¡Apoyemos las luchas!

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Para que las luchas triunfen hay que rodearlas de solidaridad y coordinarlas. A cinco meses del gobierno de Macri está creciendo de manera brutal el deterioro del nivel de vida de millones de trabajadores, jubilados, jóvenes, vecinos de los barrios más humildes y también de la clase media. Todo esto es culpa del ajuste que está aplicando Cambiemos a nivel nacional y el Frente para la Victoria en las provincias donde gobierna.

El 86% de la gente está preocupada por la inflación; el 74% por los despidos y el 50% considera que su situación económica es mala o muy mala. Hay 4 millones de niños en la pobreza (de recién nacidos hasta los 17 años). La situación de los jubilados es desesperante. Llueven los correos de lectores diciendo “debo elegir entre pagar la luz o comer”. Otros directamente dicen “yo voté el cambio pero usaron mi voto para beneficiar a los buitres y a las mineras”. En el país “de la felicidad” de Macri la mitad de los jubilados gana $5.000 y el presidente de los globos amarillos les dio $500 por única vez.

La inflación del 7% para abril es la más alta en catorce años. Hay una caída abrupta del consumo mientras la nafta, los medicamentos, los alimentos y hasta los precios cuidados siguen aumentando. Esto se suma a los tarifazos, a los 150 mil despidos y al millón y medio de nuevos pobres. Encima tenemos que seguir escuchando a Prat Gay y al ministro Triaca decir que “aumentó el empleo y el salario”.

Mientras se ajusta a más no poder a los de abajo hay nuevos premios para los bancos, fondos buitre, cerealeras, mineras y petroleras. La semana pasada el gobierno pagó de las reservas del Banco Central 2.964 millones de dólares (50.000 millones de pesos) a bonistas que, dice, no vienen cobrando por los canjes de 2005/2010. ¡No bastó el endeudamiento de 15.000 millones de dólares para pagarle a los buitres! También la semana pasada Macri destinó 17.000 millones de pesos a las petroleras para un “plan de estímulo al gas”, cuando nos lo siguen robando, hay que importarlo y siguen saqueando nuestro petróleo. A pesar de ello esas multinacionales no cumplen los acuerdos, por eso se dio una gran marcha en Comodoro Rivadavia.

A todo esto los bancos siguen con la bicicleta financiera. Las famosas “inversiones” vienen para hacerse una fiesta con el 38% que paga de interés el Banco Central para luego sacar la plata al exterior. En 2016 la fuga de capitales ascendió a 3.300 millones de dólares. ¡Plata que este gobierno empresarial y antiobrero de Macri-Vidal debería destinar a salario, trabajo, hospitales, escuelas, a la educación y a los jubilados, no decir que no hay fondos cuando los trabajadores reclaman!

Macri dice que hay que “esperar” a que lleguen buenos momentos. Y que esta “dosis amarga” es necesaria para que luego venga la reactivación en el segundo semestre. ¡Ni ellos se la creen! ¡Es un verso para hacer pasar el ajuste! Después de este ajuste vendrá otro y otro y otro.

Mientras el gobierno dice que los despidos son una “sensación” al mejor estilo Cristina, la consultora Tendencias Económicas reveló que en abril hubo 12.252 despidos privados, contados los de Acindar; BGH; la metalúrgica fueguina Brighstar; la textil Felsum; Nestlé; Nextel; Editorial Atlántida; Siderar San Nicolás; Tenaris Siat y en otros rubros como gastronómicos, comercio, salud, vitivinícola, petroleros (Página12, 7/5). En la Rioja la textil más grande (TN Platex) suspendió a 450 trabajadores por 45 días con el 50% del salario. Mientras se multiplican las suspensiones (10.513 en abril), recortes de horas extras, retiros voluntarios, vacaciones adelantadas, entre otros ataques patronales por parte de los mismos empresarios que se reunieron con Macri... ¡diciendo “que no van a despedir”!

¡Hay que pararle la mano a este gobierno ajustador! Lo mismo hay que hacer con los gobiernos del Frente para la Victoria que ajustan en Tierra del Fuego, Santa Cruz o Santiago del Estero. Ganan Macri y los gobernadores, o ganan los trabajadores y el pueblo. Esa es la gran pulseada nacional.

Por eso crecen las luchas y el descontento social. Los paros aumentaron 12 veces respecto a abril del año pasado. Ya ha quedado en el olvido el techo salarial del 20/25% que quiso imponer el gobierno de la mano de las patronales. La mayoría de los gremios está firmando por más, aunque por culpa de la burocracia sindical los porcentajes se firman en cuotas, rebajando el monto real del salario que ya perdió un 8% atento a que la inflación interanual ya está en el 40%.

Para que las luchas triunfen hay que rodearlas de solidaridad y coordinarlas. Exigiendo que las CGT rompan la tregua con el gobierno (esta semana se volvieron a reunir con Macri) y llamen a un paro general. También hay que luchar por un plan económico alternativo que parta de la suspensión de los pagos de la deuda y deje de beneficiar a las grandes patronales para destinar ese dinero a combatir las urgentes necesidades del pueblo trabajador. Y como lo planteamos en los actos del primero de mayo hay que dar pelea política. Repudiando a los partidos del ajuste (el PRO, UCR, PJ, el peronismo K y la centroizquierda) fortaleciendo una alternativa unitaria de la izquierda y los luchadores con el Frente de Izquierda.

 

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