Escribe Juventud de Izquierda Socialista (JIS) Córdoba
El 14 y 15 de mayo son las elecciones en las quince facultades de la UNC para renovar centros de estudiantes, consejos directivos, el consejo superior y decanatos. Desde la JIS conformamos el Frente Unidad de la Izquierda junto a compañerxs de PTS, PO y activistas independientes, para impulsar una alternativa que dé continuidad a la rebelión educativa de 2024.
Llegan en un contexto de brutal ataque del gobierno de Javier Milei contra la educación pública, pero acompañado por la complicidad de autoridades universitarias y conducciones estudiantiles.
Nadie se salva solo
En las universidades no cae nieve tóxica pero sí está corriendo una constante asfixia presupuestaria que se alinea perfectamente con los planes privatistas: vaciar para expulsar a docentes que viven en la desesperación por sus salarios de miseria; para expulsar a estudiantes trabajadores que, apremiados por la precariedad de su vida no pueden sostener sus estudios o lo hacen a costa de su salud mental, y vaciar facultades como Artes, marginadas por los intereses mercantiles que hoy no cuentan con recursos básicos para garantizar todas las clases.
Estas son realidades graves que no podemos naturalizar, las y los estudiantes dimos sobradas muestras del rechazo al ajuste y nuestra predisposición a dar la pelea. La rebelión educativa de 2024 sirvió para lograr aumentos parciales del presupuesto. Si no se avanzó más fue por la ausencia de las conducciones estudiantiles y docentes que se transformaron en un freno a la lucha, evitando una Tercera Marcha Federal en el momento de auge del conflicto y llamando a confiar en la votación del presupuesto 2025, cosa que nunca llegó.
Es importante analizar el rol de las conducciones. La Franja Morada (UCR) es clave para garantizar la gobernabilidad de Milei. Mientras sus diputados votaban contra el financiamiento universitario, sus militantes boicotearon tomas y asambleas, envalentonando a sectores de ultraderecha que por primera vez se presentan a nivel regional con la lista “Liberales por la UNC”.
Cabe decir que el peronismo tampoco está a la altura de enfrentar al gobierno, ya sea quienes conforman La Fuerza Estudiantil (menemistas de la UEU, kirchneristas de La Bisagra, Sur, La Mella-Patria Grande) o Sean Eternos (agrupación ligada al PJ de Córdoba). Son sectores que terminaron llamando a confiar en el Congreso y poniendo paños fríos a la lucha estudiantil. Hoy, en la campaña electoral, pretenden hacer creer al estudiantado que los problemas del cursado pueden resolverse con mejor “gestión”. Esa dialéctica de “lo posible” y de dejar pasar el ajuste de sus gobiernos es lo que nos ha llevado a que emerja la ultraderecha. No podemos volver a caer en ese camino.
Frente a este panorama, desde la JIS y el Frente Unidad de la Izquierda, proponemos una alternativa opuesta: centros de estudiantes organizados con asambleas como herramienta principal y orientados a construir una nueva rebelión educativa. Es necesario preparar una nueva Marcha Federal que unifique a estudiantes, docentes y trabajadores para frenar los recortes, rechazar el nuevo pacto con el FMI e imponer de una vez por todas que se deje de pagar la estafa de la deuda externa, que se destinen esos recursos para sostener la educación pública.
Por eso llamamos a no dispersar fuerzas ni confundir al estudiantado. Rechazamos la decisión de La Marea-MST y Ya Basta-NMas de presentar listas separadas que dividen en tres a quienes queremos luchar siendo funcionales al ajuste y a las burocracias estudiantiles. En estas elecciones la tarea es clara: fortalecer espacios que se enfrenten de forma coherente al ajuste y que estén a la altura de la tradición combativa del movimiento estudiantil argentino sin complicidades, sin titubeos pero también sin mezquindades ni sectarismos.