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Francia: crecen las huelgas por salario y en apoyo a los petroleros

Escribe Miguel Ángel Hernández, dirigente del PSL, sección venezolana de la UIT-CI

El 18 de octubre se llevó a cabo en toda Francia una jornada de protesta nacional, con huelgas en varios sectores y movilizaciones en unas ciento cuarenta ciudades y localidades de todo el país.
La acción fue convocada por las centrales sindicales CGT, Fuerza Obrera (FO), la Federación Sindical Unitaria (FSU), el sindicato Solidarios y cuatro organizaciones estudiantiles, exigiendo aumentos salariales, en defensa del derecho a huelga y en apoyo a los trabajadores de la petrolera TotalEnergies, que se encuentran en huelga desde finales de septiembre.

El centro de la protesta es la exigencia de un aumento general de salarios a 2.000 euros, es decir, 300 euros más respecto al actual. En un país donde la espiral inflacionaria avanza, especialmente en los alimentos que han experimentado un incremento de 10%, los salarios siguen estancados.

A la jornada de protesta que semiparalizó al país se incorporaron trabajadores y trabajadoras del sector salud, educación, empleados públicos, así como al transporte, petroleros y trabajadores de once de las diecinueve centrales nucleares. En París se movilizaron más de 40 mil trabajadoras, trabajadores y jóvenes, siendo una de las ciento cuarenta marchas que se realizaron en todo el país.

La huelga del martes 18 tuvo especial repercusión en los trenes regionales, circulando solo la mitad. En las rutas ferroviarias de cercanía a la capital, la paralización habría sido de un 25%. También se han visto afectados los autobuses urbanos, suspendiendo el servicio un tercio de sus líneas. Hubo huelga en el subte. Y restricciones ferroviarias en la conexión entre Francia y España, así como entre París y Londres. En el sector educativo y en el sanitario la huelga fue parcial. Sin embargo, los organizadores de la jornada de protesta amenazaron con continuar las medidas de fuerza en los próximos días.
La acción huelguista fue precedida por una marcha “contra la vida cara”, realizada el pasado domingo 16 en París, convocada por organizaciones de izquierda, en la cual habrían participado unas 100 mil personas.

Crece el malestar social

El “octubre caliente” en Francia es consecuencia del gran malestar social que se viene acumulando en la segunda economía de Europa, producto de la caída abrupta del nivel de vida de las trabajadoras y trabajadores por el incremento de la inflación. Esto contrasta con los altos beneficios obtenidos por las empresas petroleras y petroquímicas. El gran repudio por parte de las trabajadoras y trabajadores, se produce porque ven cómo las grandes transnacionales siguen lucrándo, en medio de la crisis económica agravada por la invasión de Putin a Ucrania.

Sigue la huelga de petroleros

La gran jornada de protesta se produce con el trasfondo de una huelga en las refinerías de la petrolera TotalEnergies, que comenzó a finales de septiembre, por aumento de salarios. El sindicato que los agrupa exige un aumento de un 6%, mientras que la transnacional petrolera habría obtenido ganancias por 8 mil millones de euros.

TotalEnergies, al igual que la mayoría de las empresas petroleras y petroquímicas, ha obtenido ganancias récord, gracias al aumento de los precios de la energía como consecuencia del agravamiento de la crisis económica capitalista, potenciada por la invasión de Rusia a Ucrania, y las sanciones impuestas a este último país.

La huelga en las refinerías de petróleo redujo la producción de gasolina en más del 60% y dejó a una de cada tres gasolineras con escasez de combustible, generando largas filas para surtir a los vehículos. Sin embargo, el gobierno derechista de Macron impuso por la fuerza la reincorporación al trabajo de muchos trabajadores de Total, logrando reducir la escasez a un 30%. Esta acción del gobierno produjo un gran rechazo entre muchos trabajadores que consideraron la medida como una restricción del derecho a huelga.

Todo esto sucede en momentos en que el gobierno de Macron pretende aprobar en el parlamento el presupuesto del 2023 a través de un mecanismo de vía rápida, contemplado por la constitución. Y tiene pendiente una reforma de las pensiones para aumentar la edad de 62 a 65 años, que en el 2019 fue frenada por la movilización obrera y popular.

Desde la UIT-CI respaldamos las huelgas, y la movilización de las trabajadoras, trabajadores y jóvenes franceses que hoy luchan por salarios, contra la inflación y el ajuste del gobierno de Macron. Rechazamos las restricciones al derecho a huelga impuestas por su gobierno a los trabajadores petroleros de TotalEnergies.

Apostamos a que continúen las jornadas de protesta hacia una huelga general, y que al calor de la lucha los trabajadores y jóvenes se organicen en la perspectiva de conformar una alternativa socialista revolucionaria que enfrente al gobierno y su ajuste.