Esta metalúrgica de 56 trabajadores con una patronal que cree que aún existe la esclavitud, despidió a 25 compañeros y por primera vez, después de años de esta práctica, chocó con la unidad y reacción de sus trabajadores que apoyados por delegados de otras empresas tal cual había ocurrido con Valeo, obligaron a la dirigencia de la UOM a ponerse a la cabeza.

El martes 8 un corte de la Ruta 9 frente a la empresa obligó a la patronal a acatar la conciliación obligatoria (tres anteriores las había desconocido). Todos los trabajadores volvieron al trabajo. Ahora hay que fortalecer la organización y solidaridad, para evitar que cuando la conciliación finalice vuelvan los despidos.

En esta lucha estuvo presente nuestra legisladora (MC) Liliana Olivero, que no sólo se puso a disposición del conflicto, sino que logró que se hiciera presente toda la prensa, que hasta el momento, había ignorado esta lucha.