Quiero felicitar a las y los compañeros participantes por los debates y las importantes resoluciones adoptadas. Con el lanzamiento de A Luchar ustedes están dando un gran paso unitario en la pelea por una nueva dirección, democrática y combativa del movimiento obrero, y de todos los sectores que luchan. Viendo el debate de las comisiones, las experiencias de lucha son impresionantes. Están acá los que vienen encabezando las luchas en los lugares de trabajo, en los colegios, en la universidad, en los barrios en el movimiento feminista Mujeres y Disidencias y dando la pelea en los territorios contra el saqueo ambiental.
Necesitamos esta nueva organización para sumarnos a la lucha contra un gobierno que revienta el salario, las jubilaciones, que dejó de mandar comida a los comedores populares, reduce el presupuesto educativo de la universidad diciendo que no hay plata y le ha entregado 100.000 millones de pesos a esa mafia espías que es la SIDE. Tenemos una herramienta política para enfrentar a los partidos patronales, que es el Frente de Izquierda Unidad. Hoy estamos fundando A Luchar para apoyar las luchas, para que esas luchas triunfen, para que se coordinen y para fortalecer la pelea por una nueva dirección del movimiento obrero y todas las y los que luchamos.
Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
El pasado 11 de julio seis diputadas y diputados de la Libertad Avanza visitaron a peligrosos genocidas en el Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza. Esos militares asesinos están condenados a cadena perpetua por enormes violaciones a los derechos humanos, entre ellos Alfredo Astiz, Raúl Gulielminetti, Antonio Pernías y Adolfo Donda. Esto no puede quedar en la impunidad.
El escándalo fue mayor cuando se supo que estos denominados “representantes del pueblo” usaron una combi proporcionada por el presidente de la Cámara de Diputados. Martín Menem ahora intenta deslindar responsabilidad diciendo que la visita fue por “cuestiones personales”, mientras hay pedidos de que se conforme una comisión investigadora y haya sanciones concretas.
El revuelo impactó en propios y extraños. Hubo críticas hasta de representantes del bloque libertario y políticos amigables del gobierno. ¿Quiénes son las y los diputados que fueron? Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, Alida Ferreyra, Lourdes Arrieta, Rocío Bonacci y María Fernanda Araujo.
Benedit y Ferreyra ya habían ido a visitar a otros genocidas a la cárcel VIP de Campo de Mayo el 15 de marzo, donde los milicos allí alojados cuentan con televisores y cancha de tenis. Entre ellos está el ex capellán de la Bonaerense, Christian Von Wernich, condenado a prisión perpetua por el asesinato de siete personas y más de cuarenta secuestros. ¡Qué bendito capellán!
También visitaron esa cárcel dos funcionarios del Ministerio de Defensa comandado por Luis Petri, quienes fueron, según ellos, a cumplir una tarea que les compete, “observar el estado de las instalaciones”. Algunas versiones señalan que se llevaron un boceto de decreto para liberar a los militares.
A esta altura, con tantas pruebas, hay que hablar sin duda de una “política de Estado” por parte de este gobierno ultraderechista de Javier Milei y Victoria Villarruel para intentar salvar a estos monstruos.
Quién es Astiz
Entre los genocidas visitados hay uno emblemático: Alfredo Astiz. Alias el “Ángel de la Muerte”, se infiltró en el grupo fundador de Madres de Plaza de Mayo haciéndolo desaparecer, igual que a dos monjas francesas, siendo condenado por esto último en ausencia en Francia.
Si bien fue beneficiado por las leyes de impunidad de Punto Final y Obediencia Debida de Raúl Alfonsín, luego fue condenado a perpetua por su actuación en la ESMA, el mayor centro clandestino donde pasaron más de cinco mil personas, muchas de las cuáles fueron arrojadas al Río de la Plata en los denominados vuelos de la muerte.
En 2011 y en 2017, Astiz recibió sentencia por los delitos de privación ilegítima de la libertad (647 hechos), tormentos (651), homicidio (32), sustracción, retención u ocultamiento de un menor de diez años (15), entre otros delitos de lesa humanidad.
Astiz fue declarado “héroe de Malvinas” por quienes lo visitaron. Pero resulta ser que este cobarde, al mando del grupo Los Lagartos, se rindió sin tirar un tiro ante los ingleses, mientras en enero de 1977, en plena dictadura, hirió por la espalda y luego secuestró e hizo desaparecer a la joven Dagmar Hagelin, de diecisiete años de edad, uno de los casos de mayor repercusión internacional.
Visita humanitaria no. ¡Reivindican el genocidio!
Benedit, el diputado que organizó la comitiva, dice que se trató de una “visita humanitaria”. Sería según él para pedir por presos inocentes y de avanzada edad. Pero se trató de una visita puesta al servicio de la campaña oficial en defensa de quienes perpetraron el terrorismo de Estado. Lo dejó claro en un chat que envió al bloque de La Libertad Avanza informando del viaje, el que nunca desmintió (ver ilustración).
