Destacamos que dicho instituto ya había sido demandado en la causa de la muerte del joven Franco Casco, por la que hay treinta policías y personal judicial presos. Tampoco en este caso se aplicaron los protocolos internacionales, se borraron y ocultaron pruebas, echando un manto de impunidad.
En esta segunda autopsia se constataron lesiones no evidenciadas en la primera, demostrando cuanto menos, la impericia, negligencia e imprudencia de los profesionales del instituto. Se trata de lesiones ocurridas en el momento inmediatamente previo a su muerte, que contribuyeron al desenlace fatal y que se corresponden con las lesiones típicas de tortura. Ante las nuevas evidencias decimos ¡basta de impunidad! ¡El gobierno es responsable!