Tomas de colegios en Córdoba

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Hace casi un mes, cientos de estudiantes de colegios secundarios volvimos a las calles en defensa de la educación pública. Escribe: Papel Secundario Córdoba

Hace casi un mes, cientos de estudiantes de colegios secundarios volvimos a las calles en defensa de la educación pública. Decidimos tomar medidas porque estamos hartos de que en nuestras escuelas se nos caigan los techos, que haya pérdidas de gas, que no tengamos luz, que se desborden las cloacas, que no contemos con materiales para estudiar, que los salarios de nuestros docentes sean de miseria. Por eso nos organizamos en asambleas, hicimos cortes de calles, dos movilizaciones, donde fuimos cientos de estudiantes los que, junto al apoyo de nuestros padres y docentes, salimos a exigirle al gobierno de De La Sota la designación inmediata del presupuesto y la puesta en marcha de los planes de obras para poner en condiciones nuestras escuelas.

La organización que emprendimos llevó a la toma de hasta una decena de escuelas, no solo de Córdoba Capital, sino también del interior de la provincia (la Escuela Superior de Bellas Artes Emilio Caraffa de Cosquín). Desde las autoridades de nuestros colegios, en consonancia con el ministro de Educación Grahovac, Delia Provinciali y el aparato del gobierno delasotista, lo único que intentaron en los más de 21 días de escuelas tomadas fue deslegitimar las tomas y nuestras medidas de fuerzas, incluso amenazando de muerte a Joaquín, el presidente del centro de estudiantes del IPET 248 Leopoldo Lugones. Producto de la movilización y organización independiente que llevamos adelante, el movimiento estudiantil secundario logró arrancarle al gobierno provincial el compromiso de la creación de planes de obras y su puesta en marcha en los próximos días, con relevamientos por los edificios que ya comenzaron.

Desde Papel Secundario estamos participando activamente de este proceso. Creemos necesario continuar y fortalecer esta lucha; no vamos a confiar en las prome- sas de Grahovac y De La Sota, vamos a seguir organizados y movilizados en defensa de nuestras condiciones de estudio. Tenemos que seguir organizándonos para que cada vez seamos más colegios los que nos hagamos escuchar.

El movimiento estudiantil secundario debe pelear de manera independiente a todos los gobiernos, exigiendo aumento de presupuesto, mejoras edilicias, cumplimiento de planes de obras, y por una educación verdaderamente laica, gratuita y de calidad.