Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
 
En estos días se hizo pública una disputa que se libra en el corazón del peronismo kirchnerista. Por un lado está el “Cuervo” Larroque, que defiende a Kicillof, contra Mariano Recalde, Máximo Kirchner y la tropa que se alinea cien por ciento con Cristina. La militancia peronista mira alarmada esta pelea ante una dirigencia que solo hace críticas parciales al brutal ajuste de Milei sin que se proponga derrotarlo.   
 
“Las asperezas internas que atraviesan al peronismo en territorio bonaerense comenzaron en las últimas horas a salir a la superficie”, reza el comienzo de una nota del diario Página12 del 16 de abril. El “Cuervo” Larroque, fundador de La Cámpora y ahora ministro de Kicillof (funcionario que viene desde que la policía de Berni desalojó con topadoras en Guernica a las familias que pedían un pedazo de tierra para vivir) despotricó en un acto en la Quinta de San Vicente el pasado fin de semana diciendo “¿Qué es la conducción de Cristina? ¿Que tres ñatos te manden un whatsapp? No quiere esa conducción de Cristina”. También apuntó, según la misma fuente, “contra las mentes iluminadas que después no llenan una combi.”

Rápidamente fue cruzado por Mariano Recalde, afín a la ex vicepresidenta: “El que cuestiona a Cristina anda en algo raro”. Todo esto trajo situaciones incómodas, como cuando Kicillof visitó territorio quilmeño donde la intendenta Mayra Mendoza, quien aspira a ser gobernadora en 2027 con el guiño de Máximo Kirchner, compartió palco y recorrida con el gobernador a quien ni miró ni mencionó. Algo parecido ocurrió cuando Kicillof fue a Hurlingham, donde el intendente del distrito, pro Cristina, lo recibió con pancartas “Nada sin Cristina”.
Alguien pensará que detrás de todo esto está la estrategia de cómo posicionarse para enfrentar el ajustazo de Milei. Tibio, frío, helado!!
 
Las miras del peronismo están puestas en las próximas elecciones

“De fondo aparece el clásico tire y afloje por el armado de listas de cara a 2025”, dice el citado diario peronista. Es decir, pelea por los cargos. Algo completamente ajeno a las necesidades de quien sufre los despidos, el recorte educativo o la permanente poda en sus salarios o jubilaciones.

Los pases de factura vienen de las elecciones pasadas. Kicillof refuta que Máximo Kirchner le impuso a Martín Isaurralde, el del yate en Marbella, como su Jefe de Gabinete. Recalde, por su parte, revolviendo el dedo en la llaga, dice que “el kirchnerismo no tuvo candidato en las elecciones de 2023”. Se tira contra Sergio Massa, pero con la amnesia de que a Massa lo puso Cristina, de la misma manera que puso a Alberto Fernández para un gobierno que llevó al desastre.

Detrás de todo esto está la gran crisis política del peronismo, tras la derrota electoral ante el ultraderechista Milei. Alberto, Cristina y Massa pidieron el voto en 2019 “para enfrentar a la derecha” de Macri y pavimentaron el ascenso de Milei dejando un 45% de pobreza, una inflación del 211% y el pacto que selló con el FMI.
 
La salida viene con el Frente de Izquierda

Miles se preguntan cómo puede ser que la dirigencia peronista esté en plena pelea por los cargos y deje correr a Milei, esperando su desgaste, si cada día que pasa el ultraderechista aprovecha para meter más el cuchillo a los salarios, jubilaciones, los despidos y gobierna para los grandes capitalistas tildando de “héroes” a quienes evaden.

Que al día de hoy el peronismo especule con las elecciones, es muy mal visto y/o directamente repudiado por sus seguidores. Esa es su “estrategia”, dejando en banda a su militancia que quiere tener herramientas para derrotar a la motosierra salvaje de los ultraderechistas en el poder. A todos ellos les ofrecemos la estrategia del sindicalismo combativo, exigiendo un verdadero plan de lucha a la CGT, y la del Frente de Izquierda. La misma pasa por derrotar este ajustazo, imponer un plan económico obrero y popular y luchar por un gobierno de la clase trabajadora y de la izquierda.   

