May 13, 2024 Last Updated 3:37 PM, May 10, 2024

Izquierda Socialista

Escribe Federico Novo Foti

El 25 de abril de 1974 se produjo la gran revolución encabezada por el llamado Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) formado por jóvenes oficiales, con amplio apoyo de los suboficiales y soldados, popular y obrero, conocida como la “revolución de los claveles”.
 
La revolución derrocó una dictadura fascista que había gobernado Portugal durante cuarenta y ocho años, instalada por el golpe militar de 28 de mayo de 1928, encabezado desde 1932 por Antonio de Oliveira Salazar, quien permaneció en el poder hasta 1968, hasta que fue reemplazado por Marcelo Caetano, como continuador del régimen dictatorial.

La chispa que encendió el fuego de la revolución provino de la crisis en las propias filas de las fuerzas armadas. Sectores de la oficialidad y las tropas portuguesas sufrían el desgaste de la ocupación colonial en África. La resistencia de los pueblos oprimidos había dado lugar a una guerra colonial que ya se prolongaba por más de una década en Mozambique, Guinea-Bissau, Angola y Cabo Verde, Santo Tomé y Príncipe y que no tenía solución militar.

La rebelión de las tropas en Lisboa el 25 de abril hizo que entrasen en escena las masas populares, saludando la caída de la dictadura. Ese mismo día, las y los trabajadores, la juventud y los sectores populares antidictatoriales se volcaron a los cuarteles a saludar a los militares rebeldes y a entregarles claveles, ignorando los avisos para quedarse en casa.

Se inició una revolución obrera y socialista

Así la “revolución de los claveles” se transformó en una revolución anticapitalista, obrera y socialista. Se dio inicio a un proceso revolucionario de movilización y organización que fue contra todas las viejas instituciones represoras y contra la misma burguesía portuguesa.

Los comités de fábrica se multiplicaron y también en la base de las fuerzas armadas surgieron comités. La revolución colonial en África, que fue parte del proceso, siguió desarrollándose, y la mayoría de las colonias africanas se independizaron del yugo imperialista.

El 1° de Mayo en Lisboa se hizo una gran movilización de cerca de un millón de personas gritando “muerte al fascismo” y “muerte a los PIDES”, que era la policía política del régimen. El MFA y los partidos obreros reformistas, el Partido Comunista de Portugal (PCP) y el Partido Socialista (PS), se incorporaron a un gobierno burgués de “unidad nacional” encabezado por el general Antonio de Spínola y con la participación de partidos de derecha democrática. En el MFA coexistían los spinolistas con sectores más radicalizados de la oficialidad joven. El MFA representaba a la pequeña burguesía radicalizada y tenía un programa democrático que no rompía con el capitalismo. Mientras, en los cuarteles los soldados y suboficiales se rebelaron frente a sus superiores. La clase trabajadora reclamaba por sus derechos con huelgas y tomas de empresas. La revolución estaba en curso.

 



Las masas derrotan un golpe contrarrevolucionario

En septiembre de 1974, Spínola cayó por la resistencia de las masas y fue reemplazado por otro general, Costa Gomes, que intentó aplacar a los sectores más de izquierda del MFA.

El 11 de marzo de 1975, Spínola intentó un golpe contrarrevolucionario, que fracasó por la movilización obrera y popular.  La derrota del golpe abrió una nueva etapa de la revolución. El proceso se radicaliza. Se logró, por ejemplo, la expropiación y nacionalización de los bancos y de una parte de los grandes grupos empresarios.

Miles de burgueses huyen del país, crecen las ocupaciones de fábricas, casas, tierras y se profundiza la crisis del ejército. Y se generalizan los comités de empresa, de inquilinos y de soldados. Lo que mostraba claramente ​​el carácter obrero y socialista de la revolución. El gran déficit era la ausencia de una dirección socialista revolucionaria. Los trotskistas, entre ellos partidarios de Nahuel Moreno, actuaban en el proceso, pero eran aún una minoría.

