Apr 28, 2024 Last Updated 1:19 AM, Apr 28, 2024

Izquierda Socialista

Escribe Daniel Vera, docente, miembro de la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos de Argentina

El 15 de marzo se realizó en Buenos Aires el 1° Encuentro Regional de Redes de Sobrevivientes y Organizaciones Aliadas de Latinoamérica, EN NUESTRAS PALABRAS.

Organizado por la asociación civil Aralma (que trabaja en la visibilización y erradicación de la violencia que padecen bebes, niños, niñas, adolescentes), nos reunimos representantes de organizaciones de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Perú y Venezuela. Muchas de esas organizaciones eran de Abusos Eclesiásticos, como la que yo representaba. Escuchar en primera persona el accionar de la Iglesia Católica, confirma algo que ya sabíamos: es una institución intrínsecamente misógina y pedófila, y sigue muy vigente el “espíritu” de la Inquisición. Al estar siempre aliada al poder, hace que esa asimetría del abuso tenga rasgos clasistas.

La lucha contra la imprescriptibilidad del delito de todo tipo de abuso a niñas, niños y adolescentes es una urgencia. Coincidimos que, como lucha política que es, debemos exigir a los estados su urgente accionar. También coincidimos en que los derechos conquistados se lograron luchando en las calles, y que esta lucha también es internacional, sobre todo para enfrentar una organización que lleva el nombre de “católica” (que significa universal). La “calle virtual” nos da la posibilidad de visibilizar nuestro reclamo y la solidaridad con las víctimas de otros lugares, ya que el amedrentamiento y la coacción son moneda corriente en el accionar de la iglesia. Hay muches compañeres que temen por sus vidas.

Fue una jornada muy intensa y emocionante, ya que quienes somos sobrevivientes sabemos que nuestro cuerpo es el lugar del delito, como dice Eneas Espinoza de la Red Chilena. Todes quienes participamos somos militantes de distintas causas, y que nos encontraron en ese momento luchando contra el abuso, como parte de la lucha de clases.

¡Separación ya de las Iglesias de los Estados!

Escribe Federico Novo Foti

Hace cien años nacía Nahuel Moreno, uno de los principales dirigentes del trotskismo. Fue el más consecuente y decidido continuador de las enseñanzas de León Trotsky. Dedicó su vida a la construcción de partidos revolucionarios y la Cuarta Internacional. Maestro y fundador de la corriente “morenista”, que integramos con orgullo Izquierda Socialista y la UIT-CI, en este primer artículo lo homenajeamos repasando su experiencia en Argentina en la tarea de construir partidos obreros revolucionarios.

Hugo Miguel Bressano Capacete, más conocido como Nahuel Moreno, nació el 24 de abril de 1924 en Alberdi, un pueblo de la provincia de Buenos Aires. En 1942, un trabajador marítimo de apellido Faraldo lo ganó para el trotskismo.

El trotskismo había nacido en la década de 1920. León Trotsky, máximo dirigente de la Revolución Rusa junto a Vladimir Lenin, batalló contra la política de conciliación de clases y el abandono de la lucha por conquistar gobiernos de trabajadores y el socialismo mundial por parte las direcciones socialdemócratas (los partidos socialistas) y el aparato estalinista que impuso la política del “socialismo en un solo país” desde que comenzó a dominar el estado soviético, los partidos comunistas y la Tercera Internacional, tras la muerte de Lenin en 1924. Antes de ser asesinado en 1940 a manos de un agente estalinista, Trotsky escribió el “Programa de Transición” para la revolución socialista y fundó la Cuarta Internacional, una nueva organización para dar continuidad a la lucha por el programa revolucionario.

El trotskismo obrero en Argentina  

En Argentina, en los primeros años de la década de 1940, el trotskismo se limitaba a algunos grupos dispersos, que en su mayoría militaban poco y realizaban largas reuniones de debate en los bares de la ciudad de Buenos Aires, como el Café Tortoni. El joven Moreno entró al grupo orientado por Liborio Justo, cuyo seudónimo era Quebracho. Pero pronto Moreno abandonó el grupo.

