién asumió, donde ya mostró sus improvisadas idas y vueltas, tanto para designar al gabinete como para mantener o no distintas propuestas, algunas quedadas en el archivo.
Los anuncios de Milei y Caputo echan más leña al fuego a la grave crisis social
Dicen que Milei habló de la peor herencia de la historia (como le aconsejó Macri y también alegó Caputo), para garantizar que quienes lo votaron no se asusten ante el ajuste “doloroso, inevitable, no gradual” y el famoso “no hay plata”. Pensará, no vaya a ser cosa que luego me digan que no se los dije. Pero ya sus medidas están generando zozobra. Parte de sus votantes revelan, “lo voté con miedo, pero me ganó la ilusión de un cambio”.
La promesa de “terminar con la inflación de un plumazo” se reveló mentirosa. La “libertad de precios” está llevando a que los alimentos suban un 100%, lo cual se agravará aún más con la devaluación anunciada del 118%, llevando al dólar a 800 pesos. Los mismos de siempre remarcan y remarcan. Arcor, Mastellone, Ledesma, Coca Cola, Fargo, Bimbo, Molinos, Aceitera General Deheza, Danone, Johnson hicieron la punta, parte de la maquinaria capitalista que con total impunidad y bajo la libertad de mercado sigue haciendo fortuna con las necesidades del pueblo.
En nombre de la “libertad de mercado” se viene un nuevo capítulo de suba de precios, tarifazos, despidos, mega devaluación, endeudamiento externo, privatizaciones, reforma laboral y menos salarios y jubilaciones.
Cuando Milei dice que “el ajuste lo pagará el Estado” (lejos de aquellos trabajadores, jubilados y la juventud que lo votaron creyendo que no los tocará), está precisamente direccionado contra ellos. “Estado”, para Milei, son los salarios de la docencia y trabajadores de la salud, las jubilaciones apetecibles por todo gobierno capitalista, menos escuelas y hospitales, a los que considera “un gasto”.
Este ajuste agravará una situación social de por sí ya explosiva, acrecentando la pobreza extrema y la indigencia. Por eso hubo un silencio entre quienes estaban escuchando su discurso, cuando Milei dijo que entre diciembre y febrero la inflación iba a ser del 40%.
Que al ajuste “no lo van a pagar los privados”, es una clara referencia de que Milei seguirá beneficiando a los grandes grupos empresariales, bancos, multinacionales, empresas saqueadoras de nuestros bienes comunes y el FMI. “Voy a aplicar un mayor ajuste al que pide el Fondo Monetario”, sentenció. La consigna “no hay plata” está direccionada contra el pueblo trabajador, porque el gobierno seguirá destinando miles de millones de dólares a los pagos de una deuda externa usurera y fraudulenta, con vencimientos en los próximos diez años de 15.000 millones de dólares anuales en promedio.
El ajuste de shock ya se hizo en los años ´90 bajo el gobierno peronista de Carlos Menem que Milei reivindica, llevándonos al desastre. “Pasaron treinta años y tenemos que seguir diciendo lo mismo”, recordó el ministro del Interior, Guillermo Francos. Los resultados están a la vista (ver ¿El problema es “el Estado”?).
¿Cuánto dura la luna de miel?
Milei tiene solo 38 diputados de 257 y 7 senadores de 72, ningún intendente propio, gobernador, ni estructura partidaria. El pacto con la derrotada Patricia Bullrich y Macri le dio un envión para poder ganar. Mucho se habla del pacto que tejerá entre los bloques parlamentarios patronales para poder sacar las leyes fundamentales. Pero la expectativa no debe estar centrada en el Congreso, donde los políticos patronales se reacomodan ante el ganador de turno y terminan cocinando el ajuste en común. Entre otras cosas, porque del Parlamento solo salen leyes para salvar a los de arriba y contra el pueblo trabajador, salvo cuando se las impide con lucha, como la rebelión popular de diciembre de 2017 que impidió el ataque jubilatorio de Macri, o la marea verde del movimiento de mujeres que conquistó el aborto legal.