El poder dual y la falta de una dirección revolucionaria

Se ratificó un gobierno directo del MFA-PCP-PS como un gobierno de conciliación de clase de doble discurso. El MFA, por ejemplo, proclamó el inicio de “la primera etapa hacia el socialismo”,
“Durante toda esta etapa de unidad del bloque pequeño burgués MFA-PCP-PS, el programa e ideología común fue el democrático-burgués. El objetivo era lograr un sistema parlamentario, comenzando por la Asamblea Constituyente, que canalizara el ascenso revolucionario hacia el callejón sin salida de la democracia burguesa”, alertaba Nahuel Moreno en su texto de 1975, “Revolución y contrarrevolución en Portugal” (ver texto página 45 en nahuelmoreno.org)

En dicho texto Moreno hacía una analogía con la revolución rusa de 1917 y señalaba el peligro de la falta de un partido revolucionario de tipo bolchevique que condujera a las masas al socialismo en la revolución portuguesa. Moreno y los trotskistas de su corriente planteaban el desarrollo de la movilización y del poder dual bajo la consigna de “Por un Congreso Nacional de las Comisiones obreras y de soldados que derrote al gobierno del MFA y tome el poder”.

El fin de la dictadura y la conquista de amplias libertades democráticas fueron enormes conquistas, que siguen siendo valoradas cincuenta años después. Pero el rol de las direcciones reformistas del PCP, encabezado por su dirigente histórico Alvaro Cunhal que fue parte de los gobiernos como ministro sin cartera hasta 1976, junto al MFA y el Partido Socialista de Mario Soares, impidieron que se avanzara al socialismo, cuando había condiciones.

Se impuso la sumisión a la Comunidad Económica Europea (CEE) y, posteriormente, a la Unión Europea. Conquistas de la revolución, como la nacionalización de los bancos, el control obrero sobre muchas empresas y los organismos de poder dual, fueron desmantelándose paulatinamente.

A cincuenta años de la “revolución de los claveles” el Movimiento Alternativa Socialista (MAS), sección portuguesa de la UIT-CI, retoma las banderas de abril de ´74, luchando contra los gobiernos patronales de hoy, por una nueva revolución que debe ser socialista y construyendo una alternativa política revolucionaria que la encabece hacia el triunfo.

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Habla un soldado trotskista

Reproducimos partes de un largo reportaje a un soldado trotskista, reproducido de la Revista de América, N° 4, órgano de la corriente morenista, de junio de 1975.

“Después del 11 de marzo los soldados realizaron una asamblea general. Echaron no sólo al comandante y segundo jefe, sino también a todos los oficiales spinolistas hasta el grado de sargento. También echaron a un cabo primero, aunque era primo del general. Galvao de Melo. Los camaradas comprendieron la necesidad de seguir adelante y tomar el cuartel. La asamblea general resolvió crear varios comités. […] Con la purga (dice más adelante) fue quebrada la jerarquía militar, ya que los jefes expulsados fueron reemplazados por oficiales subalternos”.

En Coímbra, “las bases habían echado a dos oficiales asignados al cuartel por el Conselho da Revolucao” […] “en la Marina, donde la conciencia política de la base es más elevada, existe un comité de marineros que discute las órdenes emanadas de los oficiales, pudiendo aceptarlas o rechazarlas”.

 

Milei explícito. El programa de La Libertad Avanza al desnudo. Eso es lo que vimos y escuchamos en estos días, mientras el pueblo trabajador sigue sintiendo en sus bolsillos el ajuste que pulveriza salarios y jubilaciones y decenas de miles empiezan a vivir el drama de los despidos.