En 1944, Moreno fundó el Grupo Obrero Marxista (GOM), junto a un grupo de jóvenes. Su documento precursor, “El Partido”, basado en las enseñanzas de Lenin, planteaba la importancia de iniciar la tarea de construir un partido revolucionario, comenzando por empalmar con “el movimiento obrero, acercándonos y penetrando en las organizaciones donde éste se encuentre, para intervenir en todos los conflictos de clase”.  El GOM tuvo su bautismo de fuego en enero de 1945 cuando estalló la huelga del frigorífico Anglo-Ciabasa en la localidad de Avellaneda, provincia de Buenos Aires. El dirigente trotskista del sindicato de la madera, Mateo Fossa, les aconsejó que se pusieran al servicio de la huelga, sin pretender “bajar línea”. El respeto que se ganaron aquellos jóvenes por su compromiso con la huelga les permitió instalarse en Villa Pobladora (Avellaneda), editar su primer periódico “Frente Proletario” y comenzar a dirigir varios sindicatos en la zona. El grupo se fue forjando en polémica con el peronismo, que planteaba la conciliación de clases y el apoyo al gobierno burgués como salida de fondo para los trabajadores y el pueblo.

De la experiencia de Pobladora, Moreno sacó la conclusión fundamental de la necesidad de construir partidos revolucionarios ligados a la clase trabajadora y sus luchas. Incluso, desde 1948, cuando Moreno participó del segundo congreso de la Cuarta Internacional en París, comenzó a polemizar con el trotskismo europeo para que la Cuarta y sus secciones nacionales superaran la etapa de grupos de propaganda y adquirieran o reforzaran su ligazón con la clase obrera y sus luchas.

Adoptar una perspectiva internacional y ligarse al movimiento obrero, permitieron a Moreno precisar el fenómeno peronista de entonces como un nacionalismo burgués enfrentado parcialmente al plan de colonización estadounidense para la región. En 1955, el POR orientado por Moreno se opuso al “Golpe Gorila”. Ante los primeros ataques que recibió el movimiento obrero, Moreno lanzó la línea de organizar el Movimiento de Agrupaciones Obreras, cuyo periódico fue “Palabra Obrera”, para coordinar y unir las huelgas y ocupaciones de fábrica en la “resistencia” a la dictadura. Lo hizo ante la defección del propio Juan Domingo Perón y la burocracia sindical, y el apoyo escandaloso del PS y el PC a la dictadura. Palabra Obrera se integró a la intersindical, que luego pasó a llamarse “62 Organizaciones Peronistas”, polemizando y disputando con la burocracia sindical peronista. En 1959, cuando fue derrotada definitivamente la resistencia, un grupo de dirigentes capituló a la burocracia y rompió con Palabra Obrera. Moreno polemizó con ellos y su idea de que la burocracia eran luchadores confundidos, por el contrario, demostró que las burocracias son agentes de las patronales para traicionar las luchas obreras.