La clave está en cómo se expresa el “humor social” ante semejante guadañazo, tanto de quienes votaron a Milei como de quienes no. Comentarios periodísticos dicen que Milei se la tendrá que ver ante una “mayoría exhausta y empobrecida con escaso margen para más penurias”. Las grandes patronales apoyan a Milei, pero por abajo temen el “desborde social”.
La denominada “luna de miel” (el qué pasará en los primeros cien días del nuevo gobierno), es clave. Ante un ajuste que vendrá con represión. Ya lo vimos con el macrismo y la gendarme Patricia Bullrich de ministra, ahora renovada con Milei.
Milei habló de mano dura. “El que corta la calle no va a cobrar” y “dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”, refiriéndose no a los delincuentes de guante blanco sino a quienes salgan a reclamar.
Las expectativas populares con el gobierno chocarán ante las consecuencias nefastas del ajuste, augurando futuros meses muy convulsionados.
El peronismo de la “gobernabilidad” y el rol cómplice de la CGT
El desastre de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y el candidato derrotado, Sergio Massa, es lo que posibilitó que el hartazgo popular se canalizara equivocadamente a una variante de extrema derecha. Hay comentarios de que ahora el peronismo pasará a la “resistencia”. ¿De qué resistencia hablan?
Lo que dicen los dirigentes peronistas y sus diputadas y diputados es todo lo contrario. Son los que dejaron en banda a su militancia que, golpeada ante el triunfo de Milei, hizo una campaña a pulmón para frenar a la extrema derecha, viendo hoy que sus dirigentes y dirigentas coquetean con él y lo dejan correr.
“No estamos a la espera de que le vaya mal a Milei para tener una chance” (Página12, 5/12). Comentarios como éste de un referente de Unión por la Patria, son los que circulan por estas horas.
“No vamos a obstaculizar la gestión del nuevo gobierno”, dijo el senador peronista José Mayans ante la negacionista Victoria Villarruel, agregando en tono jocoso para la defensora de genocidas sobre su nombre: “Es hermoso, mi nieta también se llama Victoria”. (Clarín, 1/12).
Milei devuelve los favores: “No venimos a perseguir a nadie ni a saldar viejas vendettas”, celebrando que Cristina Kirchner le diera la titularidad a La Libertad Avanza en ambas cámaras del Congreso. Cayó muy mal en la base peronista que la ex vicepresidenta cuchicheó haciendo chistes a Milei en la entrega del mando.
“Estamos para ayudarlo”, dijo Schiaretti, quedándose en el nuevo gobierno con los ministerios de Transporte, Anses y el Banco Nación. Quedan ratificados para seguir con Milei, Daniel Scioli, embajador de Brasil; Marco Lavagna (Indec); Flavia Royón (Minería); Guillermo Michel (Aduana); Leonardo Madcur (Relaciones con el FMI); Mario Russo (ex Salud); Lisandro Catalán (Secretario Interior) y otros funcionarios peronistas, aplicando la máxima del embajador norteamericano cuando le dijo a Cristina “es hora de dejar partidos y trabajar todos juntos”.
Lo máximo que hará el peronismo será lo que dijo el banquero del Credicoop, ex PC y ex titular de la comisión de presupuesto del gobierno peronista, Carlos Heller: “Habrá que lograr que sus políticas sean las menos gravosas”.
Por el lado de la CGT, después de decir que no va a dar “ni un paso atrás” (¿ni un paso atrás de qué?), muchos de sus referentes señalaron: “Nadie va a generar un conflicto antes de tiempo”. Andrés Rodríguez de UPCN llamó a “garantizar la gobernabilidad, no hay que prejuzgar, estamos dispuestos al diálogo”.
Pablo Moyano, por su parte, señaló que “la CGT está comprometida con la defensa de los derechos de los trabajadores” (Página12, 4/12). Si fuera así, ¿por qué no defendieron a los trabajadores ante un gobierno del FMI que llevó a un 45% de pobreza y salarios de miseria? Estamos en presencia de una CGT que batió el récord de no tomar ninguna medida de lucha en cuatro años de gobierno ajustador. Lo mismo vale para las CTA y el conjunto de la traidora burocracia sindical, sumándose al caldo de cultivo para que gane Milei.
