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Las vacunas están en Garín / Nuevas y falsas promesas de Vizzotti


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional Izquierda Socialista/FIT Unidad
 
El escándalo de las vacunas que se producen para AstraZeneca por millones de dosis en Garín, provincia de Buenos Aires, sigue comprometiendo al gobierno nacional. Mientras, por otro lado, crecen los reclamos de trabajadores esenciales y adultos mayores por la vacuna, que no aparece.
El canciller Felipe Solá, quien no venía abriendo la boca sobre el tema, dijo: “Es un gran problema porque tenemos poca información de lo que pasó”. Más que problema o desinformación, Solá intenta tapar la complicidad del Frente de Todos en esto. Y de paso, sigue protegiendo las ganancias privadas del laboratorio mAbxience de Hugo Sigman (que produce aquí millones de dosis), las del magnate Carlos Slim de México (que las tenía que envasar a través del laboratorio Liomont y no lo hizo) y las de la multinacional británica AstraZeneca, que lucra con ello gracias a las patentes. La única verdad es que se producen millones de vacunas que se van de nuestro país.

¿Qué es lo que pasó? Alberto Fernández y el presidente mexicano, López Obrador, anunciaron la vacuna de AstraZeneca producida en Garín como salvadora para nuestros países y Latinoamérica. Dijeron que era una gran iniciativa “pública-privada”. Pero terminó en un fiasco. Ahora se sabe con más detalle lo que firmó el gobierno argentino al revelarse el contrato firmado con esa multinacional.
En noviembre del año pasado el Ministerio de Salud de la Nación compró 22,4 millones de dosis de esa vacuna. El compromiso de AstraZeneca consistía en que iba a entregar 2.300.000 dosis en marzo, 4 millones en abril, otro tanto en junio y 8,5 millones en julio. Pero al día de hoy no ha enviado ninguna, a pesar de que el gobierno ya le pagó 60% de esa compra por 55 millones de dólares.
AstraZeneca también se comprometió a destinar entre 150 y 250 millones de dosis a América latina en el primer semestre de 2021, tampoco cumplió. Se trata lisa y llanamente de una clara estafa. Un incumplimiento de contrato ante el cual el gobierno debería actuar en defensa del país, pero no lo hace.

Además, el contrato entre el gobierno y AstraZeneca fijó cláusulas a favor de la farmacéutica, como que el comprador, el gobierno, “renuncia a cualquier reclamo que surja por la falta de seguridad o eficacia de la vacuna” o que “AstraZeneca será el propietario único de todos los derechos de propiedad intelectual generados durante el desarrollo, fabricación y suministro de la vacuna”, o sea, el gobierno valida la patente de AstraZeneca.
La ministra Vizzotti, por su parte, embretada ante la no aparición de la vacuna, salió a hacer otra promesa. Dijo que el gobierno le propuso al Reino Unido “que la Argentina sea parte de la cadena de producción de la vacuna AstraZeneca desarrollada por la Universidad de Oxford”. Pero a renglón seguido, fuentes oficiales aclararon: “Como gobierno no podemos hacer la vacuna completa, pero podemos gestionar con otros privados para que se pongan de acuerdo en hacer la vacuna” (clarin.com/politica, 3/5/2021). Es decir, el gobierno estaría buscando “un actor privado” que haga el envasado, no apelando a los laboratorios públicos que ya lo hacen, o unificando a los públicos y privados para tal fin como proponemos desde la izquierda y los profesionales de la salud de Fesprosa o los directivos de Cicop. Un nuevo engaño.
Lo concreto es que la Argentina sigue produciendo millones de dosis de la vacuna en Garín y se siguen yendo del país. Por eso apoyamos y somos parte de las luchas del movimiento obrero y popular que reclama las vacunas. Y para que aparezcan, los convocamos a seguir impulsando la campaña unitaria para que se frene su exportación, se incauten, se envasen acá y se destinen a la vacunación de todas y todos de manera inmediata.