Jun 02, 2024 Last Updated 6:27 PM, May 31, 2024

Izquierda Socialista

El 13 de agosto de 2020, falleció el compañero Esteban Lastra, víctima de la infección con Covid 19. Después de varias semanas de respiración asistida, su corazón, el mismo que lo había impulsado y sostenido en tantas batallas en defensa de la clase obrera y el socialismo, dijo basta.

El Negro Esteban, como lo llamábamos todos, se desempeñó la mayor parte de su vida como enfermero en el Hospital Narciso López de Lanús. Sus compañeros lo eligieron delegado, tarea para la que fue reelecto numerosos períodos, tal era la confianza que le tenían. Su apego al método democrático de consulta permanente a la base y su insobornable accionar gremial le ganaron ese reconocimiento. Valorado también por su solvencia profesional, trabajó muchos años en la terapia intensiva del hospital y formó parte varias veces del comité de bioética de la institución.

El Negro era además un consecuente luchador por el socialismo con activa militancia política. Fue protagonista junto a muchos de nosotros en la construcción del MAS en los 80´ y de Izquierda Socialista. A pesar de que en los últimos años se alejó de la militancia partidaria, siempre se mantuvo como un inquebrantable luchador y defensor del Trotskysmo morenista.  Fiel a la clase obrera y sus luchas, hasta sus últimos días.

Acongojados por la pérdida de tan valioso compañero, levantamos nuestros puños saludando ¡Negro Esteban, Hasta el socialismo siempre!
IZQUIERDA SOCIALISTA

Tags

Escribe Juan Carlos Giordano
Izquierda Socialista en la UIT-CI

Los compañeros de PTS en la Fracción Trotskista-Cuarta Internacional (FT-CI) han sacado un primer balance de la conferencia virtual de América Latina y de EE.UU convocada por el Frente de Izquierda Unidad (La Izquierda Diario, 7/8, Christian Castillo y Claudia Cinatti). En la misma abordan distintos temas que hubo en debate, entre ellos, y al final de la larga nota mencionada, el planteo que hicimos desde Izquierda Socialista y desde la UIT-CI [1] sobre la necesidad de unir a los revolucionarios. Esta propuesta fue la más relevante y central por nuestra parte en la conferencia, tanto en los informes y cierres en el plenario final como en las charlas previas, pero lamentablemente no tuvo respuesta por parte de PTS (ni positiva ni negativa), como tampoco ahora. No solo eso, sino que PTS tergiversa una vez más nuestra postura para no definirse.

A este debate ya lo venimos haciendo con los compañeros desde hace años, e incluso recientemente, a propósito de la respuesta que hicimos desde Izquierda Socialista ante la propuesta de conformar un partido unificado entre las fuerzas del FIT [2].

Estamos proponiendo la unidad entre fuerzas trotskistas

Dice PTS: “Los compañeros de Izquierda Socialista y la UIT-CI insistieron con el planteo de un Frente Único Revolucionario [3] a nivel internacional, puntualizando que ellos se dirigían no solo a organizaciones que provenían del trotskismo sino también de otras tradiciones”. Es falso. No es cierto que nuestro planteo va dirigido a organizaciones que provienen de otras tradiciones. ¿A qué organizaciones que provienen de ´otras tradiciones` hicimos referencia en la conferencia? A ninguna. El llamado fue formulado en concreto a PTS, PO y MST y no obtuvimos respuesta, ni en el evento, ni ahora con esta nota. Si mañana hubiera alguna corriente no trotskista que levante un programa revolucionario se verá, ya que nadie se puede arrogar ser los únicos revolucionarios en el mundo, pero no es ahora el debate que está planteado.

En concreto, compañeras y compañeros de PTS, ¿están dispuestos a explorar si hay posibilidades o no para avanzar en la unidad de los revolucionarios? Ese es el interrogante. Aclarando que efectivamente nuestra propuesta de “unir los revolucionarios” es la popularización de la mencionada táctica de Frente Único Revolucionario (FUR).