Que el peronismo no es ninguna alternativa para el pueblo trabajador y la juventud lo prueban los hechos cotidianos. Por ejemplo, en el Senado, las y los senadores peronistas, incluido el kirchnerismo, votaron a favor del pliego de los embajadores propuestos por Milei; entre ellos la hija de Cavallo, Sonia Cavallo para la OEA y a un sionista para Israel, el que quiere trasladar la embajada Argentina a Jerusalén. Alguien podrá decir, en Diputados es distinto. Pero como mostramos en esta página, las y los diputados de Unión por la Patria acaban de presentar un dictamen para que las jubilaciones pasen a ser de 241.000 pesos, cuando la canasta de un jubilado ya supera ampliamente los 700.000 pesos.

La crisis del peronismo es terminal. Hay que cambiar por la izquierda. Llamamos a la militancia peronista a abandonar al PJ y a fortalecer al Frente de Izquierda Unidad, sumándose a Izquierda Socialista.

Escribe Adolfo Santos

La política de ajuste que el gobierno ultraderechista de Milei viene aplicando con los haberes jubilatorios, ha generado una pérdida brutal. En el primer trimestre del año, las y los jubilados perderán el 42% del poder adquisitivo respecto a igual trimestre de 2023, según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf). La propuesta del gobierno, implementada mediante DNU, estableció un incremento del 12,5% con aumentos mensuales según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de dos meses anteriores (en mayo se tomará marzo, en junio abril y así sucesivamente), con lo cual las pérdidas continuarán aumentando mes a mes.

En este escenario, los partidos patronales, lejos de enfrentar este desastre, presentan variaciones que no se diferencian sustancialmente del gobierno. La UCR y Hacemos Coalición Federal (HCF) presidida por Pichetto presentaron un proyecto conjunto en Diputados que propone llevar el aumento del 12,5% del decreto oficialista al 20,6% e incorporar un bono y una cláusula gatillo. El peronismo de Unión por la Patria presentó una propuesta con un incremento del 30%. Son dos proyectos que no resuelven los salarios de pobreza que reciben las y los jubilados. Con el de la UCR y HCF, el piso mínimo llegaría a 220.000 pesos, mientras que con el del peronismo, quedaría igual que el piso actual, más el bono de 70.000 lo que conformaría un haber de 241.000 pesos.

Los únicos que defendieron un proyecto diferente fueron los diputados del Frente de Izquierda. El dictamen presentado con la firma de Nicolás del Caño propone un haber jubilatorio mínimo de 685.041 pesos. No es un valor antojadizo, es el valor equivalente a la Canasta Básica del Adulto Mayor establecido por la Defensoría de la Tercera Edad de CABA al mes de abril de 2024 con una actualización mensual automática de acuerdo al registro del IPC del Indec o el índice Ripte, el que resulte más favorable al jubilado.

En la Audiencia Pública convocada por la bancada del Frente de Izquierda con jubiladas y jubilados en lucha realizada en el Congreso Nacional, quedó claro que dinero hay y nuestra propuesta es posible si se adoptan medidas de fondo, centralmente, que se dejen de pagar los intereses de la fraudulenta deuda externa. El sideral recorte que se le hizo a las y los jubilados es lo que le permitió un superávit fiscal que fue a parar al pago de una deuda usurera con el sistema financiero internacional. En la Audiencia se concluyó que con lucha es posible alcanzar estos objetivos. El primer paso será derrotar junto a las y los trabajadores el plan motosierra del ultraderechista Milei y el FMI.

Escribe Mariano Barba

La Unión Cívica Radical (UCR) se subió al carro de Milei para atacar los derechos laborales conquistados por la clase trabajadora. Encabezados por Rodrigo de Loredo, diputados y senadores radicales se reunieron con el jefe de gabinete para entregar su proyecto de reforma laboral. En cada uno de sus puntos bajan costos a los empresarios y desfinancian las cajas de jubilaciones y obras sociales, entre otras cosas.

Reducen las multas por trabajo no registrado para calcular las indemnizaciones por despido de trabajadores precarizados. Y reemplaza la actual indemnización según los años de antigüedad, por un fondo de cese laboral que, encima, será controlado por el empresario.