La pelea del morenismo por construir partidos revolucionarios internacionalistas e insertos en la clase obrera y sus luchas continuó a contracorriente, frente a quienes abandonaban la tarea para capitular a las direcciones mayoritarias o buscaban atajos que llevaban a nuevos callejones sin salida, como la guerrilla. (ver recuadro) Desde mediados de la década de 1960, aún bajo las difíciles condiciones impuestas por la dictadura de Juan Carlos Onganía, Moreno alentó a “peinar” (recorrer) la fábricas y barrios obreros en busca de activistas para reconstruir el partido. En 1968 se dieron en Francia los acontecimientos conocidos como “Mayo Francés”, que evidenciaron el ascenso del movimiento estudiantil unido a las huelgas obreras. Moreno entonces orientó a un sector del partido a intervenir en las universidades. El “Cordobazo” y las insurrecciones obreras y estudiantiles en distintas ciudades del país en 1969 hirieron de muerte a la dictadura y ratificaron el acierto de Moreno. En 1972 se fundó el Partido Socialista de los Trabajadores (PST), que intervino en las luchas y las elecciones en abierta polémica con la guerrilla y quienes planteaban que el retorno de Perón resolvería los problemas sociales y económicos del país. El PST tuvo razón. La crisis continuó, las luchas obreras también y en junio de 1975 se produjo la primera huelga general contra un gobierno peronista. Entre tanto, las bandas fascistas comenzaron a actuar al amparo del gobierno, matando a dieciséis militantes del PST. Tras el golpe de estado, el PST continuó funcionando bajo las terribles condiciones de la clandestinidad, orientado por Moreno desde su exilio en Colombia. Al caer la dictadura, con Moreno ya en el país, y gracias a la heroica supervivencia de la militancia del PST, el Movimiento al Socialismo (MAS) llegó a ser la fuerza de izquierda más grande de la Argentina y el partido trotskista más grande del mundo.       

La actualidad del morenismo

Nahuel Moreno falleció el 25 de enero de 1987 dejando una extensa elaboración teórica y política, plasmada en varios libros y folletos que continúan vigentes con sorprendente actualidad. Sin embargo, uno de sus legados más importantes es el de haber insistido en la lucha por construir partidos revolucionarios e internacionalistas ligados al movimiento obrero en la pelea por gobiernos de trabajadores y el socialismo. Desde Izquierda Socialista y la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI) asumimos el compromiso de dar continuidad a esa tarea. Los trabajadores y trabajadoras, la juventud, las mujeres y los sectores populares no dejan de luchar ante la creciente pobreza, la destrucción ambiental y todas las penurias provocadas por el capitalismo decadente. Si no se avanza más, y algunas veces hasta se retrocede, es por la falta de esa dirección revolucionaria. Ese es el desafío al que nos seguimos comprometiendo los morenistas a realizar junto con las y los que luchan.



* Video sobre la vida de Moreno

*También podés buscar más información en nahuelmoreno.org

 


Moreno polemiza con el guerrillerismo

En 1959 triunfó la revolución cubana. Un movimiento guerrillero, con una dirección pequeño burguesa, encabezó una insurrección popular triunfante que terminó expropiando a la burguesía e instaurando el primer estado obrero en América. Impactada por la revolución cubana, una generación de heroicos luchadores se referenció en Fidel Castro y Ernesto “Che” Guevara y se dispuso a aplicar la receta guerrillera en sus países, buscando un atajo para la revolución socialista.1 En el trotskismo, la mayoría orientada por Ernest Mandel, capituló al castrismo y su concepción guerrillerista. En oposición, Moreno reconoció la validez de la táctica guerrillera, pero polemizó con la idea de aplicarla en todo tiempo y lugar. Llamó a continuar la tarea permanente de construir partidos revolucionarios insertos en el movimiento obrero y de masas. Pero el debate no fue fácil. En Argentina, tras la derrota de 1959, la concepción guerrillerista ganó al dirigente de Palabra Obrera, Ángel Bengoechea. En 1965 nació el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), pero dos años más tarde se dividió. Roberto Santucho y otros dirigentes se lanzaron a la aventura guerrillera.2 El trágico destino y la descomposición en la que terminó la experiencia guerrillerista dieron la razón a Moreno.

Federico Novo Foti

1. Nahuel Moreno. “Polémica con el Che Guevara”. Editorial CEHuS, Buenos Aires, 2017 y N. Moreno. “Perú: dos estrategias”. CEHuS, Buenos Aires, 2015.
2. Martín Mangiantini. “El trotskismo y el debate de la lucha armada”. El Topo Blindado, Buenos Aires, 2014.