¿Qué significaría avanzar en una unidad internacional entre las cuatro fuerzas trotskistas que conformamos el FIT Unidad? Por ejemplo, en coordinar campañas comunes internacionalistas, tanto políticas, como sindicales y de otro tipo. En Argentina propusimos que el FIT deje de ser un acuerdo meramente electoral o que saque una declaración cada tanto para que empiece a funcionar cotidianamente y así responder unitariamente a todos los hechos de la lucha de clases, a hechos políticos, sindicales, estudiantiles, de las mujeres y populares. Esto es lo que proponemos a nivel internacional para explorar la reconstrucción de la Cuarta Internacional.

La táctica del FUR sigue vigente

Dice también PTS: “El FUR fue una táctica planteada en su momento por Nahuel Moreno que, poco después de fundar la LIT-CI en 1982 llevó a acuerdos completamente oportunistas en Colombia y México que estallaron a poco de concretarse”. Y agrega: “Los acuerdos tipo FUR que planteaba Moreno son muy mínimos como para conformar una base estratégica y programática sólida para avanzar en la reconstrucción de la IV Internacional”. Otra falsedad.

Nuestro maestro y constructor de partidos y de nuestra Internacional, Nahuel Moreno [4], nunca impulsó un FUR con corrientes oportunistas ni propuso un programa “muy mínimo” para avanzar en la reconstrucción de la IV Internacional.

PTS critica la táctica de FUR como “oportunista” porque dice que está orientada hacia “corrientes maoístas o guerrilleristas.” (Ver cita 2). ¿Pero dónde ha escrito esto Nahuel Moreno? En ningún lado. PTS lo sabe, pero aun así sigue falseando la verdad. No estamos proponiendo ningún acuerdo de ese tipo sino haciendo propuestas para avanzar entre fuerzas trotskistas.

Cuando PTS menciona que la táctica del FUR habría llevado a acuerdos oportunistas en Colombia y México en los años 80 vuelve a faltar a la verdad, ya que fue el propio Moreno quien desaconsejó a dirigentes de esos partidos a hacer acuerdos políticos con corrientes no revolucionarias. Es curioso que PTS siga tergiversando a Moreno cuando cualquiera que pueda leer esa polémica comprenderá que se trata de lo opuesto. [5]

PTS dice que Moreno proponía un programa “muy mínimo” para unir a los revolucionarios. No es así. Refiriéndose al debate en Colombia, Moreno alertó que tal frente no podía constituirse sobre la base de puntos programáticos mínimos -como estar en contra de Contadora, de su diplomacia secreta […], etcétera, sino lo contrario: “Tiene que tener un programa claramente revolucionario, de revolución socialista […]”.

Nuestros puntos para la unidad

PTS critica a Moreno para evadir la discusión actual. ¿No conoce PTS los puntos que propone la UIT-CI para unir a los revolucionarios? Los pasamos a transcribir, los cuales en líneas generales son los que hemos acordado en el Frente de Izquierda. “1. Apoyo a todas las luchas obreras, campesinas, indígenas, estudiantiles y populares del mundo contra el imperialismo y sus gobiernos. 2. Por la expropiación de las multinacionales, la banca y los capitalistas. 3. Luchamos por la independencia política de clase; no al apoyo a gobiernos burgueses. 4. Por la autonomía sindical de los gobiernos y del Estado. 5. Por la democracia obrera y de las masas. 6. ´La liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos`. Luchamos por gobiernos de los trabajadores y el pueblo. 7. Por una Internacional revolucionaria y partidos revolucionarios en cada país. 8. Por el socialismo con democracia obrera y popular”. [6] ¿Los compañeros creen que estos puntos programáticos son “muy mínimos”? ¿Cuál es la contrapropuesta que formulan?

Ratificamos entonces que para Izquierda Socialista, la UIT-CI y para Nahuel Moreno -siguiendo la tradición de Lenin y Trotsky- el FUR es la unidad entre organizaciones revolucionarias para dar pasos hacia un partido revolucionario.

Llamamos a los compañeros de PTS y de la FT a reflexionar. Sabemos por experiencia que para poder avanzar entre diferentes organizaciones que venimos de políticas y concepciones distintas no basta con acordar un programa revolucionario. Hay que sumarle un trabajo cotidiano y unitario, sin sectarismo y con lealtad, algo clave para ayudar a ganar confianza mutua e intentar avanzar. Esto no se va a lograr si los compañeros siguen falsificando nuestras propuestas y trayectoria como lo hacen con las dos afirmaciones que criticamos. Los llamamos a cambiar y a explorar de verdad las propuestas de coordinación común que hacemos para abrir un camino de discusión y exploración en pos de unir a los trotskistas revolucionarios.