Primero fue el diputado libertario Bertie Benegas Lynch, en un reportaje del domingo pasado con Romina Manguel en FM Milenium. Sus afirmaciones fueron terroríficas: “Yo no creo en la obligatoriedad de la educación. Es una responsabilidad de los padres. Vos a tu hijo le querés dar lo mejor. Y muchas veces puede pasar en la estancia, y sobre todo en Argentina, que no te podés dar el lujo de mandar a tu hijo al colegio porque lo necesitás en el taller junto al padre trabajando”. ¡Un ataque en toda la línea a la educación pública y un aval al trabajo infantil! Una afirmación repugnante. Sarmiento, los liberales de la generación del ´80, los que hicieron la ley 1.420, se revuelven en su tumba. En el mundo, desde mediados del siglo XIX, abundan leyes que prohíben el trabajo de niñas y niños, diciendo que su lugar es la escuela. Esa es la famosa “libertad” de los libertarios: la de ser explotado de sol y a sombra. El mundo ideal de Bertie Benegas Lynch es el de los que trabajaban dieciocho horas diarias, del trabajo lúgubre de los niños en las fábricas, de la inexistencia de descanso semanal, sin vacaciones, ni ningún derecho.

Pero esto fue sólo el aperitivo. El lunes 8 de abril el presidente Milei mantuvo una extensa entrevista con el periodista Alejandro Fantino en el canal de YouTube Neura. Arrancó diciendo, orgulloso, que lo que estaba haciendo es “el ajuste fiscal más grande de la historia de la humanidad”.

Fantino le preguntó a Milei sobre las afirmaciones de Benegas Lynch. El presidente respondió que el diputado libertario hizo una “declaración desafortunada”, pero rápidamente aclaró que se refería a haber asistido a la entrevista con Romina Manguel, para comenzar ahí a desacreditarla e insultarla, en un clásico del presidente de La Libertad Avanza contra cualquier expresión de la libertad de prensa que lo contradiga. De hecho, en la propia entrevista, Milei atacó también a los periodistas Joaquín Morales Solá (diciendo “hay imbéciles que hablan de populismo de derecha”), Jorge Fernández Díaz (que había realizado una crítica al economista libertario adorado por Milei, Murray Rothbard) y a Jorge Fontevecchia de Perfil, diciéndole “ojalá que se funda”.

Volviendo al tema educativo, Ernesto Tenenbaum sacó a relucir que, ya en plena campaña electoral, el ultraderechista Javier Milei se pronunció explícitamente contra la educación obligatoria, con argumentos similares a los que la semana pasada usaba Bertie Benegas Lynch. De hecho, el 23 de abril del año pasado, el diario La Nación titulaba: “Milei se expresó en contra de la educación obligatoria”.

El gobierno de La Libertad Avanza deja librado “a la lógica del mercado”, léase a los grandes capitalistas, a los especuladores financieros y a los buitres de la deuda externa, absolutamente todo. Lo vemos en forma terrorífica con la epidemia del dengue, con un ministro de Salud cuyo máximo consejo es “no usar pantalón corto”, que no sólo no compra vacunas, sino que incluso se desentiende ante el desabastecimiento de repelentes diciendo que es algo que “debe resolver la oferta y la demanda”.

El ministro de Economía Caputo, por su parte, finge horrorizarse por los aumentos desaforados de las prepagas, pero fue el mismísimo gobierno quien liberó todo y dejó a los monopolios del sector, con Belocopitt (dueño de Swiss Medical Group) a la cabeza, que llevaran adelante esos abusos.

El gobierno ultraderechista de Milei deja todo “librado” al mercado, en la libertad de morirse de hambre, o contagiado de dengue, o sin poder acceder a un medicamento por no poder pagarlo. Pero la libertad se acaba, y ahí sí aparece “la intervención del estado” cuando se trata de impedir que suban los salarios. Así actúa la secretaría de Trabajo, negándose a homologar los convenios del gremio de Camioneros o de la UTA. La otra “aparición del Estado” es cuando se recurre a Patricia Bullrich y su protocolo represivo. Es que el ajuste “más grande del mundo”, solo puede pasar a palos.

En síntesis, nos encontramos ante un gobierno que lleva adelante un auténtico plan de guerra contra el pueblo trabajador, y que dice, explícitamente, que su objetivo es quitar todos sus derechos, los actuales y los históricos, hasta el máximo extremo inimaginable, liquidando la salud y la educación públicas.