A cien años del nacimiento de Nahuel Moreno, uno de los principales dirigentes del trotskismo, maestro y fundador de la corriente “morenista” que integramos con orgullo desde Izquierda Socialista y la UIT-CI, realizaremos un acto homenaje el 24 de abril a las 18 horas en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Santiago del Estero 1029 - CABA.

¡Te esperamos!


Escribe Miguel Lamas, dirigente de la UIT-CI

La violencia entre las bandas de pandillas armadas y la policía en Haití se ha agravado en las últimas semanas. Renunció su primer ministro, el dictador Ariel Henry, y Estados Unidos intentó enviar tropas de ocupación de países subordinados. Las principales pandillas del país controlan más del 80% de la capital.

Reproducimos extracto de la declaración del 6 de marzo de la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI) llamando a la solidaridad con la lucha del pueblo trabajador haitiano.

El ex primer ministro, Ariel Henry, estaba en el poder desde 2021, cuando fue asesinado el presidente Jovenel Moïse. Y fue designado por el “Core Group”, integrado por los embajadores de los gobiernos de Estados Unidos, Canadá, Francia, Brasil, Estado Español y Alemania, y representantes de la Unión Europea, la ONU y la OEA. Bajo su mandato ha continuado acelerado el deterioro del país que caracterizó a los gobiernos derechistas de Martelly y Moïse, del Partido Haitiano Tét Kale (PHTK), también apuntalados por el imperialismo estadounidense y europeo.

Entre el 2004 y el 2017 Haití estuvo nuevamente ocupado por tropas extranjeras, muchas de supuestos gobiernos progresistas, pero al servicio del imperialismo: tropas brasileñas enviadas por Lula da Silva, tropas de Argentina, Ecuador, Bolivia, Uruguay y Chile. Estas tropas cometieron graves crímenes contra el pueblo haitiano, generaron una epidemia de cólera que mató a miles de personas y fueron corresponsables en la generación de las condiciones en las cuales han prosperado las mafias criminales, sosteniendo al régimen surgido del golpe de Estado de 2004 y sus antipopulares gobiernos al servicio de la burguesía haitiana.

Como las pandillas centroamericanas o los cárteles del narcotráfico de México, las pandillas haitianas se abastecen con armamento proveniente de Estado Unidos y se financian mediante el narcotráfico y la extorsión, llegando a acuerdos con políticos y empresarios. Como consecuencia de los enfrentamientos entre bandas y sus acciones contra la población, en el 2023 murieron alrededor de cuatro mil personas y tres mil fueron secuestradas, mientras que más de 300 mil resultaron desplazadas forzosamente. La producción agrícola ha sido perjudicada por los ataques de las bandas al campesinado.

Ahora se planifica otra invasión con gobiernos sobornados por el imperialismo. Con fuerzas armadas africanas de Kenia, Senegal, Benin, Chad, Burundí, y latinoamericanas de Jamaica, Bahamas y Bélice. El imperialismo pretende así perpetuar el sometimiento del pueblo haitiano a gobiernos ilegítimos, corruptos y serviles ante los intereses de Estados Unidos y las potencias europeas.

La cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que reunió en marzo a los gobiernos de América Latina y el Caribe, también emitió una declaración apoyando la ocupación militar de Haití.

Pese a las terribles dificultades, hubo importantes movilizaciones del pueblo haitiano contra el gobierno opresor, recientemente en defensa del canal de riego en Ouanaminthe, muestra que persiste un gran potencial en el movimiento de masas. También ha habido intentos de autoorganización comunitaria para enfrentar y expulsar a las pandillas de los barrios populares. El desafío es, en medio de las enormes dificultades que presenta la situación, dar pasos hacia la unidad de quienes desde la izquierda apuestan por un gobierno de la clase trabajadora y las comunidades populares y campesinas, así como la juventud, para visibilizar una alternativa política a las organizaciones de la burguesía y las mafias, tanto en el terreno de la movilización como en el de un eventual proceso electoral.