 

Referencias:
[1] La Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional fue fundada en abril de 1995 en Barcelona y nuclea a organizaciones, grupos y militantes de Argentina, Alemania, Australia, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Estado Español, Estados Unidos, México, Nicaragua, Noruega, Panamá, Perú, República Dominicana, Turquía, Venezuela.
[2] Carta de Izquierda Socialista en respuesta a PTS sobre la propuesta de “partido unificado de la izquierda revolucionaria” (Correspondencia Internacional nº 42, marzo 2019).
[3] 1958: Nahuel Moreno introduce por primera vez la táctica de Frente Único Revolucionario en un documento presentado ante el Congreso del Comité Internacional de la Cuarta Internacional en Leeds, Gran Bretaña.
[4] Nahuel Moreno fue uno de los principales dirigentes trotskistas Latinoamericanos y mundial continuador de la herencia de León Trotsky, fallecido en Argentina en 1987.
[5] Discusión para Colombia y México sobre la táctica del frente único revolucionario en www.nahuelmoreno.org
[6] Tesis XIII de la UIT-CI, Correspondencia Internacional, Edición Especial, abril 2013.

Escribe Francisco Moreira

El 21 de agosto de 1940 León Trotsky fue asesinado por un agente estalinista. Trotsky fue uno de los principales dirigentes revolucionarios del siglo XX. Junto con Lenin, encabezó la primera revolución socialista triunfante de la historia. Con su asesinato, Stalin intentó cortar el hilo rojo de la continuidad histórica de la lucha obrera revolucionaria. En este primer artículo repasamos su intachable trayectoria revolucionaria, tantas veces falsificada, y la vigencia de su legado.

El 26 de octubre de 1879, en una aldea cerca de Odesa (Ucrania, que era parte del imperio de los zares de Rusia), nació León Davidovich Bronstein, más conocido como Trotsky. Siendo muy joven se hizo marxista. El régimen zarista rápidamente le impuso encarcelaciones y la deportación a Siberia. Se unió formalmente al Partido Obrero Socialdemócrata Ruso durante su fuga de Siberia, sumándose a la organización orientada por Iskra, la publicación que dirigía Lenin. En su exilio en Europa, Trotsky continuó forjando su actividad y espíritu revolucionarios.

Dirigente en la revolución de 1905 e internacionalista consecuente

En marzo de 1905 retornó a Rusia con el inicio de la revolución. Las huelgas obreras y las revueltas en el campo se extendieron durante todo el año. En junio, marineros del acorazado “Potemkin” se amotinaron, rechazando continuar la guerra iniciada con Japón. En octubre estalló la huelga general y nacieron los soviets (consejos) de obreros, embriones de gobierno revolucionario. Trotsky fue el máximo dirigente del soviet de San Petersburgo, en la capital del imperio.

En su balance de la revolución de 1905 plasmó por primera vez su “teoría de la revolución permanente”. Afirmaba que la única clase capaz de encabezar la revolución democrática burguesa y transformar las condiciones de vida en el campo era la de los obreros de las ciudades, acaudillando al campesinado pobre, no la burguesía. No hubo dos etapas en la revolución de la atrasada Rusia zarista. Los trabajadores, al tomar el poder, introdujeron desde el comienzo la lucha por sus demandas contra la patronal, transformando esa revolución en socialista y dando impulso a la revolución internacional.

Durante su segundo exilio, Trotsky fue parte también de la minoría internacionalista que, junto con Lenin, Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, rechazó la traición de la Segunda Internacional cuando apoyó la guerra interimperialista en 1914. Trotsky observaba que la guerra nacía de las entrañas del capitalismo imperialista decadente y pronosticaba que “los años venideros presenciarán la era de la revolución social”.

Su rol en la revolución de octubre y en el gobierno de los soviets

En febrero de 1917 volvió a estallar la revolución en Rusia. La revolución derrumbó al régimen zarista y asumió el gobierno una coalición de la burguesía liberal y partidos reformistas. Pero, a su lado, resurgían los soviets desafiando su poder.

