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Rechazamos el proyecto del Frente de Todos para enfermería


Escribe Cristian Luna, secretario general del Sindicato Tucumano de Enfermeros/as, candidato a diputado nacional, por Izquierda Socialista/FIT Unidad

El proyecto de ley del diputado nacional Pablo Yedlin (PJ), ligado al gobernador Manzur, no conduce a su declarado objetivo de mejorar la calidad del trabajo de enfermería debido a su enfoque unilateral, que se centra en la formación y deja de lado múltiples determinantes que hacen a la labor profesional de la enfermería. Hoy en la Argentina no se puede hablar de calidad de la labor de la enfermería si no se habla del pluriempleo generalizado en el sector en virtud de los sueldos de hambre que perciben enfermeras y enfermeros. El proyecto desconoce el principal problema que afecta el desempeño de la enfermería.

También silencia la violencia institucional que se ejerce hacia el personal de la salud por las pésimas condiciones en que deben desarrollar su labor por la falta de elementos adecuados y personal. La precarización laboral generalizada, tanto en el sector estatal como en el privado, impide desarrollar un equipo de salud estable que pueda crecer progresivamente. El proyecto, dicho sea de paso, en ningún momento ubica a la enfermería como integrante del equipo de salud.

¿Qué busca en realidad el proyecto del Frente de Todos?

Pretende, por un lado, ampliar el negocio millonario de la formación en ámbitos privados del personal de enfermería, poniendo en igualdad de condiciones a los miles de kioscos armados por empresarios ligados al gobierno y la salud privada. Por otro, producir recursos humanos a granel para alimentar la alicaída y mal paga salud privada. La modificación impone subsidios, ¡más todavía!, a la capacitación en manos privadas. Para eso pone como partícipes, y con voto calificado para decidir los contenidos curriculares de enfermería, a las patronales de la salud privada. No dice una sola palabra de transformar en facultades a las escuelas universitarias. No discrimina entre lo público y lo privado, los presupuestos destinados a salud pública serán “repartidos” con la salud privada. Calla más de lo que dice en relación con la financiación, la ampliación y el reconocimiento de los y las formadoras de enfermería del ámbito estatal.

Además, implícitamente establece la reducción del título enfermero/a, al sostener que la formación sería técnica. Reduciría la carrera a dos años, rebajando aún más el alcance y reconocimiento del título profesional. Con la excusa de la necesidad de los llamados “recursos humanos” se rebajaría la formación (cuando en el mundo se toma el camino contrario) y, con ello, también el reconocimiento económico, social y profesional.

Rechazamos la propuesta del peronismo y el negocio privado en la formación de enfermería

En Tucumán sabemos muy bien quién es Pablo Yedlin. Fue el ministro de Salud de la provincia que modificó y ocultó datos de desnutrición infantil, armó negociados con supuestas “fundaciones” para capacitar a odontología, mantuvo en la precarización absoluta a más de siete mil trabajadores, lo que obligó a dos años de lucha autoconvocada para el pase a planta, y otras “hazañas” contra los trabajadores y la salud pública.

Si quiere mejorar nuestro sector, que proponga el reconocimiento profesional de enfermería en todo el país, que exija el reconocimiento de la insalubridad y la jubilación con 25 años de servicios y el 82% móvil, un salario mínimo igual a la canasta básica y la cobertura de los miles de cargos de enfermería vacantes en todo el país. Al mismo tiempo, apoyamos decididamente la iniciativa de elaborar un proyecto alternativo de los distintos sectores de enfermería en lucha por su reivindicación profesional para lo cual ponemos a disposición nuestras bancas.

Por esta propuesta luchamos desde la Lista 1A Unidad de la Izquierda, del Frente de Izquierda Unidad, en todo el país y de la que formo parte en Tucumán.