Por eso, hoy es más urgente que nunca pelear para derrotar este plan. En todas y cada de las luchas cotidianas, como haremos el viernes 12 marchando contra los despidos y el ajuste en el sector público y con la coordinación de los sectores en conflicto convocando a un Encuentro en Plaza de Mayo (ver páginas centrales). Del mismo modo, que es fundamental un nuevo paro general y un plan de lucha de las centrales sindicales, la CGT y las CTA. Este es el camino, la pelea es ahora para derrotar el plan motosierra y licuadora del gobierno de Milei y el FMI.

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Escribe Adolfo Santos

Estamos en medio de una importante batalla. De un lado el gobierno ultraderechista de Milei y su plan motosierra apoyado por los grandes grupos económicos y el FMI, del otro, las y los trabajadores, jubiladas y jubilados y sectores populares, organizando luchas, paros y movilizaciones en defensa del salario, de derechos y contra los despidos y los recortes presupuestarios. Reclamamos a la CGT y a las CTA un nuevo paro general y un plan de lucha nacional para derrotar el brutal ajuste.

El gobierno no desacelera y continúa aplicando su plan motosierra al servicio del FMI. Licua salarios y jubilaciones, produce despidos a mansalva y recorta partidas presupuestarias para educación, salud, cultura o las destinadas a los sectores sociales más necesitados. Las consecuencias de estas políticas están a la vista: crece la pobreza, aumenta el desempleo por la brutal recesión y epidemias como el dengue se extienden sin solución generando mayores sufrimientos entre el pueblo trabajador y sectores populares.

Eso explica que en pocos meses el nuevo gobierno ultraderechista haya sido confrontado con paros, protestas y movilizaciones callejeras. Sectores de la salud, la educación, estatales, aeronáuticos, colectiveros, del movimiento obrero industrial, como metalúrgicos, han realizado paros contra las políticas del gobierno. Protestas que se extendieron mediante asambleas barriales como las de la cultura o las que organizan comunidades barriales tratando de impedir el avance del plan motosierra. En ese sentido, el paro nacional del 24 de enero demostró ser una importante herramienta unificadora, contribuyendo a la caída de la Ley Ómnibus.

Un nuevo paro general

En todo este tiempo, la clase trabajadora y sectores populares vienen demostrando que no están dispuestos a aceptar el brutal ajuste del gobierno y el FMI y quieren dar la pelea. El paro nacional convocado por la Ctera el 4 de abril, el paro con movilización de los estatales del día 5, la nueva marcha de los metalúrgicos desde Ternium (planta del grupo Techint/Rocca, ubicada en Ramallo) hasta la plaza Mitre de San Nicolás, la masiva asamblea realizada por los ferroviarios del Sarmiento en contra de la privatización de los trenes y los despidos, entre otras manifestaciones, colocan a la orden del día la convocatoria inmediata de un nuevo paro general y un plan de lucha nacional.

Un importante sector de sindicatos, cuerpos de delegados combativos, movimientos piqueteros combativos, asambleas barriales, sectores de la cultura, en defensa del ambiente, de la mujer, estudiantiles, de derechos humanos, de jubilados y organizaciones políticas de izquierda, reunidos el 3 de abril en la sede del Sutna adoptaron importantes resoluciones. Se manifestaron por un nuevo paro general y, consecuente con eso, propusieron impulsar una movilización contra los despidos para el 12 de abril. Deliberaron “convocar […] a las y los luchadores de todos los ámbitos, […] el 1° de Mayo en Plaza de Mayo para apoyar e impulsar las luchas, coordinar acciones, y tomar iniciativas para derrotar el plan de ajuste [...] del gobierno de Milei”. Y decidieron movilizarse al Congreso cuando se trate la nueva Ley Ómnibus presentada por el gobierno en negociación con la oposición patronal que, entre otros ataques, propone una reforma laboral para retirar derechos.

Los gremios docentes y no docentes de universidades nacionales, ATE Conicet y FUA, convocaron para el 23 de abril a una gran marcha federal en defensa de la universidad estatal, pública, laica y gratuita y del presupuesto para salarios y becas estudiantiles contra la motosierra de Milei.

