Print this page

Se bajó Alberto Fernández / El peronismo sigue en terapia intensiva


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT unidad
 
Alberto Fernández no irá por la reelección. Aunque lo anunció abruptamente en un video de madrugada, su final estaba cantado. El presidente del Frente de Todos, puesto con la lapicera de Cristina Fernández de Kirchner, solo puede mostrar una Argentina sumida en la pobreza, la inflación y el sometimiento al FMI. No hay nada de “nacional y popular” en un peronismo que gobierna para las grandes patronales, las multinacionales, los bancos y el Fondo Monetario.
 
Las intenciones reeleccionistas de Alberto Fernández fueron barridas por la malaria social y su escasa performance en las encuestas. Algo similar ocurrió con el “renunciamiento” de Macri. El repudio a los representantes de las dos coaliciones patronales que nos gobernaron en los últimos años está revelando que hay una continuidad en sus planes de ajuste y sometimiento que millones repudian.

¿Cristina no tiene nada que ver con Alberto?

Claro que sí. Al actual presidente lo puso directamente Cristina. Cuando lo ungió como candidato en 2019 decía: “reconstruir un país para todos y todas debe ser no sólo nuestro sueño, sino nuestro objetivo”. El Frente de Todos hizo lo opuesto.

Varias veces Cristina se quiso despegar del gobierno que integra para que el repudio popular no la salpique. Habló de “funcionarios que no funcionan” para poner a los suyos. Pidió la renuncia del ex ministro Guzmán para bendecir al actual ministro ajustador Sergio Massa. Ahora reclamó que Alberto se baje para manejar la feroz interna electoralista del Frente de Todos (Larroque decía que Alberto era el candidato del 5%), pero todo esto es para prometer “volver a recuperar la esperanza y los sueños de argentinos y argentinas”. ¿Esperanza y nuevos sueños con Scioli? ¿Rossi? ¿Manzur? ¿Wado de Pedro? ¿Capitanich? ¿Grabois?

Todos estuvieron o están en el gobierno. Y así nos va. Ahora desde sectores kirchneristas dicen: “Si Cristina lo dice lo bancamos a Massa”. El mismo Massa candidato preferido de la traidora CGT. Está todo dicho.
 
Con Massa no “se combate a la derecha”

El peronismo se la pasó pidiendo el voto contra la derecha. Así le ganó a Macri. Pero hoy exhibe datos escalofriantes, un 66% de la niñez está bajo la línea de pobreza, 104% de inflación anual, dólares subsidiados para la oligarquía y más sometimiento al FMI. ¿De qué combate a la derecha habla?

Los males se agravaron por la pandemia, la guerra y la sequía, dicen. Decimos que no. Se agravaron por sus políticas de mayor ajuste, saqueo y pacto con el FMI.

El peronismo vuelve a proclamar que la derecha “propone ajustar”. Vaya novedad. Claro que Patricia Bullrich y Larreta quieren más ajuste, ni qué hablar del liberfacho Milei, el neofascista que el peronismo deja correr porque le sacaría votos a Juntos por el Cambio. Pero con este discurso mentiroso intentan ocultar que el peronismo es un gobierno ajustador y que la “inclusión social y distribución del ingreso” que pregona es un verso total.

¿Con Cristina Kirchner vendrá la solución? Opinamos que no. Cristina y Máximo Kirchner no proponen nada distinto. ¿Qué dicen de la inflación, los bajos salarios y el pacto sellado con el FMI? ¿Y de cómo revertir el desastre social que provocaron? Solo doble discurso.
 
Tiene que gobernar la izquierda con un verdadero plan económico alternativo

“Hace falta un plan de gobierno”, dijo Máximo Kirchner como si fuera ajeno a este gobierno. ¿Pero acaso no hay ningún plan? ¿Qué es el robo jubilatorio y la entrega del litio, el petróleo y el gas bajo los dictados del FMI? Lo que no hay es un plan para sacar a millones de la pobreza, la desigualdad social y la dependencia.

Un “autocrítico” Máximo Kirchner agregó: “queríamos que a nuestro gobierno le vaya mejor”. ¿Pero qué esperaba? Lo dijimos una y mil veces desde el Frente de Izquierda Unidad, que de la mano del FMI nos íbamos a seguir hundiendo. Llenamos varias veces Plaza de Mayo con marchas masivas postulando la ruptura con el FMI y el no pago de la deuda.

En las pasadas elecciones millones le dieron la espalda al Frente de Todos. “No nos tragamos más el sapo”, se escuchó decir. Hoy se vuelve a repetir la frase entre trabajadores y la juventud desencantada. Miles sacan la conclusión de que para combatir de verdad “a la derecha”, económica y políticamente, hay que tomar medidas de fondo que solo el Frente de Izquierda Unidad propone. Hay que pelear por un gobierno de la izquierda y de las y los trabajadores, ante un peronismo decadente que en pleno siglo XXI gobierna para los poderosos.