Oct 13, 2024 Last Updated 12:39 AM, Oct 13, 2024


Escribe Pablo Almeida, legislador porteño por Izquierda Socialista/FIT Unidad y delegado general ATE Ministerio de Economía

La semana pasada, días antes de las elecciones legislativas, Parque Norte fue escenario del Congreso Nacional de la CGT, en donde se terminó de erigir un nuevo triunvirato. Unificada y con los sectores de mayor peso a la cabeza, el gobierno y los empresarios tienen una nueva conducción sindical alineada a las necesidades de profundizar las políticas de ajuste y el postergado acuerdo con el FMI.

Luego de idas y vueltas, y de una cuota de cacareo entre los caciques sindicales de diferentes orientaciones políticas, todos ellos burócratas de pura cepa, se definió que Hector Daer de Sanidad, Carlos Acuña de Estaciones de Servicio y Pablo Moyano de Camioneros encabezan la nueva conducción tripartita de la Confederación General del Trabajo (CGT). Esta nueva conducción buscará apuntalar al gobierno, golpeado y en crisis, que tiene por delante dos años más de gestión en medio de la crisis económica y social que sacude a la mayoría de los trabajadores, con salarios a la baja y la carestía generalizada.

El recién estrenado triunvirato fue gestado para representar a los sectores más atornillados de la CGT y del entramado peronista: “los gordos”, representados por Daer; Acuña alineado al gastronómico Barrionuevo; y Pablo Moyano en representación de Camioneros y otros gremios cercanos a Hugo Moyano. Antonio Caló de la UOM, fuera del encabezado principal, quedó al frente de una de las secretarías que fueron repartidas entre los gremios con más peso: Smata, Comercio, Upcn, entre otros. Como deslizó por debajo de la mesa el vocero de la CGT, “es preciso contener a todos los sectores del movimiento obrero en el contexto de una unidad integral, en especial ante el difícil momento de la vida nacional” (Ambito Financiero, 11 de noviembre).

Todos ellos son viejos conocidos de los trabajadores, porque son quienes vienen firmando paritarias a la baja, mirando para otro lado cuando se votan leyes antiobreras o haciéndose los desentendidos frente a los despidos. Como triunvirato, entre sus miembros suman años de experiencia en darle la espalda a los laburantes, y estar pegados a los gobiernos de turno y sus políticas a favor de los empresarios y las multinacionales. En esta oportunidad, serán los escuderos que el gobierno y las patronales necesitan para cerrar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y así pagar los compromisos con el organismo, a costa de más hambre y saqueo, descargando más ajuste sobre los trabajadores y sectores populares. Ya lo han hecho durante el gobierno de Macri, reforma previsional de por medio, entregando el salario y derechos laborales, por dar algunos ejemplos. La posibilidad de una futura reforma laboral, pedida por gran parte de la oposición patronal y de los empresarios, encontrará seguramente en este triunvirato “renovado” un aliado a la hora de plasmar una nueva ley de trabajo que contenga todas las demandas de las patronales. Por eso somos claros: nada nuevo y bueno para los trabajadores desembarca  con esta CGT. La bronca contra estas direcciones sindicales viene aumentando, y se refleja parcialmente en la derrota electoral del gobierno y en el surgimiento de nuevas conducciones sindicales.
Por ello es necesario seguir apostando y desarrollando estas nuevas experiencias sindicales democráticas y combativas, con dirigentes elegidos por voto directo y que encabecen cada una de las luchas por venir. Este nuevo e incipiente modelo sindical, como el caso de ATEN Neuquén con Angélica Lagunas, el Sutna con Crespo, los ferroviarios del Sarmiento con el “Pollo” Sobrero, la Multicolor de Suteba, entre otros, muestran que es posible y necesario. Desarrollemos un nuevo polo de organización sindical antipatronal y antiburocrática, apostando a fortalecer el sindicalismo combativo y el Plenario Sindical Combativo, como experiencias de organización opuestas a la vieja y entregadora burocracia sindical peronista. Bregamos por una organización sindical al servicio de las luchas, como una herramienta para que las mismas triunfen, no como un privilegio.


