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Masiva movilización educativa contra Larreta y Acuña


Escribe Mariana Scayola, secretaria general de Ademys

El martes 4 confluimos en CABA en una enorme movilización de quince mil docentes y estudiantes contra la violencia neofascista de la ministra Soledad Acuña, el ajuste y el vaciamiento educativo.
La docencia paró masivamente reclamando por salario, en defensa de la jornada laboral de lunes a viernes, de la salud docente, contra el vaciamiento escandaloso de la obra social y contra el maltrato laboral.

Las y los estudiantes, en un proceso de tomas de escuelas, denunciaron las pasantías gratuitas y obligatorias, donde los mandan a lavar copas perdiendo días de clases, reclamaron por el aumento presupuestario, que reciben por las viandas insuficientes, de mala calidad y en pésimas condiciones, y por las escuelas se caen a pedazos.

Ante una comunidad que dijo “Basta”, la respuesta del gobierno de Larreta y su ministra Acuña, fue la persecución a las y los pibes y sus familias. Les envió la policía a sus casas, cortó la luz e internet en los colegios, inventó cargos y pretende cobrarles multas de millones de pesos, además de denostar la organización estudiantil. Lo único que logró fue profundizar notoriamente el conflicto que tuvo cuarenta escuelas tomadas y una participación de miles de pibes en toda la Ciudad.

El conflicto sigue abierto, las y los estudiantes levantaron las tomas mientras transcurren reuniones con el ministerio de Educación, que no los había recibido en todo el año, pero desde la Coordinadora de Estudiantes de Base (CEB) prometen que las medidas van a volver si no tienen respuestas a sus reclamos. Los docentes nos encontramos en un proceso de asambleas y medidas de fuerza. Luego de dos paros masivos, el gobierno convocó a la mesa salarial el mismo día que desde Ademys convocamos a una asamblea abierta e impulsamos la realización de mandatos para darle continuidad a la pelea.

La exigencia de unidad de la base de las escuelas obligó a la burocracia celeste de UTE a tomar medidas unificadas. Para sostener esta pelea es necesaria la realización de asambleas unitarias que superen la dispersión del gremio, instancias que la UTE viene rechazando. Los mandatos por escuela con la decisión de la docencia y la coordinación nacional junto al resto de la docencia combativa que está luchando, es el camino para frenar el ajuste de los gobiernos y el FMI y lograr un salario igual a la canasta familiar y la defensa de nuestros derechos laborales. Desde Ademys vamos por la continuidad de la lucha educativa.