Izquierda Socialista junto al sindicalismo combativo y el FIT Unidad denunciamos a esos dirigentes y exigimos que abandonen su complicidad y llamen a asambleas y a plenarios de delegados para preparar las medidas de lucha contra el ajuste antiobrero de Milei.
Para terminar con la pobreza y la decadencia hay que luchar, romper con el FMI y fortalecer al Frente de Izquierda
Si algo está claro, más allá de los ritmos de la situación, es que se ha descargado un brutal ataque contra las y los trabajadores que, para enfrentarlo, en primer lugar hay que salir a luchar. Habrá luchas y choques sociales, esa es la perspectiva para 2024 ante un movimiento obrero y popular que no está derrotado y va a dar pelea, como ya ocurrió con la rebelión popular en Jujuy contra la reforma constitucional represiva y saqueadora de Gerardo Morales y el PJ.
Las patronales envalentonadas ya están despidiendo personal o aplicando retiros voluntarios en Bridgestone, Mirgor, Vaca Muerta, Nissan-Renault, Mercedes Benz. El Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC) llama a que la crisis la paguen los capitalistas, no los trabajadores, impulsando junto a distintas organizaciones sociales, estudiantiles y la izquierda la marcha del 20 de diciembre próximo, como primera acción de lucha unificada contra el ajuste de Milei y Caputo, día en que se conmemora la rebelión popular del Argentinazo de 2001 contra el gobierno radical de De la Rúa y el FMI. Marcha que será también en defensa de las libertades democráticas y el derecho a la protesta.
En segundo lugar, ante la mentira de Milei de que su gobierno está iniciando de esta manera un “período contra la decadencia”, (donde después de aguantarse el ajuste habría una “luz al final del túnel con la bendición de las fuerzas del cielo”), decimos que la decadencia, el saqueo y el sometimiento al FMI se van a terminar cuando se rompa con ese organismo imperialista, se deje de pagar la deuda externa y se imponga un plan económico obrero y popular, como lo hemos sostenido en todo este año electoral y en las luchas desde el Frente de Izquierda Unidad. Lucha que debe culminar con un gobierno de las y los trabajadores y de la izquierda, y una Argentina socialista, con plena democracia para el pueblo trabajador.
Para dar esta pelea convocamos a sumarse a Izquierda Socialista, como llama nuestro dirigente combativo Rubén “Pollo” Sobrero, en especial a la valiosa militancia peronista a la que acompañamos enfrentando a Milei llamando a un voto crítico a Massa, sin darle ningún apoyo político. Le decimos que abandonen a Unión por la Patria que los llevó a esta nueva frustración, sumando fuerzas junto a Izquierda Socialista para fortalecer entre todas y todos la única alternativa política que vino enfrentando a los gobiernos de turno, como lo es el Frente de Izquierda Unidad, haciéndolo ahora en primera fila contra el ultraderechista Milei y su plan motosierra.
Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo por Izquierda Socialista/FIT Unidad
Milei archivó la palabra casta para decir ahora que al brutal ajuste lo va a pagar “el Estado”, es decir, el pueblo trabajador. De esta manera la ultraderecha quiere hacer creer que el denominado “gasto del Estado” sería el que nos impide salir adelante, justificando de esta manera el plan motosierra antipopular, con un recorte de cinco puntos del PBI, alrededor de 25.000 millones de dólares.
Milei da la idea que en Argentina sería todo estatal, cuando pasa lo contrario. Lo mismo dijo en los años ´90 el gobierno peronista de Carlos Menem (el que reivindica Milei): que las empresas del Estado “daban pérdidas”, había que venderlas, con eso se iba a pagar la deuda externa, iban a venir inversiones extranjeras y nos íbamos a salvar. Ocurrió lo opuesto.