Escribe Pablo Almeida, legislador porteño por Izquierda Socialista/FIT Unidad y delegado general ATE Ministerio de Economía

Desde Izquierda Socialista siempre afirmamos que en Juntos por el Cambio no conviven “halcones” y “palomas”. Todos juntos van contra la clase obrera. Queda muy claro con las propuestas de reforma laboral y eliminación de indemnizaciones que impulsan todos sus candidatos.

No puede ser de otra manera, los que piden otra oportunidad ya gobernaron y hundieron a trabajadores y a sectores populares en la miseria. Macri aumentó más de 1.000% las tarifas, saqueó las jubilaciones e hizo que más de 2.300.000 trabajadores paguen impuesto a las ganancias.

En plena campaña de las PASO Manes, “lo nuevo” de Juntos por el Cambio, decía: “No soy político, vengo a plantear el conocimiento y no a alimentar la novela de la política”.  Hoy, imperturbable, repite: “Yo creo que hay que hacer una reforma laboral, en un mundo post pandemia vamos a tener que discutir uno de los grandes temas como el trabajo”. Coincide plenamente con Rodríguez Larreta, Diego Santilli y María Eugenia Vidal.

Por su parte, el senador Martín Lousteau ya presentó un proyecto de ley que elimina las indemnizaciones, pretende que el despido sea gratuito para las patronales. Su iniciativa propone la creación de un Fondo Nacional de Cese Laboral, financiado por los propios trabajadores con un aporte mensual del 12% del salario durante el primer año y el 8% los siguientes.

En la misma línea están Elisa Carrió y el economista liberal Martín Tetaz, que acompaña a María Eugenia Vidal como segundo candidato en la lista de la CABA.

De aprobarse estas medidas, no se crearán más empleos como ellos afirman sino que, por el contrario, habrá más desocupación y pobreza. Será más fácil despedir y por lo tanto bajar el salario. Es mentira que intentan salvar a la pequeña y mediana empresa. Quieren meter más ajuste a los trabajadores y sectores populares para continuar beneficiando al gran capital y a las multinacionales.

En la Ciudad de Buenos Aires los distintos gobiernos de PRO y sus aliados desde hace catorce años vienen favoreciendo los negociados de grandes empresarios inmobiliarios, haciendo una ciudad cada vez más desigual y expulsiva. Crecen las torres de lujo en desmedro del espacio público y la especulación inmobiliaria hace subir los alquileres a valores impagables para el pueblo trabajador.

A las y los trabajadores estatales, docentes y de la salud se los condena cada año a salarios de hambre y una precarización laboral super extendida.
Si votás a Juntos por el Cambio para repudiar al peronismo kirchnerista te equivocás, y si le das el voto al peronismo para que no se fortalezcan los macristas de Juntos también. Por poner solo un ejemplo, el candidato a primer legislador del Frente de Todos es Alejandro Amor, dirigente burocrático del Sutecba (municipales), gremio cómplice del ajuste de Macri y Rodríguez Larreta en la Ciudad.

Luego del 14 de noviembre, los partidos patronales se sentarán a discutir el acuerdo de pago al FMI. Todos ellos, el peronismo en todas sus variantes, Juntos por el Cambio, Milei y Espert, acordarán un nuevo saqueo al pueblo trabajador. Solo una fuerza se opondrá y llamará a enfrentarlo: el FIT Unidad. Es por esto que el único voto útil es a la izquierda que se une, la que pone sus bancas al servicio de las demandas obreras y populares.

En el marco de los diferentes actos que prepara Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda-Unidad para el 30 de octubre en el Parque Lezama a las 14 estará Mercedes Trimarchi, candidata a legisladora por Izquierda Socialista en la lista que encabeza Myriam Bregman en CABA junto a los legisladores del Fit-Unidad porteño Mercedes De Mendieta y Pablo Almeida.

Trimarchi dijo: “Invitamos a las vecinas y vecinos de la zona a que participen del acto y que se acerquen a escuchar las propuestas del FIT-Unidad para la ciudad autónoma de Buenos Aires. Además de los legisladores del FIT-Unidad porteño harán uso de la palabra referentes juveniles y de las luchas socioambientales como la defensa de la costanera sur frente a la construcción de mega torres en esa zona de humedales a favor de IRSA, privatizando el acceso al Rió y profundizando la crisis ambiental”.

