Esto dijo nuestra diputada Mónica Schlotthauer de Izquierda Socialista/FIT Unidad en la sesión de la Cámara de Diputados al tratarse la emergencia por los incendios en Córdoba. Mónica desafió la negativa a que hiciera uso de la palabra, igual que se le impidió tanto a todo el Frente de Izquierda como a los diputados por Córdoba. El objetivo era fundamentar su voto favorable pero crítico al proyecto que venía del Senado, ya que el Frente de Izquierda presentó su proyecto propio.
Schlotthauer señaló: “Acompañamos el pedido de emergencia nacional en Córdoba, pero alertamos que puede ser más humo si no se destinan los fondos suficientes. Se aprobó una “partida extraordinaria” sin especificar el monto, ni de dónde va a salir el dinero. Por eso criticamos que los créditos para los afectados se hagan con impuestos que paga el pueblo y no de un impuesto especial a la riqueza, grandes fortunas, agronegocio y mineras como propusimos con nuestro proyecto”.
“Repudiamos el cinismo de La Libertad Avanza que se abstuvo en el Senado y ahora posó de “sensible”. Ante un Milei negacionista del cambio climático que solo ejecutó el 40% de las partidas para combatir el fuego y en el Presupuesto 2025 dispone cuarenta veces menos que lo que estipula la ley para el fondo de la Ley de Bosques. Mientras por su parte, el gobernador Llaryora mentía diciendo que estaba todo controlado, cuando hay 70 mil hectáreas incendiadas, encubriendo claramente a los negocios capitalistas que destruyen el monte nativo”.
Escribe Nicolás Núñez, referente de Ambiente en Lucha (Izquierda Socialista e independientes)
La noticia de los incendios en Bolivia, Brasil y Paraguay y el humo y posibilidad de “lluvia negra” llegó a los medios locales. Las imágenes de las llamas que devastaron millones de hectáreas resultaron realmente dantescas. Su origen se encuentra en la expansión de la frontera del agronegocio de la soja y los “biocombustibles”, a los cuales se les abre paso mediante el fuego. La búsqueda de ganancia de las oligarquías locales y los pulpos exportadores se complementa con el empeoramiento de las condiciones climáticas fruto del calentamiento global, en un proceso que se retroalimenta: los propios incendios terminan generando una mayor emisión de gases de efecto invernadero.
En los últimos días, sin embargo, los eventos extremos se multiplicaron en todo el planeta. Al norte, la temporada de incendios otoñales en California, Estados Unidos, se adelantó, y en estas horas dieciséis focos activos ya habían consumido centenares de casas generando miles de evacuados. Del otro lado del Atlántico, cuarenta y ocho focos activos azotan Portugal, provocando destrozos de todo tipo y la muerte de tres bomberos que combatían las llamas. En este caso, nuestros compañeros del Movimiento Alternativa Socialista (MAS) denuncian el lucro detrás de la instalación de eucaliptos por sobre la vegetación autóctona y la falta de ordenamientos territoriales racionales.
Así y todo, algunas de las imágenes más atemorizantes no las brindó el fuego, sino el agua y el viento. Hacia el este, en Europa, la tormenta “Boris” generó inundaciones masivas en Polonia, República Checa, Eslovaquia, Alemania, Austria y Hungría. Los fallecidos y desaparecidos se cuentan ya por decenas, y la infraestructura destruida de carreteras, puentes, represas y barrios enteros alcanza volúmenes históricos. Más al este aún, en China, el tifón Bebinca que sacudió ayer Shangai fue considerado el más fuerte en setenta y cinco años.
“Boris” y “Bebinca” hace algunas décadas hubiesen sido denominados como “tormentas del siglo”. La realidad hoy es que tenemos “Boris”, “Bebincas” e incendios monstruosos de forma cada vez más violenta y frecuente año a año.
La crisis climática se lleva puesta las mentiras de los negacionistas como Trump, Milei y Bolsonaro, pero también los falsos dobles discursos de las conferencias globales, donde todo el mundo posa preocupado mientras se sigue dejando que las grandes multinacionales y los intereses económicos empujen el planeta hacia convivir con la catástrofe en tiempo presente y de forma permanente. Nuestra consigna de “socialismo o catástrofe” se actualiza día a día.
Escribe Clara S. de Ambiente en Lucha (Izquierda Socialista e Independientes)
En las últimas semanas, de espaldas al rechazo popular expresado en cientos de acciones en todo el país, el gobierno logró la adhesión de tres nuevas provincias al RIGI: Mendoza, Chubut y San Juan, que se suman así a Jujuy y Rio Negro, las primeras en votar la adhesión. En la provincia de Salta, por su parte, se aprobó la adhesión en Diputados, pero quedó en suspenso luego la votación en el Senado mientras una multitud se manifestaba afuera del recinto.
El caso de San Juan resulta emblemático de la amenaza que representa el extractivismo en los territorios y el lobby que ejercen las mineras y petroleras. En esta provincia, donde todas las promesas de crecimiento económico se mostraron falsas, donde en 2015 se sufrió el derrame de mercurio, cianuro y metales pesados sobre cinco ríos, en Jachal, en la Mina Veladero de Barrick Gold, donde hoy se atraviesa una crisis hídrica que ha aniquilado toda actividad productiva ajena a la minería, los diputados de todos los colores se han puesto de acuerdo para votar beneficios aún más cuantiosos para las empresas, con lo que lograron atraer a la minera australiana BHP, conocida por el desastre ambiental de Minas Gerais.