Desde UIT-CI llamamos a movilizarnos en Latinoamérica y el Caribe, en solidaridad con el pueblo haitiano. En los países caribeños y africanos cuyos gobiernos están preparando el envío de tropas, oponernos a estos planes al servicio del imperialismo estadounidense y europeo. En los países cuyos gobiernos integran el Core Group, exigir la disolución de ese instrumento de sometimiento político que viola el derecho del pueblo haitiano a la autodeterminación. Apoyamos la lucha contra las bandas criminales que pretenden aterrorizar a las comunidades urbanas y rurales. Ni tropas de ocupación ni pandillas. Que se anule toda la deuda externa y que Estados Unidos y Francia paguen reparaciones por sus crímenes históricos contra Haití. Por la unidad del pueblo trabajador haitiano para que tome su destino en sus propias manos y pueda superar la actual crisis.


Primer país libertador de esclavos afros, hoy esclavizado

a de las principales fuentes de riqueza de Francia en el siglo XVIII. Haití inició su gran rebelión de esclavos africanos en 1791, logró su independencia después de larga lucha en 1804 como república formada por los antiguos esclavos y luchó por la libertad de los esclavos afros en toda América. Eso llevó a decenas de intervenciones armadas imperialistas: Francia, España y Gran Bretaña. ¡Francia lo obligó a indemnizar a los ex dueños de esclavos por haberse liberado! Después Estados Unidos lo ocupó militarmente desde 1915 hasta 1934 y prosiguió con otras intervenciones militares directas y también a través de ejércitos de otros países, de dictaduras o mafias agentes del imperialismo. No se restableció formalmente la esclavitud, pero los haitianos fueron condenados a la miseria total, hambre y trabajos con salarios míseros. Es el país más pobre de América, con una minoría oligárquica y un 80% de pobres. Hoy asalariados haitianos que ganan 120 dólares al mes, producen ropa para exportar a Estados Unidos con empresarios yanquis.

Miguel Lamas

Escribe Laura Marrone

Este 12 de marzo se hizo efectiva la libertad de Cristian Díaz, preso por orden de la Embajada de Israel en Buenos Aires. Una delegación del Comité de Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino, del cual Izquierda Socialista es parte, nos hicimos presentes en la cárcel de Marcos Paz para acompañarlo hasta su casa y expresarle nuestra alegría por su libertad luego de ocho meses de encarcelamiento. Durante el trayecto nos relató infinidad de anécdotas de su paso por ese penal de máxima seguridad donde compartió la vida con presos acusados de crímenes de todo color. “Todas historias de vida originadas en las mismas causas: pobreza, marginalidad, abandono” nos decía, no sin un dejo de dolor por quienes perdieron su juventud sin oportunidad de una vida digna.

Cristian continúa bajo proceso acusado de odio racial por una publicación en Facebook que realizó en 2022 repudiando el bombardeo de campos de refugiados en Gaza por parte de las fuerzas armadas de Israel. Una acusación insólita que evidencia el grado de dependencia del poder judicial y policial de nuestro país respecto del estado sionista de Israel. Al mismo tiempo que lograba su excarcelación, fue ordenada la prisión domiciliaria de Nicolás Escudero, joven detenido desde hacía varios meses por un hecho similar en el penal de Mendoza.

Sin duda, los servicios de inteligencia de la Mossad que actúan en nuestro país conocían las actividades de ambos, “un cuatro de copas al que el sionismo agrandó” según las palabras del propio Cristian. Las dos detenciones tuvieron como propósito amedrentar a quienes activan en solidaridad con el pueblo palestino en nuestro país. Pero no lo lograron. A medida que la solidaridad internacional con el pueblo palestino se extiende por todos los confines del planeta, es cada vez más condenado el accionar criminal del estado genocida de Israel y cada vez más difícil justificar injusticias como las que vivió Cristian.

Por su absolución definitiva, el alto el fuego y la condena de Israel por este genocidio, seguiremos luchando.

 

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

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