Las violencias: relatos en primera persona

(Tiempo estimado: 2 - 4 minutos)

vivasnosqueremosSegún la Ley 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, hay distintos tipos de violencia (física, psicológica, sexual, económica y patrimonial y simbólica). Pero, ¿cómo se manifiestan?

Al saber de su décimo embarazo, Griselda fue una y otra vez al hospital a pedir que le hicieran una ligadura de trompas una vez que tuviera el bebé: “Me dijeron que sólo ligan trompas cuando hay una cesárea y que como tuve todos por parto natural, no me iban a hacer una cesárea para ligarme las trompas. Estoy cansada de hacer malabares para alimentar a mis hijos”, explica. Eso es VIOLENCIA CONTRA LA LIBERTAD REPRODUCTIVA: vulnera el derecho de las mujeres a decidir libre y responsablemente el número de embarazos o el intervalo entre los nacimientos.

Natalia explica que “Él me aisló de mi familia: no me trataba con mi mamá, no me trataba con mi hermana, ni con amigas, ni con nadie”. Esos son casos de VIOLENCIA DOMÉSTICA: es la ejercida contra las mujeres por un integrante del grupo familiar, que daña su libertad, dignidad, integridad física/psicológica/sexual/económica/patrimonial; incluye relaciones finalizadas, la convivencia no es requisito.

María Laura cuenta: “A mí me dijeron que el bebé ya no tenía más oxígeno en la panza, pero que no podían sacarlo porque no había incubadora. Falleció. Me dieron medicación y con mucho dolor me hicieron ‘tenerlo’ por parto natural”. Eso es VIOLENCIA OBSTÉTRICA: ejercida por personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres (trato deshumanizado, abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales).

Camila cuenta que un hombre “se acercó, se bajó de la bicicleta en contramano y me pidió la hora. Después se subió a la vereda, impidiéndome el paso para que yo no siguiera caminando y me pidió un chicle. Conseguí zafar e irme”. Fue a la Comisaría de la Mujer de Azul y “no me quisieron tomar la denuncia porque este tipo no me había agarrado ni me dijo ni me insinuó nada”. Eso es VIOLENCIA INSTITUCIONAL: aquella realizada por funcionarios/as, profesionales, personal y agentes pertenecientes a cualquier órgano, ente o institución pública, que retarda, obstaculiza o impide que las mujeres tengan acceso a las políticas públicas y ejerzan los derechos revistos en la Ley 26.485.

Según un empleado de recursos humanos "Las mujeres son cumplidoras hasta que se embarazan o tienen chicos. Cuando a su hijo le pasa algo, como si tiene fiebre, la juegan de víctimas y los hombres se sienten culpables". Esa apreciación es una muestra de VIOLENCIA LABORAL: discrimina en los ámbitos de trabajo y obstaculiza su acceso al empleo, contratación, ascenso, estabilidad o permanencia, exigiendo requisitos sobre estado civil, maternidad, edad, apariencia física o la realización de test de embarazo. También es violencia contra las mujeres en el ámbito laboral quebrantar el derecho de igual remuneración por igual tarea o función.

Carla cuenta que “En un programa de TV colgaron un cuadro y me pedían darme vuelta para mirarlo y mostrar la cola. Yo ya estaba en minifalda y con escote”. Eso es parte de la VIOLENCIA MEDIÁTICA: publicación o difusión de mensajes e imágenes estereotipados, que promueve la explotación de mujeres o sus imágenes, injuria, difama, discrimina, deshonra, humilla o atenta contra su dignidad, y también su utilización en mensajes e imágenes pornográficas, legitimando la desigualdad de trato o construyendo patrones socioculturales reproductores de la desigualdad o generadores de violencia.

¡Este 3 de junio seamos miles en las calles exigiendo una vida libre de violencias!

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