La votación frente al RIGI profundiza la crisis del peronismo, que tanto en San Juan como en Salta aportó los votos necesarios para que el proyecto pase, así como lo hicieron también los diputados del Frente Renovador de Sergio Massa. En la provincia de Buenos Aires, un sector del peronismo criticó a Axel Kicillof por no adherir al RIGI a tiempo para ganar la pulseada por la planta de GNL. El proyecto alternativo promovido por el mismo gobernador bonaerense condensa estas contradicciones ya que ofrece a las multinacionales las mismas garantías que el proyecto oficial.
El peronismo, en materia de extractivismo y saqueo de bienes comunes, no tiene un programa económico sustancialmente distinto, el RIGI trae un marco legal de blindaje para una matriz extractivista que se viene consolidando hace décadas y bajo todos los gobiernos. Por eso necesitamos ejercer toda la presión posible para que respondan a las necesidades de los pueblos y los territorios.
Mientras las “castas” de diputados y senadores negocian entre sí los votos, crece en todo el país la campaña plurinacional contra la adhesión al RIGI, con participación de asambleas ambientales, comunidades indígenas, movimientos sociales, organismos de derechos humanos, espacios culturales y artistas que a nivel político es acompañada por el Frente de Izquierda Unidad. Vamos hacia una nueva semana de movilizaciones y actividades en todo el país para exigir a los legisladores que rechacen este régimen de saqueo.
Escribe Clara, Ambiente en Lucha (Izquierda Socialista e independientes)
A partir de una propuesta que llevamos junto a compañeres de la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones (BFS) y en articulación con numerosas asambleas socioambientales, lanzamos la campaña plurinacional contra la adhesión al RIGI, que rápidamente cosechó el apoyo de comunidades indígenas, organismos de derechos humanos y organizaciones políticas de todo el país. Así de necesario era construir una respuesta unitaria frente a este paquete de condiciones para el saqueo, votada recientemente por el Congreso Nacional.
La pelea contra el RIGI aún no está definida, sino que todavía debe ser votada por cada provincia y municipio. Por ahora sólo la provincia de Río Negro, apresurada por disputar la planta de GNL de YPF, votó la adhesión provincial. Aunque muchas provincias desde entonces debaten hacer lo mismo. En particular Buenos Aires, que rapiña esa misma inversión con Río Negro. La campaña implica una exigencia concreta hacia los representantes de los espacios políticos, en particular del peronismo, que se llenaron la boca hablando contra el RIGI cuando se trató en el Congreso y ahora estarían abriéndole las puertas en sus provincias.
Desde el movimiento socioambiental salimos a denunciar que el RIGI no significa ningún progreso, sino destrucción ambiental, profundización de las desigualdades y de los conflictos en los territorios. Este régimen de beneficios para las empresas contempla la jerarquización de sus actividades extractivistas para el uso del agua, la energía y el suelo, por encima de las necesidades de los pueblos, su gente y sus actividades productivas locales, que también se verán afectadas.
Este paquete es además inconstitucional, ya que violenta derechos reconocidos en la Constitución Nacional como la “no regresividad en materia de ambiente”, así como tratados internacionales vinculados a derechos ambientales, de acceso al agua y de derechos humanos. Vulnera también el derecho a la consulta libre e informada a las comunidades indígenas que habitan los territorios (convenio OIT), el derecho a la información y participación en la toma de decisiones de los pueblos sobre los territorios donde viven (Acuerdo de Escazú), y pretende pasar por encima de legislaciones locales de protección ambiental conseguidas con décadas de lucha.
La Campaña convoca a realizar acciones en cada territorio del 1 al 7 de agosto para visibilizar esta importante pelea. Reforcémosla en todo el país para exigir a diputados y legisladores que rechacen este paquete armado a medida de las multinacionales y el extractivismo.
Compartimos de la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones (BFS)
El gobierno provincial de Martín Llaryora y la justicia local buscan avanzar en la criminalización de les compañeres que le vienen poniendo el cuerpo a la defensa de los territorios. Las Asambleas del Valle de Punilla hace años están organizadas y han enfrentado el desmonte, y en los últimos tiempos en particular los ataques de quienes quieren avasallar todo al paso de la construcción de la “Autovía de Montaña”, parte del plan del grupo IRSA para conformar un corredor bioceánico que potencie el saqueo extractivista.
A los cotidianos ataques que sufren por parte de las bandas de los especuladores inmobiliarios, como el reciente incendio de una vivienda en Balcón de Punilla, hace tiempo viene sumándose también el brazo judicial imputando a defensores ambientales. En esta oportunidad, seis compañeres están atravesando una denuncia por parte de las autoridades locales, buscando la cárcel de les activistas y el amedrentamiento de las asambleas. Se trata de antecedentes gravísimos en el marco de la creciente hostilidad del gobierno nacional y provincial a quienes defienden los territorios, tal como lo expresó el presidente Javier Milei el 9 de Julio en la firma del pacto al que se prestó también el gobernador cordobés.
Les compañeres están siendo convocados a declarar en un juzgado a 200 kilómetros de distancia encareciendo los ya elevados costos del proceso de defensa. Y por eso están impulsando una colecta de fondos a la que invitamos a sumarse. Así mismo, se están juntando firmas en un pronunciamiento por el cierre de las causas (dejamos en historias y linktree). Proponemos desde BFS además impulsar una campaña de subida de fotos con mensajes de apoyo como “Basta de perseguir a les defensores ambientales de Punilla”, “defender el monte no es delito”.
Todo nuestro apoyo a les compañeres de Punilla y de cada rincón del país donde se lleve adelante la protección de los bienes comunes y los territorios frente a la depredación extractivista.