Escribe Nahuel Céspedes, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Prensa de Bariloche y Zona Andina y militante de Izquierda Socialista.
La agónica paritaria que comenzó en diciembre de 2023 se resolvió de la peor manera. La Federación de trabajadores de prensa, en plenario de secretarios generales votó por mayoría aceptar la oferta salarial de las empresas para diarios del interior del país. Una suma por única vez de $145.000 como compensación del mes de enero, febrero y marzo y un aumento del 30% sobre la base salarial de enero 2024 para el mes de abril. De esta manera, el salario de la categoría de redactor será de $340.000, de los cuáles se descontarán, en algunos casos, los paros realizados durante el plan de lucha. El único voto de rechazo a la propuesta fue el de SiTraPren Bariloche y Zona Andina, quien además, consulta previa y por decisión de las bases votó mandatar a lxs paritarixs en CGT, la exigencia al paro general y plan de lucha.
Este combo de paritarias a la baja, el desconocimiento por parte de las patronales del ítem zona fría y antigüedad, sumado a la inflación y el incremento desmesurado del costo de vida, hicieron que lxs trabajadorxs de prensa escrita perciban el peor sueldo del país.
Lamentamos que la federación tenga más prisa por firmar paritarias a la baja que por impulsar asambleas en todos los sindicatos de prensa, en dónde se refleje el mandato de lxs trabajadorxs y sus necesidades y que se pongan en común en el plenario nacional.
Por eso, ante la nueva paritaria, resulta inaplazable que la FATPREN impulse un plan de lucha del conjunto de trabajadorxs de prensa de todo el país. Sin distinguir CCT, medios o regiones. Nadie en prensa cobra por encima de la línea de pobreza y naturalizar esa situación es una alarmante derrota ante la voracidad de las empresas y el gobierno que ya están aplicando una reforma laboral implícita.
La coyuntura nacional para nuestro sector es crítica. El ultraderechista de Milei avanzó con el cierre de TÉLAM y los despidos en los medios públicos. Se prevé en cuestión de días, el cierre vía desfinanciamiento de Radio y Televisión Pública y ya hay un plan, que no fue comunicado por el vocero presidencial Adorni, de rematar los terrenos y equipamiento técnico entre los amigos empresarios de Caputo.
Mientras un sin fin de personalidades, artistas y dirigentes sindicales se solidarizan con la lucha de TÉLAM, la cúpula de la CGT intenta “calmar las aguas” ante las cámaras de C5N por el pedido de paro general.
En el programa Argenzuela del 3/04, Héctor Daer declaró: “Antes del 1° de mayo vamos a tomar medidas. El gobierno está intentando quebrar la paz social” y a la pregunta ¿Para cuándo el paro general? Daer respondió: “Los libre pensadores no tienen la misma responsabilidad que la CGT. Hay que ser serios y apostar a la unidad y el diálogo”.
La atomización de las luchas de los distintos sectores de la clase trabajadora es producto de la política cómplice de las centrales sindicales, que priorizan acuerdos con las patronales y los gobiernos mientras pasan los despidos en todos lados.
Hoy más que nunca hay que desbordar las asambleas y movilizaciones al grito del paro general. Que las centrales sindicales pongan de pie un plan de lucha contra el ajuste y el plan motosierra del ultraderechista Milei.