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Un grande del movimiento obrero/ A 15 años del fallecimiento de José Francisco Páez

Publicado en El Socialista N° 483
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El 27 de septiembre de 2005, a los 69 años, víctima de un accidente cerebrovascular, fallecía el compañero José “Petiso” Páez, uno de los dirigentes de los sindicatos clasistas de Fiat, Sitrac-Sitram, de los años 70. Páez fue además un dirigente obrero revolucionario, trotskista, del Partido Socialista de los Trabajadores PST -antecesor de Izquierda Socialista- y de la corriente que con distintos nombres encabezó Nahuel Moreno. Estuvo preso más de seis años durante la dictadura.

Conocimos al Petiso Páez en los plenarios sindicales del Sitrac-Sitram en 1971. Junto con dirigentes como Bizzi, Massera, Suffi, Flores y otros, habían desalojado a la burocracia sindical de los sindicatos de Fiat en heroicas tomas de fábrica después del Cordobazo del ’69. Eran los tiempos del surgimiento de una amplia vanguardia clasista y antiburocrática en todo el país, que ellos encabezaban. Páez y la dirección del Sitrac-Sitram fueron protagonistas del Viborazo, el segundo Cordobazo. Tenía un rol destacado en los plenarios ya que era un gran orador. La influencia de las posturas ultraizquierdistas impidió entonces que surgiera un movimiento unitario clasista de todo el país, posición que defendíamos desde la corriente sindical del PRT-La Verdad, con la interna del Banco Nación y otras comisiones de delegados del Smata y Petroquímica Sudamericana, entre otras.

En ese proceso, para frenar el ascenso, se fue estableciendo una alianza entre el gobierno militar y la burocracia sindical que acabó aislando al Sitrac-Sitram hasta derrotarlo. Por entonces, Páez había comenzado a tomar contacto con los compañeros que empezaron a formar la regional Córdoba en 1969, encabezados por César Robles. En 1972, con el llamado del PST a formar un frente obrero y socialista, Páez rechazó definitivamente las posiciones ultraizquierdistas que decían “ni golpe ni elección, revolución” haciéndole el juego al peronismo y al Gran Acuerdo Nacional. Se incorporó al PST y aceptó ser candidato a gobernador en Córdoba.

Páez, dirigente obrero y partidario

Desde que ingresó a nuestro partido, Páez fue uno de los principales dirigentes obreros, tanto en el PST como luego en el MAS. Impulsó la construcción del partido desde las candidaturas electorales y en el trabajo sindical, las luchas y la pelea contra el guerrillerismo de la época. Formó parte de la delegación del partido argentino al X Congreso de la Cuarta Internacional en febrero de 1974.

El 27 de enero de 1976, poco antes del golpe, cuando había viajado a Córdoba por tareas partidarias y estaba realizando un trámite con su ex esposa, un grupo de civiles armados intentó introducirlo en un automóvil sin matrícula. Páez se resistió, reconoció al jefe del operativo, lo llamó a gritos por su nombre y gracias al tumulto impidió su secuestro. Pero apareció un patrullero que lo detuvo por “asociación ilícita” y violación a la monstruosa ley 20.840, llamada “antisubversiva”.

Al producirse el golpe de Estado era uno de los tantos compañeros presos por el gobierno de Isabel Perón. Lo alojaron en la Unidad Penitenciaria Nº 1 en Córdoba. A pesar de estar “legalmente” detenido, sufrió simulacros de fusilamiento y era inminente su asesinato. Nuestra corriente internacional y los militantes exiliados del PST impulsaron una fuerte campaña para salvar su vida, así como la de otros compañeros. Difundíamos en todo el mundo el genocidio de la dictadura y reclamábamos por la vida y la libertad de Páez y demás detenidos y desaparecidos. A fines de 1981, Páez recuperó la libertad y retomó la militancia. Integró la dirección del MAS cuando se fundó en 1982 y fue candidato.

Sin ninguna duda, el Petiso ya está en la historia de la clase trabajadora junto a aquella camada de dirigentes clasistas de los ’70 como ejemplo para las nuevas generaciones de luchadores sindicales, de combate inclaudicable contra la patronal y la burocracia sindical, pero también como dirigente obrero revolucionario que dio su vida por apoyar la construcción de un partido revolucionario, de una alternativa política de los trabajadores.