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Continúa la caída de los salarios

Publicado en El Socialista N° 548
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Escribe Claudio Funes

En los últimos seis años hemos escuchado de los gobiernos patronales proclamas como “Pobreza Cero” (Macri) o “Voy a llenar la heladera de los argentinos” (Fernández), mientras que la participación de los trabajadores en el ingreso cayó de 48,4% a 41,7%. Traducido: las patronales se quedan cada vez con una mayor parte de las riquezas producidas.

Los sectores que más diferencia hacen entre lo que ganan los empresarios versus lo que reciben los trabajadores son el sector agropecuario (donde estos últimos se quedan con apenas el 9,9% del ingreso del sector) y el minero (25,4%). Les siguen el comercio mayorista, minorista y reparaciones ( le queda a los trabajadores apenas el 26,3%), la industria manufacturera (31,4%) y el de hoteles y restaurantes (35,3%).

Tanto el Indec, como el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social confirman esta situación, y agregan que se profundiza mes a mes. En agosto, analizando la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), la pérdida del poder adquisitivo de los salarios llega a 7,2% para el acumulado anual de 2022.

Uno de los motivos por los que se da y agudiza cada vez más este retroceso de los salarios, tanto con respecto a los precios como a las ganancias de los empresarios, tiene que ver con el fuerte crecimiento del trabajo precario. De acuerdo al Centro de Estudios Metropolitanos, en septiembre existían 19,8 millones de trabajadores ocupados dentro de los cuales el 44% se desempeñaba en condiciones de precariedad laboral. Los asalariados informales cobran en promedio un 53% menos que los formales. En cuanto al sexo, las mujeres presentan una tasa de informalidad más alta que los varones y los jóvenes son los más afectados por la informalidad y el cuentapropismo. Entre los 18 y 24 años la precariedad llega al 84%. (Página12, 28/09/2022).

El gobierno del Frente de Todos, cumpliendo con el ajuste exigido por el FMI, es el responsable de esta situación. También lo son las burocracias sindicales de la CGT y las CTA que, pactando con el gobierno, dejan pasar esta brutal pulverización del poder adquisitivo de las y los trabajadores.

Con una inflación anual proyectada a 100% es cada vez más difícil vivir para el pueblo trabajador y los sectores populares. El gobierno peronista del Frente de Todos, que denunció al macrismo, no vino para “redistribuir la riqueza y llenar la heladera” sino para que, tras su doble discurso, los grandes capitalistas continúen incrementando sus fortunas.