Con el argumento de que había “un Estado grande e ineficiente”, se remataron a precio vil todas las empresas estatales estratégicas. Argentina privatizó los ferrocarriles, los teléfonos, las empresas de luz, el gas y petróleo (YPF), las jubilaciones, Aerolíneas, Empresa Líneas Marítimas Argentinas (ELMA), el Correo, la siderúrgica Somisa, los puertos y aeropuertos, mientras se mantuvo en el campo privado el comercio exterior (vehículo de fuga de capitales y maniobras evasoras por parte de transnacionales como Cargill y Bunge), la banca siempre fue privada (nacional y extranjera), lo mismo pasa con los grandes empresarios. ¿De qué “estado feroz” habla?
Estas políticas de ajuste y privatizaciones generaron miles de despidos, cierre de empresas y el remate del patrimonio nacional, mientras la deuda externa creció el doble (pasando de 65.300 millones de dólares a 121.877 millones), además de que se redobló el saqueo y la contaminación con la megaminería.
Dicen que “el Estado gasta mucho”, llevando a la creencia, por ejemplo, que los planes sociales serían el gran problema. Lo que ocultan es que para programas sociales (Potenciar Trabajo, Tarjeta Alimentar, Becas Progresar, etcétera) se destina solo el 2% del PBI (Producto Bruto Interno). En todo caso la pregunta sería por qué hay planes sociales y no trabajo genuino. Precisamente porque a la clase capitalista y a los gobiernos patronales de turno no les interesa.
También se decía que si se flexibilizan las leyes laborales iba a haber más empleo “privado”. Pero no lo hubo. Lo que hubo fue una mayor súper explotación obrera. Porque precisamente bajo este capitalismo parasitario, cada beneficio que se les otorga a las grandes patronales no redunda en más fábricas o puestos de trabajo, sino en más ganancias privadas que después llevan a los paraísos fiscales.
La extrema derecha considera un “gasto” a las jubilaciones (aunque sean de indigencia), a los salarios de la docencia y la salud pública, la construcción de una obra en un barrio o lo que se destina a ciencia y tecnología. Pero el verdadero “gasto” lo representa una deuda usurera y fraudulenta (la partida que más crece año tras año en los presupuestos que se votan en el Congreso) y los enormes beneficios, exenciones y subsidios de las que gozan los grandes grupos económicos, privatizadas y multinacionales.
También se dice que estamos mal porque se agobia a los grandes empresarios con altos impuestos. Mentira. En Argentina es donde menos pagan. “En los países de la OCDE pagan el 8% del PBI por el impuesto a las Ganancias, mientras que en Argentina solo el 2%”. Y evaden a más no poder. “El nivel de evasión del IVA llega al 54% y es más marcado en la construcción (74%), el agro (78%) y la minería (64%)” (Clarín, 3/12).
Es una gran mentira que el Estado es el gran problema. Pasa que la palabra Estado bajo el gobierno peronista, fue bastardeada. Un gobierno que habló de “Estado presente”, mientras nos llevó a un verdadero desastre. Milei usa esto, para justificar su política de shock de despidos, inflación y más sometimiento como algo “inevitable”, con el objetivo de seguir esquilmando los presupuestos de salud, educación y vivienda, entre otros.
En contra de las políticas ultraderechistas y el verso del capitalismo con un supuesto “Estado presente” beneficioso (socio del gran capital y el FMI), la salida pasa por emprender un camino opuesto. Por romper con el FMI, imponer un fuerte impuesto a los de arriba, nacionalizar la banca y el comercio exterior, reestatizar las privatizadas bajo control de trabajadores y usuarios, lo cual permitiría poner toda la riqueza nacional de manera planificada, para implementar un plan económico obrero y popular que combata de raíz los males capitalistas, como postulamos desde Izquierda Socialista y el FIT Unidad.
El diputado nacional electo Juan Carlos Giordano (Izquierda Socialista/FIT Unidad), se refirió a las medidas anunciadas: “El ministro y financista Luis Caputo, haciéndose el ‘didáctico’, acaba de dar los lineamientos del plan motosierra contra el pueblo trabajador y en beneficio de los exportadores y grandes empresarios con una gran devaluación superior al 100% llevando el dólar a $800 lo que irá rápidamente a los precios. Un plan salvaje para salvar a los de arriba y hundir a los de abajo que recibió inmediatamente el beneplácito del FMI”.
