¡Basta de mentiras, represión y ajuste!

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basta de mentiras y represionLa desaparición del ARA “San Juan” sigue concitando gran preocupación. Se trató de una tragedia evitable, producto del entramado de decadencia y corrupción del gobierno anterior y que continúa en el actual. A ello se sumó un manejo de la información donde el gobierno y la cúpula de la Armada trataron todo el tiempo de ocultar su responsabilidad, jugando con el dolor de los familiares de los 44 tripulantes. Pasadas más de dos semanas sin noticias del submarino, crece la exigencia de que se sepa toda la verdad y que se castigue a los responsables.

Mientras que la Armada no fue capaz de garantizar la seguridad de los tripulantes del submarino, otro sector de las fuerzas armadas, el grupo Albatros de la Prefectura, sí demostró para que son “eficientes”: tras una brutal represión terminaron asesinando al mapuche Rafael Nahuel. El mismo día que se estaba velando a Santiago Maldonado que, recordemos, estuvo setenta y ocho días desaparecido luego de otra brutal represión, aquella vez en manos de la Gendarmería, el escenario se repite corregido y aumentado. En ambos casos las víctimas son los pueblos originarios que reclaman tierras donde vivir. Y en las dos ocasiones se desató una represión asesina con el objeto de defender a terratenientes como Benetton o Lewis. Mintiendo alevosamente, acusando a los mapuches de “pertenecer a grupos armados” o de “disparar contra las fuerzas de seguridad”. Claro que esta vez, el gobierno de Macri, y en particular la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, han doblado la apuesta, anunciando públicamente que seguirán reprimiendo y que las fuerzas que lo hagan portarán armas de fuego. Todo un preanuncio de hasta dónde piensa llegar el gobierno con todo esto. Como sucedió con Santiago Maldonado, es imperiosa la necesidad de movilizarnos para repudiar la represión y el crimen y exigir justicia y castigo a los culpables.

Mientras estos dos hechos monopolizan las pantallas de televisión y la información de los medios, el gobierno pretende avanzar con la aprobación de las leyes del ajuste. Después del pacto con los gobernadores peronistas, empresarios y la cúpula de la CGT se apresta ahora a tratar de que el paquete pase lo más rápidamente posible por el Congreso. En el caso de la reforma previsional ya tuvo el apoyo inestimable de la oposición peronista en el Senado para aprobar el proyecto en comisión. En los próximos días, es muy probable que se apruebe en esa Cámara. Sin embargo, la bronca de muchos ante el evidente robo a los jubilados hace que algunos diputados y senadores empiecen a “desmarcarse” y pronunciarse en contra.
El proyecto de reforma laboral, por su parte, tuvo un tropiezo ante la exigencia de Miguel Angel Pichetto -líder peronista en la Cámara alta-, que suspendió su tratamiento. Le reclama al triunvirato de la CGT que se haga cargo de defenderlo en el Congreso.
A la vez el gobierno continúa con otros aspectos del ajuste, como el intento de despedir decenas de miles de estatales, o los tarifazos en la luz y el gas.
Pero lo que va a terminar definiendo que pase en los próximos días y semanas es la forma en que se exprese la bronca que corre por abajo. Ya se están dando algunas luchas importantes: esta semana tuvimos el segundo paro del gremio de televisión, el paro del subte, e incluso el hecho de que la propia Ctera tuvo que llamar, después de meses de inmovilismo, a un nuevo paro nacional. A esto le tenemos que sumar la importante marcha al Congreso convocada por la Corriente Federal, las CTA de Yasky y Micheli y el sector de la CGT de Pablo Moyano, al que el sindicalismo combativo y la izquierda concurrimos con una columna independiente.

El próximo paso será la marcha del 6 de diciembre a Plaza de Mayo, convocada por la CTA de Raúl Peidró y Cachorro Godoy, el sindicalismo combativo y otros sectores como la Federación de Aceiteros, en la que tendrían que participar los convocantes que se movilizaron el 29, para unificar la lucha. Será una gran oportunidad que debemos aprovechar al máximo, discutiendo en los lugares de trabajo acerca de cómo participar, explicando los alcances de la reforma laboral y la traición de la CGT. Haciendo asambleas donde sea posible y sacando pronunciamientos con mandato para los cuerpos de delegados. Por supuesto, tenemos que lograr que esto no acabe en otra marcha aislada, sino que se enmarque en un plan de lucha de todas las organizaciones que se pronuncian contra el ajuste y la reforma laboral. Pelea que no culminará con la votación o no de estas leyes en el Congreso, ya que la disputa continuará luego en cada gremio con las paritarias.

Desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda ponemos toda nuestra energía militante al servicio de todas estas luchas, invitándote a sumarte para pelear juntos, mientras planteamos un plan económico alternativo al del ajuste, que pasa por dejar de pagar inmediatamente la deuda externa, para poner todos esos recursos al servicio de resolver las más urgentes necesidades populares: trabajo, salario, educación, salud y vivienda.

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