Pacto social

Oct162019
(Tiempo estimado: 2 - 3 minutos)

Pacto socialEscribe José Castillo, candidato a Diputado Nacional por la Ciudad de Buenos Aires


Quién gana y quién pierde

Es el caballito de batalla de Alberto Fernández. Mientras se avanza con el “reperfilamiento” de la deuda, trabajadores y empresarios deberán firmar un “pacto social” donde, teóricamente, se congelarían precios y salarios por un período de tiempo no determinado (se habla de seis meses como mínimo).

De movida este planteo encierra una primera trampa para la clase trabajadora: nadie le va a devolver lo que perdieron en estos cuatro años (que se calcula en un 25% como mínimo para los trabajadores en blanco bajo convenio y mucho más para los tercerizados y en negro).

Pero el pacto social encierra nuevas trampas. Las patronales ya empiezan a cubrirse, con aumentos de precios anticipados. Lo mismo sucederá cuando se levante, a mediados de noviembre, el congelamiento parcial a los combustibles. Y todavía está pendiente la posibilidad de otro “zarpazo” al dólar, como el que sucedió en agosto tras las PASO. En concreto, se trata de un “pacto social” que, como todos los anteriores en la historia, tiene las cartas marcadas: va a significar congelamiento de salarios para los trabajadores, con burócratas que se comprometerán a no salir a pelear por nada durante su vigencia, y patronales que antes, durante y después de su firma, seguirán aumentando precios por derecha o por izquierda, reventando aún más los salarios y las jubilaciones.


La UIA plantea la reforma laboral

La Unión Industrial Argentina aparece como la pata patronal fundamental del pacto social que propone Alberto Fernández. Sus máximos dirigentes estuvieron en la “foto” con que se lanzó formalmente la propuesta en Tucumán. A partir de entonces, viene insistiendo en lo que es su principal caballito de batalla: que hay que “reducir los costos del trabajo” por medio de una reforma laboral. Su principal vocero en este sentido es Daniel Funes de Rioja, el eterno abogado de las patronales, uno de los más recalcitrantes abogados laboralistas al servicio de las patronales, hoy representante en la UIA de la Copal.

La reforma laboral que plantea la UIA, y que pondrá arriba de la mesa en el futuro pacto social, consiste en liquidar décadas de conquistas de la clase trabajadora. En que el trabajo en la Argentina pase a funcionar de conjunto como en una gigantesca “Vaca Muerta”, (y que ya, en poco tiempo de implementación, generó ocho muertes por accidentes evitables). O, en un ejemplo más cercano a las grandes ciudades, con trabajadores que se transforman en superexplotados sin ningún derecho, como lo vemos en los repartidores de Glovo o Rappi. La UIA va por la reforma laboral, junto a todas las otras entidades patronales, y en consonancia con los reclamos del FMI. Y usará el pacto social para negociarlo. También por esto tenemos que oponernos.