Trotsky logró retornar a Rusia en mayo, fue incorporado en la conducción del soviet de Petrogrado (ex San Petersburgo) e ingresó al Partido Bolchevique de Lenin. La revolución permitió una rápida confluencia entre ambos dirigentes. Lenin había logrado que el partido no diera su apoyo al gobierno provisional burgués y asumiera la pelea por un gobierno obrero, apoyado en los campesinos, lo que sería el preludio de la revolución socialista internacional. Los bolcheviques, con Lenin y Trotsky, fueron ganando cada vez más peso y lograron la mayoría en los soviets, siendo los únicos que defendían consecuentemente los intereses de obreros, campesinos y soldados, en los soviets y en las luchas. Finalmente, Trotsky fue designado responsable del Comité Militar Revolucionario del soviet que organizó la toma del poder el 24 de octubre. Se consumó así la primera revolución obrera socialista triunfante de la historia.

Con los soviets y el Partido Bolchevique en el poder, Trotsky fue designado comisario de Relaciones Exteriores, encargado de llevar adelante las delicadas negociaciones de paz con Alemania. Al estallar la guerra civil (1918-1921) fue designado comisario de Guerra, dándose a la tarea de crear y conducir al Ejército Rojo, que enfrentó y venció al Ejército Blanco, la coalición de ejércitos de la reacción burguesa rusa y países imperialistas.

Fundación de la Cuarta Internacional y su legado

Los bolcheviques apostaban al desarrollo de la revolución socialista internacional, comenzando por Europa, que estaba sacudida por una oleada revolucionaria. En marzo de 1919 fundaron la Tercera Internacional. Trotsky fue encargado de redactar su manifiesto, llamando a “la unión de todos los partidos verdaderamente revolucionarios del proletariado mundial para facilitar y apresurar la victoria comunista en el mundo entero”.  

Pero las revoluciones en Europa no lograron triunfar por el peso y las traiciones de la socialdemocracia y la inexperiencia de los nacientes partidos comunistas, quedando la URSS desangrada y aislada. Esta situación fue fatal para el régimen revolucionario leninista de democracia obrera e internacionalista. Se fue consolidando una burocracia en el partido y los soviets. Lenin y Trotsky combatieron la burocratización. Pero la muerte de Lenin, en 1924, aceleró el viraje encabezado por Stalin y la burocracia, quienes impusieron la conciliación con las burguesías y el imperialismo, rompiendo con todo verdadero internacionalismo.

Trotsky se opuso y fue blanco de los ataques y las falsificaciones estalinistas. Expulsado del partido y de la URSS, siguió denunciando la liquidación de la conducción revolucionaria y de la democracia obrera. Tras el ascenso del nazismo al poder, habilitado por la desastrosa política estalinista en Alemania, llamó a combatir a esa burocracia construyendo nuevos partidos revolucionarios y la Cuarta Internacional, que retomó la senda de los primeros años del régimen leninista y de la Tercera Internacional en sus cuatro primeros años.

En 1938, junto con un puñado de revolucionarios, fundó la Cuarta Internacional con el objetivo de unir férreamente a los revolucionarios alrededor de un programa, el Programa de Transición, que sintetizaba lo aprendido por el movimiento marxista desde la época de Marx y Engels y, especialmente, desde la revolución rusa. Una organización y un programa que ayudaran a intervenir a los revolucionarios con la perspectiva de tomar el poder, lograr nuevos gobiernos obreros y populares con democracia obrera y avanzar en la revolución socialista en todo el mundo. Con su asesinato en 1940, Stalin buscó eliminar la única posibilidad de dirección revolucionaria, sintetizada en la trayectoria y experiencia revolucionaria de Trotsky. Su desaparición significó un abrupto vacío de dirección.

La lucha de Trotsky y su intachable moral revolucionaria merecen ser difundidas. Su confianza en la clase obrera y su abnegación en la construcción del partido revolucionario tuvo sus continuadores. Nahuel Moreno, maestro y fundador de nuestra corriente, quien calificó la creación de la Cuarta como “el más grande acierto de Trotsky”, mantuvo bien en alto sus banderas, las mismas que rescatamos hoy desde Izquierda Socialista y nuestros partidos hermanos de la Unidad Internacional de Trabajadores y Trabajadoras - Cuarta Internacional (UIT-CI), quienes continuamos la pelea por unir a los revolucionarios y reconstruir la Cuarta Internacional.