Giordano agregó: “Justificar el ajustazo diciendo que ‘se gasta mucho’ dando la idea de que habría una sobreabundancia de salarios, jubilaciones, presupuestos en salud, educación y vivienda es de un cinismo total. Si no alcanza la plata y hay ‘déficit’ es porque se paga la deuda externa y la riqueza que se genera se la llevan los bancos, el FMI, los grandes empresarios y las multinacionales. El ‘Messi de las finanzas’ Caputo dijo que la estafa de la deuda externa no es el problema. El mismo que nos endeudó cuando estuvo con Macri a 100 años y en 45.000 millones de dólares con el FMI para salvar a la bicicleta financiera.”
Giordano finalizó: “Repudiamos la no renovación de los contratos laborales de estatales, la suba de las tarifas de energía y el transporte, el freno de la obra pública y el mantenimiento del Presupuesto 2023 congelando partidas sociales ante una inflación feroz. En ese marco duplicar el monto de la Asignación por Hijo y un 50% la Tarjeta Alimentar ante una inflación proyectada del 300% es una burla. Estas medidas generarán más pobreza e indigencia. Por eso el 20 de diciembre llamamos a marchar en un nuevo aniversario del Argentinazo con el sindicalismo combativo, organizaciones sociales y la izquierda para repudiar estas medidas y pelear para que la crisis la paguen los capitalistas y el FMI, no los trabajadores”.
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El diputado nacional electo Juan Carlos Giordano (Izquierda Socialista/FIT Unidad), se refirió al discurso de Milei.
Giordano señaló: "Milei acaba de anunciar un ajuste de shock. Dijo que su plan motosierra "será muy duro". Habló que se viene un "mal trago" por la “estanflación” (inflación, recesión, con despidos y baja salarial que vendrá con su gobierno), reconociendo que no va a solucionar ningún problema social, sino que los va a agravar, con más devaluación, subas de precios, tarifazos en agua, luz, gas y boletos de transporte, más recortes sociales, despidos y menos salarios y jubilaciones".
Giordano agregó: "El cambio de discurso de Milei diciendo que el ajuste “lo pagará el Estado y no los privados”, demuestra que el verso de “la casta política” fue una pantalla para apuntar contra el pueblo trabajador. “El Estado” al que se dispone atacar Milei son salarios y jubilaciones, a la educación y salud públicas y otras inversiones sociales, a las que considera “un gasto”".
“Cuando Milei dice que al ajuste "no lo van a pagar los privados", se refiere a que los beneficiarios de sus políticas van a seguir siendo los grandes empresarios que remarcan los precios todos los días, los bancos, las multinacionales y el FMI. Y cuando dice "no hay plata", se lo está diciendo al pueblo trabajador, porque dijo que va a seguir destinando miles de millones de dólares a los pagos de una deuda usurera y fraudulenta y al FMI”, dijo Giordano.
Giordano graficó: "El ajuste de shock ya se hizo en los años 90 y nos llevó a un desastre. Aunque millones tienen expectativas en que Milei pueda sacar al país de la crisis a la que nos llevaron los gobiernos peronistas y el macrismo, la realidad es que hoy no se inicia ningún “período contra la decadencia”, como mentirosamente dijo Milei. La decadencia, la inflación, la pobreza, el saqueo y la desigualdad social sólo se van a terminar cuando se rompa con el FMI, se deje de pagar la deuda externa y la crisis la paguen los grandes capitalistas, como solo lo propone el Frente de Izquierda Unidad”.
Giordano finalizó: "Milei también habló de mano dura. "El que corta la calle no va a cobrar nada", anunció en relación a los planes sociales. Y cuando dijo “dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”, prepara actos represivos contra quienes salgamos a reclamar. Por eso desde Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad llamamos a marchar el 20 de diciembre junto al sindicalismo combativo, distintas organizaciones sociales y la izquierda, para enfrentar las medidas antiobreras y antipopulares de Milei, que seguirán en estos días con el envío de la ley ómnibus, entre otras".
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