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Elecciones de 1973 / El PST se postuló como una alternativa obrera y socialista

Escribe Adolfo Santos

El Partido Socialista de los Trabajadores (PST), que era parte importante de la vanguardia que participaba de ese proceso, interviniendo en las luchas, era también la única corriente de izquierda que daba la pelea electoral con una política de independencia de clase. Como lo había hecho en las elecciones de marzo con Juan Carlos Coral-Nora Ciaponne, en septiembre también convocó al clasismo surgido de las luchas del Cordobazo para dar juntos esa batalla. Con la consigna “Contra Manrique, Balbín, Perón, la izquierda debe votar unida”, una vez más le propuso a las principales figuras de ese proceso, como Tosco, Salamanca y Jaime, dirigente del peronismo revolucionario, encabezar la fórmula utilizando la legalidad del PST.

Lamentablemente, una parte de esos sectores acabó votando a Perón y otra mantuvo una actitud sectaria y abstencionista llamando al voto en blanco. El PST presentó una fórmula encabezada por dos importantes dirigentes, el socialista Juan Carlos Coral, acompañado por uno de los más destacados referentes del clasismo cordobés, el compañero José Francisco Páez. Los casi 200.000 votos obtenidos por el partido, a pesar de las dificultades económicas y el vacío de la prensa burguesa, demostraron el acierto de esa participación. Esos miles de compañeros, muchos de ellos activistas y dirigentes clasistas, habían asumido la propuesta de dar continuidad a las luchas fabriles, barriales y estudiantiles contra la conciliación de clases y el Pacto Social en el terreno electoral.

El PST, liderado por Nahuel Moreno, cuyo centro era la construcción de una alternativa revolucionaria con la estrategia de movilizar a la clase trabajadora para la toma del poder, tuvo la capacidad de aprovechar las oportunidades que nos brindaba la estrecha legalidad burguesa conquistada con la lucha obrera, estudiantil y popular para disputar en el terreno de la burguesía el espacio que nos ofrecían las elecciones. Una táctica legada por el partido bolchevique de Lenin, que el morenismo supo aprovechar para dialogar con amplios sectores de masas y ofrecerles una alternativa de clase frente a las variantes patronales.