Almeida enfatizó: “Entre 2007 y 2020 durante los gobiernos del PRO, la Ciudad perdió 500 hectáreas públicas de las cuales 150 eran espacios verdes, dato no menor si tenemos en cuenta que vivimos en una de las capitales del mundo con menos espacio verde por habitante. De esas 500 hectáreas, unas 300 que fueron para la especulación inmobiliaria, se privatizaron con el apoyo del peronismo en la Legislatura. Es decir que el gobierno de la Ciudad tuvo un cómplice para la privatización de los espacios públicos y fue el peronismo, para esto no hay grieta. Todo ello, mientras crece el déficit habitacional y el pueblo trabajador no puede ni pagar un alquiler”

De Mendieta resaltó: Las bancas que nos proponemos defender en las próximas elecciones con el Frente de Izquierda-Unidad van a seguir estando en las calles, en el congreso y la legislatura peleando para ponerle un freno a quienes avalan la especulación inmobiliaria y privatizan las tierras públicas y los espacios verdes.  Como hemos estado acompañando cada lucha de la docencia de la Ciudad junto al combativo gremio Ademys o a los trabajadores que pelean por sus fuentes de trabajo como en Garbarino o a las mujeres de la Villa 31 de Fuerza Mujeres por el derecho a la vivienda. Por eso les pedimos a las trabajoras y trabajadores, a las mujeres y disidencias y a la juventud que defiende el planeta a que el próximo 14 de noviembre nos acompañen con su voto al FIT-Unidad”

Contacto:
Mercedes Trimarchi: +54 9 11 5956-1007
Mercedes De Mendieta: +54 9 11 6542-5363
Pablo Almeida: +54 9 11 3377-0008
Mariano Moreno(Prensa de Izquierda Socialista): 1160540129


Escribe Pablo Almeida, legislador CABA por Izquierda Socialista/FIT Unidad y delegado general ATE Ministerio de Economía

Mucho se ha hablado en las últimas semanas de una convocatoria a una mesa de diálogo por parte del gobierno peronista de Fernández. La principal fuerza de la oposición patronal, Juntos, se niega a participar por considerarlo una maniobra en plena campaña electoral. Pero solo buscan reforzar la polarización y capturar el voto castigo al gobierno peronista. Las propuestas de Juntos de Macri y Larreta coinciden con las del Frente de Todos en la realización de un ajuste a la medida de los pedidos del Fondo Monetario Internacional.

La campaña electoral está llegando a la recta final. En las filas de la coalición de centroderecha, Juntos, se sienten ganadores después de las PASO, porque el derrumbe del peronismo los ubicó como primera minoría con una ventaja que ni él más optimista podía imaginar. Como un boxeador que llega a los últimos rounds con una tarjeta ganadora, se esmeran en que el tiempo hasta las elecciones definitivas del 14 de noviembre pase sin mayores sobresaltos. Por eso en los debates televisivos se ha visto a sus dos principales candidatos, María Eugenia Vidal y Diego Santilli, esquivar cualquier definición sobre medidas concretas para afrontar los problemas que aquejan al pueblo trabajador y jugar a profundizar el desgaste de un gobierno golpeado.

Siguiendo al pie de la letra las enseñanzas del peronista Carlos Saul Menem, evitan decir en campaña lo que piensan hacer porque perderían millones de votos. Sin embargo, se dedican a remarcar las innumerables penurias que se han incrementado para el pueblo trabajador por las políticas del gobierno de Fernández. Y no tienen ni un poco de vergüenza en afirmar que tendrían la solución para los principales problemas del país. Solución que no tuvieron cuando llevaron a millones de trabajadores a más miseria, rebajaron las jubilaciones con represión mediante o se dedicaron a darles grandes negociados a sus amigos empresarios. Cuando se les recuerda que fueron gobierno, dicen que “aprendieron de sus errores” sin dar precisiones sobre con qué medidas concretas combatirán la pobreza de millones y la miseria creciente de la que ellos son también responsables.