No hay tiempo que perder. No se puede permitir que las luchas por sectores queden aisladas y sufran desgaste, se impone la unificación de las protestas en curso en un nuevo paro general acompañado de un plan de lucha nacional que le de continuidad con actos, movilizaciones y manifestaciones regionales que le demuestren al gobierno, a las multinacionales y a la oposición patronal de todo tipo que no estamos dispuestos a aceptar el plan motosierra, la licuación de salarios y jubilaciones y al protocolo anti piquete de Bullrich que pretende impedir la protesta.

La CGT acaba de anunciar un nuevo paro general para el 9 de mayo ante un gobierno que sigue con su brutal ajuste, está anunciada una gran Marcha Federal Educativa para el 23 de abril de estudiantes, docentes y no docentes, y se viene el 1° de Mayo.

Vayamos, todas y todos, a marchar el 1° de Mayo y a parar masivamente el 9 de mayo. Paro que tiene que ser parte de un plan de lucha nacional. La CGT y las CTA deben a llamar desde ahora a asambleas en los lugares de trabajo y a plenarios de delegados para prepararlo, poniendo de pie al conjunto del movimiento obrero para derrotar el ajustazo y el protocolo represivo de Milei y el FMI

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Escribe Pablo Montenegro, cuerpo de delegados Sarmiento

Y Milei metió la motosierra en el ferrocarril. Los 116 compañeros despedidos este lunes 8 pertenecientes a Adifse, representados por APDF y la UF, confirman la certeza de las resoluciones contra los despidos aprobadas en nuestra masiva asamblea del 26 de marzo en el Sarmiento cuando exigimos a la directiva nacional a convocar asambleas en todas las líneas para coordinar un plan de lucha en defensa de los puestos de trabajo. Ahora que se consumó el ataque, la directiva debe pasar a la acción para conseguir la reincorporación inmediata. No son ñoquis, como insinúa el gobierno en cada despido, son técnicos, ingenieros y personal especializado, que cumplen tareas esenciales para garantizar la seguridad del transporte ferroviario.

La iniciativa que tuvimos desde el cuerpo de delegados y la seccional Oeste del Ferrocarril Sarmiento de convocar a una gran asamblea para resolver un plan de acción contra los despidos anunciados por el gobierno, la privatización y repudiar el acuerdo salarial a la baja firmado por la burocracia, fue un gran paso adelante. La sede de la seccional desbordó con más de mil compañeros presentes contando las delegaciones de las líneas Mitre, Roca, Belgrano Norte, San Martín y del Banco Nación.

Al abrir la asamblea, Rubén “Pollo” Sobrero llamó a defender los puestos de trabajo. Informó que había sido invitado el secretario General de la UF Sergio Sasia a participar de la misma, pero no concurrió. Y dijo: “lo que no hace la Directiva lo tenemos que hacer nosotros. Pero le vamos a seguir exigiendo que se ponga al frente para frenar este ataque brutal”. Hubo decenas de intervenciones. Una delegada de Limpieza dijo “es la primera vez que hablo en una asamblea tan grande. Estoy contenta porque vinieron muchas compañeras que son madres solteras, a quienes les dijimos que pidan ayuda a sus familias para concurrir, y hoy están acá”, generando una gran emoción.

Mónica Schlotthauer graficó: “damos la vida por nuestro trabajo y ahora para Milei y Caputo somos trapos, nos quieren echar por viejos o enfermos, cuando quien nos enferma es la empresa y el gobierno. El 30% de achique de personal es para ir a la privatización con subsidios incluidos. Por eso estamos por la reestatización de todo el sistema ferroviario bajo control de trabajadores y usuarios. Acá no sobra nadie y el tren tiene que volver a todos lados”. Edgardo Reynoso comparó al plan de Milei con el de Menem en los ´90 que dejó 90 mil ferroviarios en la calle y 20 mil kilómetros de vías menos.

Se recordó a Mariano Ferreyra y a los familiares de la masacre de Once y un compañero de evasión hizo una importante reflexión: “Acá hay muchos compañeros que son de la Verde o votaron a Milei, y están en esta asamblea. Otros estuvieron con el Frente Renovador. Pido un aplauso para todos ellos porque estamos juntos defendiendo lo nuestro”. Cuando se votaron las resoluciones propuestas por Cristian Duarte de la Comisión de Reclamos, se palpó la satisfacción de haber dado un paso al frente en la unidad para enfrentar el plan motosierra de Milei contra el ferrocarril.