Reducen las contribuciones, lo que aporta la patronal por un trabajador registrado, por ejemplo a la caja de jubilaciones.
Amplía el período de prueba de tres a seis meses, lo que facilita despidos sin indemnización.

Declara la educación como servicio esencial, abandonando la educación como un derecho fundamental y se ataca el derecho a huelga en la educación, se obliga al 30% del plantel a no sumarse a la medida de fuerza.

En síntesis, una reforma que pretende eliminar los derechos laborales conseguidos en años de lucha y contemplados en varias leyes.

Escribe José Castillo

“Incluso entre los saqueadores corporativos, Elon Musk es un pirata”. Así titula The New York Times una nota de fecha 22/5/2022. Efectivamente, con una fortuna que lo coloca en el pináculo de la tabla de posiciones mundiales, el megamillonario es conocido por sus maniobras de compra y vaciamiento de empresas, de fuga de capitales, de evasión impositiva, y también de discursos “incendiarios” de tinte libertario. Es el dueño de X (la ex Twitter, que suma día a día denuncias en el mundo en su contra como vehículo de fake news y de ejércitos de trolls que se dedican a difundirlas) de satélites, como Starlink y otras tecnologías con las que busca meterse en una virtual “privatización del espacio” y de Tesla, la fábrica de autos eléctricos que requieren como insumo apropiarse del litio. Su planteo reaccionario racista llegó al extremo de insultar a Disney por proponer a una actriz afroamericana para reemplazar a Johnny Deep en “Piratas del Caribe 6”. No fue su primera acción racista: ya había enfrentado juicios en el mismo sentido promovidos por ex empleados de Tesla.

La semana pasada Musk recibió a uno de sus principales admiradores: Javier Milei. Se sacaron las consabidas fotos y se prodigaron elogios mutuos típicos de quienes comparten la ideología ultraderechista libertaria. Eso sí, de los rumores que las redes mileístas habían dejado correr acerca de que Musk invertiría en nuestro país varios miles de millones de dólares, ni una palabra. Es que el multimillonario comparte la misma conducta que el FMI: aplaudir y elogiar a Milei, pero, por ahora, no pone un sólo dólar. Exige que primero se termine a fondo el ajuste y, a partir de ahí, se le den garantías para el saqueo.

Escribe Reynaldo Saccone, ex presidente de la Cicop

La “rebelión de amparos” presentados a la justicia contra los aumentos siderales de las cuotas de la medicina prepaga expresó la indignación de millones, muchos de ellos integrantes de la clase media y media alta y, en gran parte, votantes de La Libertad Avanza. Por ello el gobierno tuvo que retroceder con la desregulación.

Cuando Milei vio los sondeos que mostraban el rechazo a la suba de las cuotas entre su propia base social, “muteó” su propia cháchara libertaria e inició acciones legales contra las principales empresas financiadoras de salud acusándolas de cartelización. Al mismo tiempo planteó que los aumentos fueran de acuerdo al índice de precios y, eventualmente, que devolvieran lo cobrado de más.

Que la marcha atrás del ultraderechista presidente Milei se hubiera dado sin concentraciones ni manifestaciones callejeras muestra que el uso que hace de las encuestas que le son favorables no le sirvió en en este caso. Su retroceso es más significativo aún porque, con las prepagas, violó su propio dogma, el “verso” liberal de que el Estado no debe intervenir en la economía, que los precios se acomodan solos. Al constatar su caída en las encuestas, se olvidó (aunque sea transitoriamente) de sus creencias y apeló al Estado para revertir el desastre que su propia política había creado. Como dijo La Nación (21/4/2024) “El caso de las prepagas tuvo la fuerza de una crisis”.

Desde Izquierda Socialista/FIT Unidad sostenemos que el tema de las prepagas es apenas uno de los tantos problemas que presenta la atención de salud en nuestro país. La existencia de tres subsectores, obras sociales mediocres, prepagas ricas y sistema público estatal pobrísimo son la base de la anarquía e inequidad del acceso a la salud para la clase trabajadora y sectores populares. Nosotros luchamos por un sistema único nacional estatal, centralizado, igual para todos con atención y remedios gratis, controlado por sus trabajadores y usuarios. Este sistema debe ser financiado con impuestos progresivos a las grandes empresas y fortunas y con los fondos que se dedican a la deuda externa.