Escribe Nicolás Núñez, legislador electo por Izquierda Socialista FIT-U

Bajo el título “Refugio” y escrito por el dirigente de la Red Ecosocialista, Mariano Rosa, el MST argentino definió dedicarnos un artículo polémico (Alternativa Socialista 6/8/20) sobrecargado de adjetivos y descalificaciones. El mismo tiene una particularidad: se propone responder a nuestra intervención en la Conferencia del FITU sin hacer referencia a ninguno de los planteos concretos que fueran expresados allí. Ante este escape de la polémica, puntualizamos aquí nuestros argumentos para hacer más fructífero el debate.

 

Para nuestro polemista, y haciendo referencia solo a la mitad de los adjetivos que nos son dedicados, al parecer desde Izquierda Socialista incurriríamos en la “falsificación polémica” y en el “dogma” como “refugio” de “impotencia política” y para “encubrir” la “falta de experiencia y la “pereza intelectual”. Partimos de señalar que no creemos que sea la mejor forma de encarar ningún debate. Menos aún cuando el complemento de las descalificaciones es hacer completo caso omiso de los argumentos que esgrimimos.

¿Cuáles habían sido nuestros planteos en la Conferencia? 1) que tenemos muchos puntos de acuerdo con lo señalado en una intervención previa por la compañera Luciana Echevarría del MST en los puntos para impulsar la movilización, e incluso en algunos de los programáticos de fondo ante la destrucción ambiental capitalista; 2) que veíamos sí un problema en que en la enumeración programática ambiental no se incluya el gobierno de los trabajadores, como sucedió en la intervención de Echevarría; 3) que desligar la problemática ambiental de la independencia de clase y el gobierno de los trabajadores es un problema que marcamos constantemente en las corrientes que se reclaman del “ecosocialismo”; 4) que como ejemplo de esto último mencionamos: a) en una de sus vertientes, el guiño hacia el “Green New Deal” que están haciendo referentes como Michael Löwy, b) por otro lado la experiencia de Marea Socialista (LIS en Venezuela) proclamándose ecosocialista y al mismo tiempo diciendo que la tarea en ese país era recuperar “el legado de Chávez” cuyo gobierno burgués cometió crímenes ambientales de todo tipo.

Ninguno de todos estos puntos mereció atención alguna en el artículo de “respuesta” de Mariano Rosa. Su polémica optó por el ángulo de atacarnos por no estudiar sus posiciones y en enrostrarnos su elaboración y trayectoria. Veamos.

La elaboración

Partimos de nuestro lado, una vez más, de los puntos de acuerdo: es un hecho de la realidad innegable para nosotros que la destrucción ambiental capitalista arrima a la humanidad y al planeta entero a puntos de no retorno que exponen a millones, y en particular las mayorías empobrecidas, a peligros incalculables, no solo en las próximas décadas, sino ya hoy en el presente. No redundaremos en ejemplos, sino solo agregar que a tal punto esto es así que pensamos que es momento de levantar como consigna propagandística ante esa nueva realidad: “Socialismo o catástrofe”, para plantear ante la vanguardia y el activismo ambientalista nuestra perspectiva histórica.

Sí señalar que no es la primera vez que una catástrofe de esta magnitud amenaza a la humanidad. Cuando Nahuel Moreno señalaba en la década del 80’ “socialismo u holocausto nuclear”, daba cuenta ya en ese momento del proceso en que las fuerzas productivas se transforman en fuerzas destructivas a gran escala. El acierto de Moreno se complementaba con señalar cómo esa amenaza se relacionaba con la crisis de dirección de la clase trabajadora. Y así como en ese momento se trataba de combatir a las corrientes pequeño burguesas y estalinistas en el movimiento obrero, hoy seguimos teniendo la tarea de combatir a las corrientes que dan una orientación reformista y de colaboración de clases en la pelea por evitar que el capitalismo se lleve puesto el planeta. Desde nuestra perspectiva, lamentablemente algo que ha caracterizado en estas décadas a las corrientes que se reclaman del “ecosocialismo” fue el seguidismo a esas direcciones.

