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Repudiamos el “proyecto de extensión horaria” de Fernández y Perczyk

Publicado en El Socialista N° 530
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Que CTERA llame a asambleas para rechazarlo y organice un plan de lucha en defensa del salario, los derechos laborales y la Educación Pública

El ministro de Educación Perczyk debutó con un proyecto de extensión horaria que presentará el viernes en el Consejo Federal de Educación, con todos los ministros de educación del país. El proyecto es tan absurdo, por donde se lo mire, que cuesta creer que sea real. Y no es casual que todos aquellos políticos y voceros defensores de la educación privada, sean los primeros en salir a reivindicar esta iniciativa.

El único “justificativo” que da el gobierno es que “es muy necesario que los estudiantes tengan una hora más de clase para recuperar lo perdido por la pandemia”. Todos sus fundamentos se caen como un castillo de naipes, porque son falsos e hipócritas.

El gobierno nacional, el Frente de Todos, Juntos por el Cambio, sus gobernadores e intendentes que apoyan el proyecto, son los mismos que vienen destruyendo la escuela pública y la educación de los que ahora dicen defender.

Durante toda la pandemia se negaron a entregar computadoras y, sobre todo, conectividad gratuita para que no quedaran desconectados del sistema educativo.

Ya hoy, en todo el país hay centenares de escuelas que o no empezaron las clases en 2022 o tuvieron que suspenderlas, porque en los dos años de pandemia no se realizaron los arreglos necesarios de infraestructura ni se garantiza el mobiliario (si, faltan sillas y mesas, los alumnos deben turnarse en los días que van). ¿Todos esos días, esas decenas de horas que se pierden por falta de inversión gubernamental no son importantes?

El gobierno nacional no aumentó el presupuesto educativo desde el 2021. Pero sigue subsidiando a las escuelas privadas con la plata de todos. Incluso a las escuelas de la Iglesia. ¿Si tanto le interesa la educación de los niños por qué no invierte lo necesario en infraestructura escolar, construcción de escuelas y aulas necesarias, nombramiento de docentes y trabajadores de la educación, así los estudiantes pueden asistir a una escuela digna, no se quedan semanas enteras sin docentes y sin clases? ¿Por qué no construye aulas y nombra más docentes para que los chicos no “estudien” en aulas de 40 o 50 alumnos, tarea imposible?

Los fundamentos de Perczyk son mentiras. Esto es sólo un anuncio electoralista, para tratar de mostrarse ante un sector de la sociedad como “preocupados” por la educación y ver si logra algún apoyo social.

Pedagógicamente también el proyecto es grotesco. Lo que demuestra que estos funcionarios y sus “aplaudidores” no tiene la más remota idea de lo que ocurre en las aulas. Aun donde hubiera pocos alumnos por grado, la concentración de un niño para asimilar conceptos no supera los 40o 50 minutos, si tomamos “condiciones normales” de estudio, algo raro y difícil en nuestras escuelas por sus condiciones. Por eso, en general, se trata de aprovechar las dos primeras horas, porque ya desde la tercera y cuarta la dispersión pesa. Cualquier docente que trabaje en las escuelas lo sabe. Y eso sin contar que en las escuelas de las zonas donde la miseria social pega fuerte, la copa de leche se empieza a dar antes de iniciar la clase, porque los chicos llegan mal alimentados. Los datos del propio gobierno dicen que más de la mitad de los niños viven en estado de pobreza. ¿Es posible simplemente pensar en la viabilidad de este proyecto?

Pero otro aspecto grave es el laboral y salarial docente. Hace muchos años que la docencia ya no trabaja un turno y perdimos el contra turno para preparar las clases, estudiar y tener algo de vida. Hoy, con los salarios de pobreza, la amplia mayoría tiene dos cargos (cuando no tres) o decenas de módulos. Ni tiempo para almorzar, antes de salir corriendo a la otra escuela. ¿Si le agregan una hora, cómo van a hacer? ¿Tendrán que renunciar y pasar a la indigencia? Además, hay muchísimas escuelas que tienen comedores, que se turnan porque son muchos chicos. ¿Cómo se hará ahora con una hora más en cada turno?

Hoy más del 80% de la docencia son mujeres que, como bien sabemos, es sobre quienes recaen tareas domésticas y el cuidado de hijes o familiares. Esta extensión horaria significará 10 horas y más (sumándole el traslado) fuera de sus casas ¡Hasta hablan de ir a trabajar los sábados! Una gran locura que agravará las condiciones de vida.

El gobierno quiere engañar diciendo que dará un 25% de aumento salarial para cada docente. ¿Se niegan a dar un salario por encima de la pobreza y ahora dicen que tienen plata para esto? Este proyecto es otra expresión de las exigencias del FMI de que los “aumentos” salariales deben estar ligados a la “productividad”. Si queremos más salario, deberemos trabajar más horas…

Es totalmente ilegal cambiar las reglas de trabajo establecidas en el Estatuto Docente, mediante las cuales se tomaron los cargos y módulos, sin el claro consentimiento de la docencia y sus sindicatos. Por eso esta barbaridad, que se larga sin tener el mínimo “sentido común” de consultar a la docencia nuestra opinión, sólo podrá intentar ser aplicada si hay una profunda complicidad con los dirigentes sindicales de CTERA, SUTEBA y todos los sindicatos provinciales.

Es por eso que exigimos a Alesso, Baradel, a CTERA y a todos los sindicatos docentes que se pronuncien en contra de este absurdo proyecto de extensión horaria. Y que, si el CFE decide aprobarlo, que se convoque inmediatamente a un paro nacional activo de repudio y a un plan de lucha por todos nuestros reclamos.

La solución para que se supere la crisis educativa no pasa por una hora más, proyecto absurdo e inaplicable. El gobierno debe otorgar salarios dignos a la docencia con un solo cargo, formación y perfeccionamiento docente gratuito y en servicio en contra turno, resolver los problemas de infraestructura escolar, crear las aulas y escuelas necesarias, nombrar a todos los docentes y trabajadores de educación faltantes, respetar los derechos laborales, garantizar la total gratuidad del sistema educativo para los estudiantes y sus familias. De esa manera resolveremos la crisis educativa. Para eso hay que terminar con los subsidios a la educación privada e invertir lo necesario, dejando de pagar la fraudulenta deuda externa al FMI y aumentando el presupuesto educativo.

AGRUPACIÓN DOCENTES EN MARCHA NACIONAL