La asamblea votó un plan de lucha, concentraciones, el trabajo conjunto con las asambleas del Oeste a través de la Comisión Salvemos al Tren que programó actividades en General Rodriguez y Mercedes, un festival y la coordinación con otras organizaciones en lucha.

Ahora tenemos una tarea inmediata que es la lucha por la reincorporación de los compañeros despedidos y parar la motosierra de Milei en el ferrocarril. En un  comunicado de prensa, la Directiva de la UF critica la medida, pero no exige la reincorporación de los despedidos. Desde el cuerpo de delegados del Sarmiento vamos a insistir ante la Directiva de la UF en la realización de asambleas en todas las líneas para votar un plan de lucha unificado por la reincorporación de los despedidos, contra la privatización y el desmantelamiento del ferrocarril y por un acuerdo salarial que dignifique nuestro trabajo.

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Escribe Pablo Almeida, delegado general Junta Interna ATE Ministerio de Economía
 
El ultraderechista de Milei ha comenzado el mes de abril con una tanda brutal de despidos en la administración pública nacional. Según dichos del vocero Adorni el número de despidos en esta oleada podría llegar a 15.000.  En todos los ministerios, organismos y reparticiones se están dando casos de despidos, o incluso cierres de organismos vía el desguace y el ahogo presupuestario. El primer blanco del ajuste del gobierno están siendo los sectores más precarizados, compañeros y compañeras con modalidades de contratación precarias como los contratos a término bajo convenio (conocidos como Ley Marco)  o directamente monotributistas. Y el propio vocero presidencial Adorni confirmó que esto es solo una primera tanda ya que los contratos se renovarán (como máximo) tres meses.

La lucha contra los despidos no se hizo esperar. En las principales dependencias el miércoles 3 de abril, primer día hábil del mes, se organizaron concentraciones para garantizar el ingreso de todas y todos los despedidos. Enfrentando una militarización tan desproporcionada como ridícula se logró el objetivo y comenzó a organizarse en muchas dependencias la pelea contra los despidos.

Lamentablemente las direcciones sindicales están lejos de lo que la situación demanda. UPCN en palabras de su eterno secretario general Andrés Rodríguez ha negado que exista un ataque que amerite un paro general de todos los estatales y se limita a acciones judiciales. No sorprende porque justamente Rodríguez es parte del ala de la CGT que se viene oponiendo al llamado a un segundo paro general contra el gobierno que ponga en jaque su plan de ajuste. Y ATE si bien ha convocado a un paro y movilización el 5 de abril que congregó en la calle a más de cinco mil estatales, no le da continuidad con medidas escalonadas para derrotar el plan motosierra contra los puestos de trabajo.

Desde Estatales en Marcha creemos que es imprescindible que desde cada sector comencemos a poner en pie una pelea a la altura del ataque que estamos recibiendo. Y que en la lucha busquemos la máxima confluencia de sectores para que la pelea no se de lugar por lugar. Por eso hemos sido impulsores desde las Juntas Internas de Ministerio de Economía e Indec de la gran acción unitaria del 26 de marzo frente al Ministerio de Economía que unificaron bajo cinco puntos básicos a más de una decena de juntas internas congregando a miles de compañeros para reclamar contra los despidos y exigirle a la CGT y a las CTA la necesidad de un paro nacional y plan de lucha.

Reclamamos a las conducciones de nuestra ATE que cesen las divisiones que sólo aportan confusión y debilitan la pelea. Necesitamos instancias democráticas para decidir entre todos y todas un verdadero plan de lucha. Exigimos que el Congreso de Memoria y Balance de la seccional Capital convocado para el próximo 18 de abril se convierta en una asamblea general de afiliadxs y no afiliadxs. Solo por ese camino se forjarán las imprescindibles unidad y masividad en la lucha para derrotar la motosierra que hoy busca dejar sin laburo a miles de compañeras y compañeros.

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

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