Ahí se lee claramente: “Fuimos a ver represores, no, fuimos a ver ex combatientes que libraron batallas contra la subversión marxista//Hay héroes de Malvinas //Los cargos han sido probados: no; muchos son inventados// Vamos al rescate del imperio de la ley con espíritu de justicia//”.
En el prontuario de Benedit figura que fue dirigente de la Sociedad Rural de Entre Ríos y está por la derogación de la ley que conquistó el aborto legal, por ejemplo.
Está claro que el negacionismo de los 30.000 está íntimamente ligado a la política de este gobierno de buscar impunidad para quienes cometieron hechos aberrantes. Por eso hay que mantener la guardia bien alta y seguir movilizados. Ni olvido ni perdón. Cárcel común a todos los genocidas y por lo que falta: castigo a los cómplices civiles de la dictadura, empresarios, políticos patronales, burócratas sindicales y la Iglesia. Que se abran los archivos de la represión 1974/1983. Y, por supuesto, no dejar que esta visita repudiable quede en la impunidad.
Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
Javier Milei y Patricia Bullrich enviaron un proyecto de ley para bajar la edad de imputabilidad de dieciséis a trece años. Menos que los catorce años de la dictadura de Videla, edad que en 1980 pasó a dieciséis. El gobierno considera que los adolescentes, niñas y niños deberían estar presos, no en una escuela o sin hambre.
Diputadas y diputados del gobierno visitaron a peligrosos genocidas en la cárcel ¿Y ahora Milei dice que la inseguridad la generan los menores de trece? ¿Hay algún tratado internacional, especialistas en el tema u organismos de derechos humanos que aconsejen esto? No. En cambio, sí aconsejan garantizar fondos para educación, salud, fomentar clubes de barrio o culturales para sacar a los chicos de la calle y evitar ser soldaditos de los narcos. Pero Milei hace lo contrario, destinando por ejemplo cien mil millones de pesos a los espías de la SIDE.
Este proyecto es para criminalizar la adolescencia (al estilo Bukele), mientras los delincuentes de guante blanco son beneficiados con el blanqueo de capitales provenientes de actividades ilícitas y mafiosas.
El gobierno dice que Argentina está atrasada respecto a otros países del continente que bajaron la edad. Catorce años en Chile, Perú, Colombia; trece en Guatemala y Nicaragua; doce en Brasil, México y El Salvador, o la locura de llevarla a siete años en Granada y Trinidad y Tobago. ¿En estos lugares hay más seguridad? No. Y está probado que la cantidad de adolescentes que cometen delitos es mínima.
Todas las reformas anteriores, de mano dura, limitar excarcelaciones, más poder a la policía o aumento de las penas, como las Leyes Blumberg impulsadas bajo el gobierno peronista kirchnerista en 2005, trajeron más inseguridad y hacinamiento en las cárceles, no menos.
El caldo de cultivo de la violencia está en la pobreza, la marginalidad y desigualdad social, por un lado. Y la complicidad de los gobiernos, fuerzas de “in” seguridad y la Justicia con las bandas delictivas, por otro. Las políticas represivas no van. Hay que terminar con todo esto tomando medidas de fondo, combatiendo el plan motosierra de Milei y eligiendo a los comisarios y jueces por el voto popular para, entre otras cosas, no ensañarse con los pibes.
Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
El peronismo sigue en su crisis mientras aspira a armados electorales pensando en las legislativas de 2025 y las presidenciales de 2027. Las pujas internas son evidentes. Nada bueno saldrá de ellas para el pueblo trabajador, las mujeres y la juventud. No hay nada para “renovar” dentro de un peronismo que nos llevó al desastre y sigue dejando pasar el ajuste de Milei. La única unidad que vale es la de la izquierda, conquistada
con el FIT Unidad.
La brutalidad del ajuste de Milei no alcanza para “ordenar” la tropa de la dirigencia peronista que sigue en una gran crisis tras haber gobernado para el FMI en los últimos cuatro años. Sin embargo, sus dirigentes están muy activos: Kicillof, Quintela, Guillermo Moreno, Cristina, Santoro, Máximo, el ex ministro Guzmán, Grabois, Katopodis, y por si faltaba alguien, reapareció Alberto Fernández anunciando su próximo libro para fin de año.
La dirigencia del PJ tiene un discurso opositor. Si uno escucha a algún diputado o senador en las sesiones de la Ley Bases, o a Kicillof no firmando el Pacto de Mayo en Tucumán, parecería que van a enfrentar hasta las últimas consecuencias al plan motosierra de Milei. Pero nada de eso está ocurriendo, ni ocurrirá. Veamos qué hacen donde gobierna el peronismo.
¿Kicillof resiste a Milei?
Kicillof acaba de anunciar un RIGI provincial (incentivos a las grandes inversiones), supuestamente “bueno”, con amplios beneficios para tentar a la multinacional gasífera Petronas aliada a YPF para que se radique en el puerto de Bahía Blanca y no en Río Negro. Lo cual será otro salto en el saqueo “nacional y popular”.
También Kicillof promociona paritarias supuestamente fenomenales, pero le acaba de dar un 6,5% de aumento a la docencia en relación a los haberes de mayo, donde una preceptora que recién se inicia percibirá 400.200 pesos y una maestra de grado 470.300, consolidando salarios de pobreza.
