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¡No al uso de las Taser!


Escribe Mercedes de Mendieta, legisladora CABA Izquierda Socialista/FIT Unidad

La muerte de la policía Maribel Zalazar fue utilizada por los partidos patronales para traer el debate sobre el uso de las armas taser. El gobierno peronista del Frente de Todos aprobó la compra de cien pistolas de ese tipo que serán utilizadas por la Policía Federal y dio luz verde al debate. Bullrich aprovechó para disputar en la interna de Juntos por el Cambio con Larreta, a quién acusa de “tibio”. Larreta, mientras lanzaba su candidatura presencial, le respondió que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires “decidió usar la taser”. Como era de esperar, los liberfachos de Milei y Ramiro Marra no tardaron en pronunciarse a favor de estas armas de tortura. Solo la Izquierda rechaza su uso y la política de más mano dura que buscan aplicar tanto el peronismo como Juntos por el Cambio y los liberfachos. Lo que está por detrás es la necesidad de los partidos patronales de profundizar la represión para hacer pasar el ajuste y criminalizar la protesta social. Así lo demostró la amenaza de muerte por parte del diputado  de “La Libertad Avanza” aliado de Milei, Luis Espert, que pidió “bala o cárcel” para el dirigente del Partido Obrero Belliboni.

Desde Izquierda Socialista/FIT Unidad rechazamos el uso de estas armas letales. Su funcionamiento se basa en la aplicación y paso de hasta 50.000 voltios a través del cuerpo y puede causar la muerte, como lo han demostrado los cientos de casos de víctimas fatales en Estados Unidos a mano de la represión policial. Incluso el Comité contra la Tortura de la ONU las define como “provocadoras de un dolor intenso” y que constituyen “una forma de tortura que en algunos casos puede provocar la muerte”.

La inseguridad crece de la mano del plan de ajuste de los gobiernos y el FMI. Es un flagelo social que se profundiza de la mano del crecimiento de la pobreza que supera el 40% en el país y llega al 60% en los niñes y adolecentes, y afecta particularmente a les trabajadores y sectores populares.

Pero el problema de la inseguridad no se resuelve con más policía o con más armas de tortura. Es la propia policía la que aplica el gatillo fácil en los barrios y es cómplice del delito organizado y el narcotráfico, como lo dejó en evidencia el caso de Lucas González en la Ciudad de Buenos Aires y tantos otros a lo largo y ancho del país. Desde Izquierda Socialista/FIT Unidad decimos que para terminar con la inseguridad tenemos que impulsar un plan obrero y popular que ataque la pobreza, la desigualdad y los salarios de miseria, que parta de romper con el FMI, y que el dinero que va a la deuda se dirija a terminar con las problemáticas sociales del país.