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Colombia. La rebelión popular continúa después de tres semanas de paro

Escribe Miguel Lamas, dirigente de la UIT-CI

El domingo 16 de mayo se reinició el diálogo entre el Comando Nacional de Paro y el gobierno, auspiciado por la Iglesia Católica y la ONU. Pero en las calles continúa imparable la rebelión popular, que ya lleva tres semanas, exigiendo que se vaya el presidente Duque.
 
El Comando Nacional de Paro (CNP), que reúne a conducciones burocráticas de las centrales sindicales CUT, CTC y CGT, y la Fecode (magisterio), reinició este domingo negociaciones con el gobierno de Duque.
Aunque no dijeron si llegaron a algún acuerdo, informaron que la discusión continuará. El CNP expresó: “No pretendemos, ni queremos, asumir la vocería de toda la ciudadanía movilizada”. Esta declaración, así como la falta de información sobre la negociación, muestran que estos dirigentes no tienen autoridad sobre los centenares de miles de jóvenes, indígenas, trabajadores y trabajadoras que siguen de paro y bloqueando caminos por tiempo indefinido.

El CNP sigue llamando a las movilizaciones de los miércoles (desde el primer paro del 28 de abril), ahora para este 19 de mayo, solicitando que sean pacíficas y pidiéndole al gobierno que no reprima.
Pero la represión continúa, con casos tremendos como el de una joven de 17 años que fue golpeada en público en Popayán, luego detenida y violada en sede del Esmad (policía antidisturbios) y, tras ser liberada, se suicidó. Miles de mujeres y jóvenes salieron a denunciarlo.
 
La trampa del diálogo

Si continúa el diálogo con este gobierno asesino y repudiado por la mayoría, se debe a que tanto los burócratas sindicales que integran el Comando Nacional de Paro, que políticamente responden a la centroizquierda de Dignidad (ex Moir) y a sectores del Partido Liberal, como partidos de centroizquierda como el de Gustavo Petro, de Colombia Humana, y la Coalición de la Esperanza, pretenden frenar la rebelión. Aunque todos critican al gobierno de Duque, dicen que hay que esperar hasta las elecciones de 2022 para cambiar el gobierno.
Gustavo Petro, que se presentaría como candidato y que tendría posibilidades de ganar, nunca apoyó el paro. Sus voceros dijeron que no podía ir a las marchas “porque estaba con gripe”.  
Por su parte, el gobierno de Duque, con apoyo de la ONU y la Iglesia Católica, utiliza este diálogo para intentar desmovilizar y sostenerse en el poder.

¡Viva la rebelión popular!

En Cali y otras ciudades han surgido asambleas populares y llamados a formar una asamblea popular nacional de todas las organizaciones movilizadas. Esto, de concretarse, sería un enorme paso adelante para derrotar la trampa del diálogo, elaborar un programa común de los trabajadores, campesinos, jóvenes e indígenas y continuar la lucha hasta que caiga Duque.

También se impone discutir qué vendrá después si cae Duque. Para terminar con el desastre capitalista y el régimen ultrarrepresivo de Colombia es necesario luchar por un gobierno de los trabajadores y trabajadoras, la juventud, los indígenas y el pueblo colombiano. Un gobierno que impulse un plan económico al servicio del pueblo trabajador, con medidas de emergencia como el no pago de la deuda, que rompa con las multinacionales y el imperialismo. La organización colombiana Colectivos Unidos, parte de los movilizados, lucha por ello y llama a la unidad de los revolucionarios para lograr una dirección política alternativa a las variantes reformistas.

En ese camino, hay que apoyar la continuidad de la rebelión popular con sus demandas contra el paquetazo económico, por salud gratuita y vacunación, educación con matrícula cero, empleo, renta mínima a los desocupados, protección de la producción campesina y por el no pago de la deuda externa para usar ese dinero para cubrir las demandas sociales, en defensa de los territorios indígenas, por la disolución del Esmad, castigo a los que reprimen al pueblo, que se liberen los detenidos y que se vaya Iván Duque.
Desde la UIT-CI apoyamos estas demandas del pueblo colombiano y llamamos a la más amplia solidaridad con su rebelión.