El gobernador se codea con distintos dirigentes sindicales para mostrar “su plan de resistencia contra el gobierno nacional”, como también venden algunos medios. Se refieren a la denominada cumbre de la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (Csira) que compartió con burócratas como Ricardo Pignanelli (Automotriz) y Gerardo Martínez (Uocra), entre otros. Martínez acaba de ir a la reunión de la CGT con el gobierno, archivando un posible paro diciendo, por ejemplo, “el gobierno ya tiene la Ley Bases, ahora necesitamos gestión y política de ingresos y desarrollo productivo”, como si Milei lo fuera a dar. Del evento del que también participó Gerardo Zamora de Santiago del Estero, quien firmó entusiastamente el Pacto de Tucumán.
A su vez, Kicillof viene afinando sintonía con sus pares peronistas y no peronistas, con quienes firmó acuerdos de “cooperación y asistencia”, como con los gobernadores de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y Chubut, Ignacio Torres, a quien se le sumará otro que firmará en agosto con el gobernador Ricardo Quintela de La Rioja, el que acaba de emitir bonos provinciales devaluados (cuasimonedas), los denominados “Chachos”.
Quintela promociona a un “Larreta progresista”
El riojano empezó a sumar kilómetros recorriendo el país en busca de un acuerdo para lograr la unidad peronista bajo el techo del PJ. Con fluido diálogo con Cristina y Axel Kicillof, el gobernador se postula como uno de los candidatos en las elecciones internas del próximo 17 de noviembre para elegir autoridades de un peronismo que vino gobernando 28 años de los 40 que pasaron desde que cayó la dictadura.
En un largo reportaje en Página12 del domingo 14 de julio, después de señalar “El peronismo es un gigante dormido, lo tenemos que despertar”, Quintela se despachó con la propuesta de avanzar en acuerdos con el radicalismo e incluso con dirigentes de PRO como Horacio Rodríguez Larreta. “¿Por qué no? Si él era peronista”, sostuvo.
“Más temprano que tarde vamos a sentarnos con todos los gobernadores o la mayoría para poder trazar una línea de trabajo, para que podamos recuperar los recursos y las obras que estaban preestablecidas”, agregó en línea acuerdista.
“Nosotros siempre hemos sido frentistas. El radicalismo es un partido que tiene vigencia. Si Larreta fue peronista. No tiene una visión como la nuestra, pero se asemeja en muchos puntos. Tiene un sesgo progresista”, sentenció.
El kirchnerismo no es alternativa. ¡Vamos con el FIT Unidad!
Alguien podrá decir, esto pasa con Kicillof o los gobernadores, no con el kirchnerismo duro. Pero miremos qué están haciendo Cristina o Máximo. Un medio señala, por ejemplo, que “la ex presidenta pide que la dirigencia K se concentre en fortalecer el discurso opositor contra Milei y en tejer alianzas subterráneas con otros sectores de la oposición” (Infobae, 6/7). Ya Máximo dijo recientemente que un acuerdo parlamentario con la oposición patronal es esperanzador, lo mismo que Leandro Santoro (ver recuadro). Recordemos que el radical Cobos fue el vice de Cristina, y Lousteau su ministro de Economía.
Es decir, sea con peronismo puro o con aliados, el PJ en sus distintas variantes no es salida para el pueblo trabajador. No va ninguna unidad ni renovación interna peronista, ni unidad con políticos radicales o de PRO. El peronismo ya gobernó para el FMI y los grandes empresarios. La salida pasa, en primer lugar, por la mayor unidad de las y los luchadores para derrotar el plan motosierra de saqueo y represión de Milei y el FMI, cosa que fomentamos desde el sindicalismo combativo y la izquierda. Y por seguir fortaleciendo la mayor unidad que conquistamos con el Frente de Izquierda para luchar por una salida de fondo. Esa es la tarea para la cual convocamos a militar desde Izquierda Socialista.
Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
Santoro es diputado nacional por Unión por la Patria de CABA. Al ser preguntado por el acercamiento entre Axel Kicillof con Ignacio Torres (gobernador PRO Chubut) y Maximiliano Pullaro (gobernador Santa Fe-UCR), lo llamó “esperanzador”.
“La solución de los problemas pasa por el entendimiento. Hay que hacer acuerdos con Martín Lousteau. Lo mismo con Llaryora (gobernador de Córdoba)”. Santoro lo llama “frente de unidad”. Y recuerda: “Mi posición en la elección de 2023 a Jefe de Gobierno fue: ‘Si nosotros ganamos la Ciudad vamos a convocar a todos. Creo que hay que hacer lo mismo en la Argentina para construir una alternativa a Milei. Un gran frente amplio que eso se traduzca en un gobierno de unidad nacional”. (Sitio Urgente24, 22/7)
¿Cuáles serían las premisas de ese acuerdo? “Desarrollo, modernización e inclusión social”. Se olvida que el peronismo gobernó con la misma promesa en 2019/2023 y nos llevó a la debacle. El mismo desastre prepara con un gobierno de “unidad” con políticos patronales de la UCR y PRO.