En medio de una brutal crisis, que se agravó con la aparición del Covid-19, el Frente de Todos fue derrotado en las PASO. El gobierno peronista perdió porque es el continuador del brutal ajuste que ya había hecho Macri, y el mejor ejemplo, es la caída de los haberes de la jubilación mínima. Hoy sus dirigentes se pelean, pero siguen con más ajuste, que es lo que exige el FMI. Por eso hubo un porcentaje tan importante como equivocado de votos a los ajustadores macristas de Juntos, y otro menor al neofascista de Milei. Pero una franja votó al FIT Unidad, que tuvo una muy buena elección. Jubiladas y jubilados, castigaron al gobierno peronista, cansados de ser atacados años tras año por todos los partidos patronales que gobernaron (dictaduras militares, radicales, peronistas o de Pro). Vaciaron el Anses y las Cajas, sacando contribuciones patronales, haciendo que el Estado mismo pague en “negro”, o sacando fondos hasta para pagar deuda externa.
 
El ataque a la jubilación en la provincia

Schiaretti también perdió votos en Córdoba, tras más de veinte años de peronismo. El ajustazo fue descomunal, en medio de la pobreza y el desempleo. Con las dos últimas leyes del robo jubilatorio (10.333 y 10.694), el gobernador bajó el porcentaje del 82% del mejor haber al jubilarse, al 67% no del mejor sueldo, sino del promedio de sueldos actualizados de los últimos diez años. Los pasivos perdieron así un 15% (del 82 al 67), y encima se hace sobre un promedio mentiroso de sueldos de 120 meses.

Frente a todos estos gobiernos patronales, que le robaron a los jubilados y al pueblo trabajador, la salida es votar al Frente de Izquierda: sus diputadas, diputados y legisladores son los únicos que siempre rechazaron estos ajustes, tanto en el Congreso y las legislaturas, como en las calles. Y son los únicos que siguen reclamando el 82% móvil sobre el mejor sueldo y que la jubilación mínima sea de 68.000 pesos para cubrir las necesidades esenciales de las y los jubilados.

Jubilados en Marcha