No puede ser obviado que, en paralelo a la afirmación identitaria de “ecosocialistas” que en los 90’ llevó adelante una parte importante del trotskismo proveniente de la corriente mandelista, se produjo en esas corrientes el abandono programático de la pelea por la dictadura del proletariado y con ello la consigna del gobierno de trabajadores. Desde ya que no hacemos partícipe al MST de todas las capitulaciones de las corrientes mandelistas y el Secretariado Unificado. Pero esta característica del “ecosocialismo” no puede ser pasada por alto. Como tampoco puede ser eludida una diferenciación cuando, por ejemplo, el gobierno totalitario de Maduro tiene un “Ministerio de Poder Popular para el Ecosocialismo”. 

No queremos hacer acá una crítica en extenso sobre el ecosocialismo, si no marcar algunos puntos que se presentaron como centrales en este debate. Por eso, en suma podemos aclarar que para nosotros no significa que todo lo que se ha elaborado en estas décadas en nombre del “ecosocialismo” deba ser descartado. Por ejemplo, algunas recuperaciones de planteos del propio Marx (como las que cita habitualmente Mariano Rosa profusamente) en los desarrollos de John Bellamy Foster sobre la fractura metabólica y la destrucción que el sistema de producción capitalista desarrolla al mismo tiempo de la naturaleza y la clase obrera, son aportes interesantes.

Sumado a esto, desde ya que el MST puede afirmar, y el artículo de Mariano Rosa en cierta medida lo hace, que ellos construyen un “ecosocialismo distinto”. Y para nosotros no se trata de impugnar palabras y denominaciones, si no de debatir concretamente programas y política para la movilización. Entonces allí el problema aparecería cuando revisando las actas de fundación de la LIS, la resolución sobre “Cambio climático y extractivismo”, hablan de “planificación democrática” pero no plantea el gobierno de trabajadores. Lo mismo sucede con las “coordenadas programáticas como GPS” que plantea el propio Mariano Rosa en el segundo número de la revista de la LIS “Revolución Permanente”. Lo mismo pasó con la intervención de Echevarría en la conferencia, y lo mismo ocurrió en el artículo de polémica que nos dedican.

No queremos hacer una falsa polémica, somos conscientes de que al adherir al programa del FITU y los documentos que votamos en la Conferencia, el MST puede acordar en un programa la consigna del gobierno de trabajadores. Lo que señalamos en la conferencia, y volvemos a señalar ahora, es que a la hora de elaborar un programa hacia la lucha ambiental, este punto debe ser jerarquizado y no eludido. Y de esa forma no caer en los vicios habituales del ecosocialismo, e incluso, en problemas que la propia trayectoria del MST revela.

Conocemos su trayectoria

Mariano Rosa reivindica la autoridad que a sus planteos les confiere su trayectoria de intervención dentro de la lucha socioambiental. Izquierda Socialista y la UIT-CI no desconocen esa trayectoria, justamente porque de hecho ya hemos tenido polémicas al respecto. Como las tuvimos cuando en la lucha contra la megaminería el MST en 2011 reivindicó prestarle su legalidad en Andalgalá para que se candidatee (y gane) como intendente a un referente de la UCR en vez de a referentes de la asamblea local (de la que participábamos activamente desde Izquierda Socialista). Disociar la lucha contra las multinacionales de la megaminería de la defensa de la independencia de clase los llevó acá regalarle la intendencia a un representante patronal debido a su discurso tibiamente ambientalista. Esto fue celebrado en su momento por un artículo del propio Mariano Rosa (“Ganamos Andalgalá”, 16/3/11), y se enmarca en la reivindicación de su alianza con Proyecto Sur, Pino Solanas y Luis Juez que Alejandro Bodart realizó recientemente en su balance de la Conferencia del FITU (entrevista subida a la página web de la LIS, 8/8/20).

En la Conferencia nos referimos a otro ejemplo que es el de Venezuela. Donde la corriente ecosocialista Marea Socialista, se integró al Partido Socialista Unificado de Venezuela, el partido de gobierno y regimentación política y sindical de Hugo Chávez, e incluso hasta 2019 siguió planteando ante la debacle de Maduro que la tarea era recuperar el legado de Chávez, o volver al cumplimiento de la “constitución bolivariana”, siendo parte de lo que se denominó el “chavismo crítico”. No hace falta extenderse mucho en lo que hace a la política estructural del chavismo de entrega de recursos naturales a manos de las multinacionales a través de empresas mixtas; el desarrollo del “Arco minero del Orinoco” entregado a la megaminería; los 800 mil barriles de petróleo que se derramaron entre 2010 y 2018; o las millones de hectáreas desforestadas de la Amazonía venezolana; todo combinado con la represión y masacres a los pueblos originarios.