Es por ello que ninguno de sus candidatos y candidatas tiene nada que ofrecer a las mayorías populares, sólo falsas promesas para intentar arrancar más votos.
Martin Tetaz, segundo candidato a diputado detrás de Vidal en CABA, resumió sus propuestas en “Estabilidad monetaria, reforma impositiva y modificación de las leyes laborales” (La Nación, 7 de septiembre de 2021). Dicho en otras palabras, ajuste del (mal llamado) gasto público, menos impuestos a los grandes empresarios y quitar derechos a los trabajadores mediante la flexibilización laboral. En línea con estas propuestas, referentes de Juntos como Lousteau, Rodríguez Larreta y Carrió ya han planteado abiertamente suprimir las indemnizaciones por despido y reemplazarlas por un fondo de desempleo, para que de esta forma las patronales puedan despedir sin poner un centavo. Todas medidas contra el pueblo trabajador que ya fueron aplicadas a lo largo de nuestra historia, incluído el gobierno de Mauricio Macri, y que lejos de resolver los problemas de sectores populares los agravaron seriamente.

Por último, nos queda un tema crucial para la economía: la deuda externa. En este punto el macrismo de Juntos no se diferencia ni tiene una propuesta superadora a la del gobierno peronista: las dos fuerzas políticas mayoritarias están empecinadas en pagarla, por eso tienen acuerdo en renegociar para seguir pagando. Las candidatas y candidatos de Juntos están convencidos de pagar la deuda con el hambre del pueblo. Sobre esto se sinceró Vidal en el debate de Todo Noticias, al afirmar que pagarían los vencimientos de deuda contrayendo más deuda. Una muestra más de que no tienen ni una sola medida favorable para el pueblo trabajador. Votar a Juntos no es la salida para los trabajadores, sectores populares y jubilados. Votar a Juntos es votar quienes se disputan con el gobierno peronista cuál es la fórmula más indicada para seguir pagando la deuda y ajustar a los de abajo. La salida es por izquierda, votando al Frente de Izquierda Unidad, a sus candidatas y candidatos luchadores y su programa para salir de la miseria. Por trabajo, educación y vivienda, sin entregar un solo peso más para el FMI y los usureros.


Escribe Pablo Almeida, legislador CABA y delegado general ATE Ministerio de Economía

Juntos de Macri y Rodriguez Larreta, viene enfatizando en las declaraciones de sus principales dirigentes sobre la necesidad de avanzar en nuestro país en una reforma laboral que avance en contra de derechos laborales básicos.
Después de los dichos de Horacio Rodriguez Larreta y la presentación del radical Martín Lousteau de un proyecto en el Senado para terminar con las indemnizaciones, en la última semana se sumó otra de las principales voces de la oposición patronal. A tono con las demandas de todas las cámaras empresarias,  Elisa Carrió relató sin ponerse colorada lo costoso que le resulta despedir empleadas domésticas.

La excusa sería que de esta forma se favorecería a las Pymes y se incrementaría la creación de puestos de trabajo registrados. Una falsedad completa al servicio de las grandes patronales que se repite como mantra frente a problemas acuciantes como el desempleo y el extendido trabajo precario.

La realidad de las últimas décadas echa por la borda con los argumentos de estos dirigentes de Juntos por el Cambio. Nunca la reducción de obligaciones patronales o la disminución de derechos laborales han redundado en mayor creación de puestos de trabajo. Todo por el contrario, la experiencia histórica de las crisis económicas sea en los  noventa, en el 2001 o durante la pandemia del coronavirus indica que las y los trabajadores con menos derechos laborales son los primeros en ser despedidos cuando las “papas queman”.

El otro argumento de que esto se hace para salvar a las pequeñas y medianas empresas tampoco se comprueba en la realidad. Son las grandes empresas, multinacionales en su gran mayoría, las que utilizan de mascarada a las Pymes para hacer pasar sus planes flexibilizadores.

Una vez más queda claro que significan Juntos por el Cambio y sus candidatos para los trabajadores. No son alternativa al gobierno peronista de Fernandez. Por el contrario son  también responsables de la miseria y la pérdida de derechos. En las próximas elecciones es importante fortalecer la única salida para comenzar a superar la crisis del pueblo trabajador. Votando a la unidad de la  izquierda, representada por el FIT Unidad en todo el país.

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