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El kirchnerismo y la deuda: los "pagadores seriales"

Publicado en El Socialista N° 495
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Escribe José Castillo

Después del discurso de Cristina diciendo que “no le podemos pagar al FMI” y, más en general, del doble discurso que se repite acerca de que durante los doce años de gobiernos kirchneristas se habría logrado el “desendeudamiento”, tenemos que volver a hacer historia.

Néstor Kirchner asumió en 2003 con una deuda externa de 190.000 millones de dólares. Gran parte de ese monto estaba en default, lo que quiere decir que se había dejado de pagar en medio del Argentinazo de diciembre de 2001 y nunca se había vuelto a hacerlo.

Cuando culminó el segundo gobierno de Cristina Fernández debíamos mucho más, 260.000 millones de dólares. En el medio, reconocido por el propio gobierno de entonces, se habían abonado casi 200.000 millones de dólares en efectivo. Un auténtico récord, más que ningún otro gobierno en la historia. Estos simples datos bastan ya para demostrar la mentira del tantas veces declamado “desendeudamiento kirchnerista”.

Veamos cómo fue el proceso. En el año 2005, el gobierno decidió cancelar de contado y con reservas toda la deuda con el FMI, incluso la que todavía no vencía. Así, salieron de las reservas 9.000 millones de dólares. Ese mismo año se cerró el primer canje de deuda, por lo que se volvió a pagarle a los buitres acreedores, con todo tipo de beneficios. Fue la obra maestra de Néstor Kirchner y su ministro de Economía de entonces, Roberto Lavagna. En 2010 se reabrió el canje, permitiendo que entraran al juego más pulpos especuladores internacionales. Como si eso fuera poco, se emitieron, en particular desde 2011, una enorme cantidad de bonos que también hicieron las delicias de los especuladores, que los adquirieron, cobraron sus intereses e incrementaron el total de deuda. Tenemos que sumar a todo esto, el pago a Repsol por la estatización parcial de YPF (donde se había dicho al principio que no se le iba a reconocer un peso) y el escandaloso acuerdo con el Club de París, donde no sólo se blanqueó una deuda que venía de la dictadura, sino que casi se la duplicó reconociendo intereses de usura.

En conclusión, el kirchnerismo nunca se enfrentó de verdad a los pulpos de la deuda. En el tramo final de su gobierno, fue la propia Cristina Fernández quien lo reconoció: “pagamos casi 200.000 millones de dólares. Somos pagadores seriales”. Sí, la expresión “pagadores seriales”, es de la propia ex presidenta y actual vice. Lo reconoce el propio establishment internacional que, sin tener simpatías por el peronismo kirchnerista ni reconocerlo como un gobierno “propio”, sí reconoce que hay que diferenciar el discurso “para adentro”, “para sus propias bases”, que puede contener elementos radicalizados, de la realidad: nunca dudaron, y ahora tampoco, que finalmente van a cobrar.

A no confundirse entonces, ni sucedió ayer, ni pasará hoy. El kirchnerismo, como el resto del peronismo, siempre le pagó a los acreedores y al FMI. Sólo el Frente de Izquierda Unidad es quien, desde siempre, sostiene que la única salida es dejar de pagar y romper con el FMI.