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¿A quién va dirigida la campaña contra “el odio”?


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad

“Discurso del odio”. Esa es la frase que está de moda en el peronismo. El gobierno la usa para decir que todos los males se deben a los editoriales de los medios que lo critican, a los fallos judiciales adversos y a los discursos violentos de la oposición patronal. Intenta desligarse del enorme repudio popular y de paso sentar un peligroso antecedente contra los que luchan, el sindicalismo combativo y la izquierda.
 
El Presidente de la Nación, La Cámpora, la CGT, las CTA y los medios afines al gobierno siguen con la campaña. Todo lo malo sería por culpa del famoso “discurso del odio”. Odio que estaría detrás del pedido de condena de un fiscal por los casos de corrupción, oficiando como caldo de cultivo del atentado contra la vicepresidenta.

La otra campaña que se suma a la del odio es la del lawfare. Esta palabra, en inglés, quiere decir “guerra judicial”, en este caso contra los gobiernos supuestamente “nacionales y populares” como el peronismo, para desestabilizarlos y que no puedan cumplir con su cometido de gobernar para los vulnerables.

La semana pasada se hizo una audiencia en el Congreso convocada por la diputada kirchnerista de la Ciudad Gisela Marziotta, donde participaron juristas y representantes de otros gobiernos latinoamericanos. La idea es promover una ley o modificar el Código Penal para condenar a los jueces que atenten contra políticos populares.

La teoría del lawfare hace referencia a que en Latinoamérica se estarían dando golpes de Estado (“golpes blandos”), no por los militares como antes, sino con fallos de jueces que responden a la embajada norteamericana. Es lo que vienen diciendo los gobiernos denominados “progresistas” como se los auto titula a los Lula en Brasil, al peronismo en Argentina o a las dictaduras de Maduro y Ortega, en Venezuela y Nicaragua respectivamente.

La diputada Marziotta dijo que el lawfare es el “Plan Cóndor” de nuestros tiempos (genocidio que aplicó Estados Unidos en el cono sur y Argentina con el golpe de Videla-Martínez de Hoz, con 30.000 detenidos desaparecidos). Otro de los participantes señaló que lo que le está pasando a Cristina se asemeja al golpe gorila del ‘55 contra Perón. Comparaciones que nada tienen que ver con la realidad.

En esos años sí hubo golpes de Estado que llamamos a combatir, como lo hizo nuestra corriente encabezada por Nahuel Moreno enfrentando el golpe gorila del ‘55 mientras el Partido Comunista y el Partido Socialista (quienes hoy están con el gobierno) estaban con la Fusiladora. O como lo hicimos con el golpe del ‘76, que se dio para liquidar a una generación de luchadores ante el desquicio del gobierno de Isabel Perón que ya venía implementando una tremenda represión con las bandas fascistas de las Tres A.

Hoy contra un juez, mañana contra los que luchan

El objetivo de esta campaña es intentar que el peronismo quede como víctima de una supuesta campaña de la derecha internacional, mostrándolo como “nacional y popular”, cuando viene gobernando para las multinacionales, los grandes empresarios y el Fondo Monetario.

Lo que tendrían que preguntarse el gobierno y sus seguidores es por qué el pueblo pobre y trabajador se estaría dejando llevar por personajes tan repudiables como Macri y no por los discursos positivos, “de amor”, del Frente de Todos. ¿No será que el pueblo trabajador está harto de tantas mentiras, del doble discurso oficial y de un tremendo ajuste, pobreza e inflación que está ejecutando el peronismo del Frente de Todos? ¿No será que este es el caldo de cultivo que engendra a estos sectores marginales ultraderechistas que provocaron el atentado, y no una gran organización de la derecha internacional que está detrás de todo, como pregona el gobierno?

Está claro que desde Izquierda Socialista no respaldamos a los medios sesgados; somos quienes venimos enfrentando con el Frente de Izquierda a Juntos por el Cambio y a los ultraderechistas como Milei, y decimos que a los jueces se los debe elegir por el voto popular. Pero a la par decimos que es falsa esta campaña del gobierno que usa para tapar su brutal ajuste. Campaña que irá contra los que luchan.

Alertamos que al “mote del odio” el gobierno se lo endilgará a las y los docentes que paran en varias provincias, a los movimientos sociales combativos y a la izquierda, apuntando contra el derecho a la protesta y a la verdadera oposición, que es el Frente de Izquierda Unidad.

Recordemos, como ejemplos, cuando en pleno gobierno de Cristina Kirchner a nuestro dirigente combativo Rubén “Pollo” Sobrero lo metieron preso por cuatro días, incomunicado, acusado falsamente de quemar trenes por Aníbal Fernández, entonces ministro de Cristina. O cuando Cristina como presidenta tildó de “vagos” a los docentes en una sesión de apertura del Congreso y con su actual abogado Dalbón dijeron que la culpa de la masacre de Once la tuvo el motorman.

Cristina como presidenta acusó a los paros generales por el salario de “destituyentes”, y con el Proyecto X (inteligencia de Gendarmería y el Ejército) se infiltraron en las marchas obreras y populares para iniciar causas penales contra sus dirigentes. El kirchnerismo, teniendo mayorías parlamentarias, nunca aprobó la ley para desprocesar a más de 5.000 luchadoras y luchadores sociales.

Por todo esto llamamos a rechazar a este discurso peligroso y a luchar por una salida de fondo, que vendrá con un gobierno obrero y popular y una Argentina socialista, que termine con esta debacle política y social a la que nos han llevado todos los gobiernos capitalistas.