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Dólar “tecno”: un negocio al servicio de Accenture, Globant y Mercado Libre

Publicado en El Socialista N° 547
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Escribe José Castillo

En su búsqueda desesperada de reservas para cumplir con el ajuste exigido con el Fondo Monetario Internacional, el gobierno del Frente de Todos sigue otorgando privilegios a distintos sectores patronales.

Así como en el mes de septiembre los grandes beneficiados fueron los exportadores de soja, ahora le toca a las empresas llamadas “tecnológicas”. Aquellas que incrementen en un 30% sus ventas al exterior de servicios profesionales y de tecnología, podrán vender un porcentaje de esos dólares legalmente en el mercado financiero (o sea al valor del llamado “contado con liqui” o del “MEP”, alrededor de 300 pesos por dólar).

No es lo único: también se le otorgará el libre acceso al 20% de los dólares que ingresen al país si es para “invertir en nuevos proyectos”. O sea en la práctica, un virtual “blanqueo de capitales” para el sector.

De hecho, lo que el gobierno busca con esto es poder capturar para las reservas una porción de negocios que hoy están circulando por fuera del circuito formal, con contrataciones que se hacen directamente en el exterior o por medio del mundo de las criptomonedas. O sea actividades que funcionan objetivamente en negro. En vez de obligarlas a blanquearse y a cumplir con las normativas locales, en materias laborales o de pago de impuestos, se las premia con lo que es una devaluación encubierta para el sector.

Es importante tener en claro quiénes serán los ganadores de todo esto. Porque desde el gobierno se afirma que esto servirá para las pymes y los “emprendedores” de las nuevas tecnologías. Pero la realidad es que el sector tecnológico ya hace varios años que también se ha monopolizado: unas pocas empresas, como Accenture, Globant o Mercado Libre son las que se quedan con los grandes negocios. Y, a ellas apunta el gobierno, ofreciéndoles la zanahoria de estos privilegios para ver si así puede incrementar un poco más las reservas del Banco Central.

Ayer fue el dólar “soja”, hoy el dólar “tecno”. Mañana el dólar “Qatar”. Así el gobierno del Frente de Todos va devaluando en silencio. Cada una de estas mini-devaluaciones aporta un poco más de leña al fuego de la inflación y a la baja salarial. Refleja dos cosas: por un lado que el objetivo único de la política económica es cumplir con el FMI. Por el otro, que, incluso para hacerlo, no están dispuestos a tomar el toro por las astas del comercio exterior. En vez de sancionar todas las maniobras de sobrefacturación de importaciones, subfacturación de exportaciones, contrabando y fuga de divisas, se elige seguir dándole más y más privilegios a los mismos que especulan y fugan.

La salida es exactamente la inversa: nacionalizar el comercio exterior, para que todos los dólares que se obtengan, ya sea por ventas de mercaderías o, como en este caso, de servicios, ingresen directamente al estado nacional y se destinen para resolver las necesidades populares, no para que salgan nuevamente por pagos de deuda externa.