Como hemos visto el “ecosocialismo” que apoyó a estos gobiernos en América Latina no ve contradicción en hablar de ecología y socialismo y dar cobertura por izquierda a estos crímenes políticos y ambientales. Nosotros si vemos esa contradicción y la marcamos.

Continuemos los debates impulsando la movilización

Nos hemos extendido en esta respuesta en función de aclarar las polémicas y dar cuenta de que: a) podemos no tener acuerdo en algunos puntos, pero de ninguna manera nuestro proceder fue el de falsear ni desconocer las posiciones de nadie, b) tenemos puntos de acuerdo con los que seguir interviniendo codo a codo en la lucha contra la destrucción ambiental capitalista.

Por lo pronto señalamos en función de esto último que sería importante empezar a planificar reuniones e iniciativas del FITU de cara a la pelea contra la destrucción de los humedales, los intentos del gobierno en avanzar con la megaminería, la “ley de hidrocarburos” y el acuerdo por las megagranjas de cerdos chinas, así como también de cara a la Huelga Mundial por el Clima del 25 de septiembre.

 

 

Declaración del FIT Unidad: el gobierno paga deuda ilegítima, los bonistas festejan
Rechazamos el acuerdo entre el gobierno de Alberto Fernández y los usureros de la deuda

Argentina acaba de acordar con los bonistas. Los “mercados”, es decir los usureros internacionales, los especuladores y bancos, festejan al igual que los voceros de la derecha de Juntos x el Cambio.  El gobierno está reconociendo una deuda que pagará con más ajuste sobre el pueblo trabajador con el apoyo de los gobiernos capitalistas del mundo, el Papa, el FMI, Macri y hasta la CGT traidora y la CTA. El FIT Unidad rechaza esta nueva convalidación del saqueo.

Después de varios meses de renegociación, el gobierno peronista de Alberto Fernández y el Frente de Todos se aprestan a un acuerdo para pagar una deuda usurera, ilegítima y fraudulenta. Luego de la “década kirchnerista” de pago sistemático a los usureros, el gobierno de Mauricio Macri recrudeció el endeudamiento del país con el apoyo de amplios sectores del peronismo, y ahora Alberto Fernández reconoce la deuda, incluyendo la contraída desde la dictadura militar y los siguientes gobiernos. Y paga. En la campaña presidencial pasada Fernández la denunciaba, pero como presidente se dedicó a legitimar una estafa millonaria. Es decir, la “derecha neoliberal” acrecienta el endeudamiento y el gobierno “nacional y popular” paga.  Los que ganan son los banqueros y especuladores de la mano del FMI, y pierden las y los trabajadores y el conjunto de los sectores populares.

El peronismo del Frente de Todos hizo votar una ley de emergencia en diciembre pasado donde disponía de 4.500 millones de dólares para pagar deuda externa. Los recursos han sido destinados para los usureros en todos estos meses de plena pandemia, en lugar de destinarse a los hospitales públicos y a los trabajadores y profesionales de la salud. O para otorgar $30.000 a todos aquellos que lo necesiten en medio de la cuarentena ante el aumento de la pobreza, la miseria y los despidos y suspensiones. Nada de esto hizo el gobierno autoproclamado “de los más vulnerables”.  

Luego de reconocer deuda ilegítima y de haberle mejorado a los bonistas cuatro veces la oferta, el gobierno decía hasta ayer que no volvería a hacerlo. Pero de nuevo cedió y mejoró más la oferta, rápidamente aceptada por los fondos de inversión. Esta nueva entrega viene a sumarse a otras dos. También dijo que iba a imponer un impuesto a la riqueza pero nada presentó en el Congreso, evadiendo el proyecto presentado por el Frente de Izquierda-Unidad. Y en otro hecho vergonzoso dijo que iban a expropiar Vicentín, de lo cual retrocedió y hasta anuló el decreto que disponía la intervención de la empresa. No solo eso, sino que hizo votar una ley para darle una moratoria impositiva también a los grandes empresarios.

