Escribe “María”, trabajadora del Polo de la Mujer

En Córdoba, hace años es conocida la permanente lucha que las trabajadoras del Polo de la Mujer llevamos adelante por mejoras en nuestras condiciones laborales. Quienes trabajamos todos los días con las decenas de mujeres que buscan escapar de las diferentes situaciones de violencia machista y patriarcal, sabemos que el “Ni una menos” no puede existir sin presupuesto, y que las condiciones de trabajo de quienes allí nos desempeñamos repercute directamente en las mujeres que acompañamos.

El Polo de la Mujer se creó a partir del triunfo de la lucha del movimiento de mujeres, que luego del primer 3J en 2015 obligó al gobierno de Schiaretti a dar alguna respuesta para frenar las inmensas movilizaciones que se levantaban en contra de los femicidios y la violencia machista. Lamentablemente, el gobierno de Córdoba no está preocupado por la situación de las mujeres, ya que termina haciendo de este espacio una cáscara vacía donde no se destina el presupuesto suficiente y se mantiene a sus trabajadoras en la más absoluta precarización.

Las trabajadoras del Polo de la Mujer venimos luchando para pasar a planta permanente, para tener salarios acordes a la canasta familiar, para que se reconozca nuestra tarea de riesgo, al mismo tiempo que somos parte de las inmensas luchas del movimiento feminista. Es así que, de la mano de la Asamblea Ni Una Menos Córdoba, el 8 de marzo de este año salimos a las calles exigiendo mejores condiciones, así como aumento de personal para poder dar respuesta a la creciente demanda. Conseguimos que se incorpore a catorce trabajadorxs, que al mes fueron despedidxs de modo arbitrario. Al mismo tiempo, las trabajadoras estábamos realizando paros de dos horas por turno pidiendo aumento salarial de emergencia, a lo cual el gobierno de Schiaretti, junto con la ministra de la Mujer, Claudia Martínez, respondieron con traslados compulsivos y persecución política a quienes luchamos.

Sin embargo, una vez más, producto de nuestra lucha, de la organización en asamblea y del permanente apoyo y solidaridad de la Asamblea Ni Una menos, el pasado 3J se realizó una gran movilización que finalizó en la puerta del Ministerio de la Mujer, logrando que el día 16 lxs compañerxs despedidxs fueran reincorporadxs a sus lugares de trabajo.

Con este nuevo triunfo confirmamos que la única salida para conquistar nuestros derechos es la organización de las trabajadoras en asamblea, realizando acciones en las calles, apostando al acompañamiento y coordinación con otrxs trabajadorxs estatales y con el conjunto del movimiento de mujeres y sectores que se sumen a nuestra lucha. Este nuevo triunfo nos permite continuar más organizadas aún para seguir luchando por el pase a planta de todas las trabajadoras, con salarios acordes a la canasta familiar, así como por el reconocimiento de la tarea de riesgo psicosocial.