Renegociar esa deuda ilegítima y fraudulenta, hacer una oferta favorable a los usureros y luego cambiarla varias veces para mejorarla en más de 15.000 millones de dólares, es repudiable bajo todo punto de vista, más aún en medio de la pandemia, la mayor crisis económica y social, el crecimiento de los despidos y suspensiones y de la pobreza de millones. Rechazamos que el gobierno afirme que este acuerdo va en beneficio del pueblo trabajador El gobierno impondrá nuevos ajustes como el que ya produjo con la rebaja de las jubilaciones o de los salarios, mientras que las patronales están imponiendo rebajas salariales y mayor flexibilización laboral con la total complicidad y aval de la burocracia sindical. Ya en los 12 años de gobiernos de los Kirchner fueron “´pagadores seriales”, como lo reconoció la propia Cristina Fernández.

Terminada esta parte de la renegociación de la deuda se aprestan a empezar las discusiones con el FMI para reconocer una deuda también ilegítima, que fue estructurada para favorecer la fuga de capitales, pese a lo cual van a querer hacérsela pagar al conjunto del pueblo trabajador. Por eso, muy lejos de la "autonomía" del país que proclamó Alberto Fernández cuando anunció este acuerdo, de lo que se trata es mayor sometimiento, dependencia y atraso para la Argentina. Las mayorías obreras y populares no tienen nada que festejar.

Recordemos que el gobierno está renegociando esta parte de la deuda que hasta el propio Fernández dijo que esa plata había ido a financiar la fuga de capitales. Y hasta se votó una ley que contó con el aval de Juntos por el Cambio, es decir los diputados del PRO y la UCR, de los gobernadores peronistas, con la sola excepción del Frente de Izquierda. Desde el FIT Unidad hemos votado en contra de la nueva ley que dispone renegociar otra parte de esa deuda. En las luchas y en el Congreso, el Frente de Izquierda es la única fuerza política que ha presentado un proyecto para desconocer esos pagos, dejar de pagar, romper los lazos políticos y económicos que nos atan al FMI y al imperialismo y destinar esos fondos a combatir la pandemia en esta etapa y colocar el conjunto de los recursos nacionales al servicio de un plan de reorganización social, política y económica de la mano de los trabajadores, lo que podrá ser logrado solamente con la movilización y lucha independiente de los trabajadores y el pueblo.

También es el Frente de Izquierda el único que ha presentado un proyecto de ley para imponer un impuesto progresivo a las grandes fortunas y grupos económicos pare recaudar 20.000 millones de dólares para volcar en beneficio del pueblo trabajador. Y también es el FIT Unidad quien presentó el único proyecto para expropiar los activos de Vicentín sin indemnización para nacionalizar esa empresa y ponerla a funcionar y a producir bajo control y gestión de sus propios trabajadores. Planteamos esto como parte de un programa de fondo y de lucha para que la crisis la paguen los capitalistas, que incluye la nacionalización de la banca y el comercio exterior bajo gestión de las y los trabajadores; la nacionalización de las empresas de servicios privatizadas y de todo el complejo hidrocarburífero bajo gestión de trabajadores y usuarios; el reparto de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados; entre otras medidas de fondo. Un programa que sostiene que no hay salida sin terminar con este régimen político y social y dar paso  con la lucha y la movilización a un gobierno de los trabajadores. Con este programa y coherencia, la izquierda ha sido y es la única fuerza política que se opone a toda entrega y que invita hoy, más que nunca, a las y los trabajadores, a los jóvenes y a las mujeres que luchan por sus reivindicaciones a que impulsemos juntos acciones de rechazo a este rumbo, que continuará según el propio Fernández, junto a los grandes grupos económicos y la burocracia de la CGT en su “plan de pospandemia” que es más ajuste y reformas a pedido del FMI.

El FIT Unidad, de esta manera, está cumpliendo además con una de las resoluciones de la exitosa Conferencia Latinoamericana y de EEUU que se realizó entre el jueves 30 de julio y el sábado 1 de agosto donde se aprobó una resolución llamando al “no pago de las deudas externas de los países de América Latina y el Caribe y de todos los pueblos oprimidos”.

Buenos Aires, 5 de agosto de 2020.

Frente de Izquierda - Unidad (PTS, PO, Izquierda Socialista, MST)

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

La suscripción del periódico impreso nos permite también seguir editándolo, ya que nos financiamos con nuestros propios aportes y del de los suscriptos.

 

Suscribite a la versión Impresa