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Pandemia. Una ciudad borrada del mapa

Publicado en El Socialista N° 477
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Escribe Reynaldo Saccone, expresidente de la Cicop

Capilla del Monte es una agradable ciudad cordobesa que congrega visitantes de todo el país por sus numerosos atractivos turísticos serranos. La habitan 11.400 personas. Es la misma cifra que la cantidad de muertes producidas hasta el momento por la infección con el nuevo coronavirus. La pandemia ha borrado del mapa argentino una ciudad entera del tamaño de Capilla del Monte. Una verdadera tragedia nacional.

Mientras sigue ascendiendo el número de contagios, que ya supera largamente el medio millón, el crecimiento exponencial de los decesos no parece encontrar su techo. La explicación es sencilla. Como muestra un gráfico de la Universidad John Hopkins, a medida que se afloja la cuarentena aumentan los contagios, y con ellos las muertes. Para que esto no suceda habría que incrementar los testeos y el rastreo del virus para cortar la cadena de circulación y, recién entonces, aflojar las medidas de aislamiento. La realidad es a la inversa, el gobierno del Frente de Todos, los gobernadores de todo signo político y las patronales autorizan la circulación teniendo una de las tasas más bajas de testeos del mundo. La vacuna, anunciada por el gobierno con bombos y platillos como de aparición inmediata, retrasa su presencia hasta mediados del año próximo. La pandemia manifiesta toda su crudeza ante la inacción de los gobiernos peronistas, radicales y de Juntos por el Cambio.

La pandemia se propaga en las provincias

Sigue firme la tendencia de la extensión al interior del país. Este fin de semana, por primera vez, un tercio de los nuevos infectados provino de fuera del AMBA. A la cabeza, la provincia de Santa Fe sufrió este domingo más contagios que la ciudad de Buenos Aires. En Rosario, la principal ciudad santafesina, los contagios confirmados desde el inicio de la pandemia se duplicaron en dos semanas, pasaron de 3.574 a 8.642, y las muertes casi se triplicaron, 29 a 83. Con el sistema de salud al límite, el gobernador peronista Perotti revirtió, tímidamente apenas, la liberalización de la cuarentena. En Mendoza se mantiene la cifra elevada de nuevos contagios diarios. Cínicamente, el gobernador radical Suárez, después de reconocer el cansancio del personal de salud y la saturación del sistema, reafirmó: “Vamos a apostar al cuidado personal para mantener abierta la economía”.

En las cinco provincias del Norte argentino viven cinco millones y medio de habitantes. El sistema de salud ofrece 2,9 camas por mil habitantes, el más bajo del país, pocos llegan al hospital y muchos mueren en sus casas. La pandemia se ha ensañado especialmente con la región norte, de yungas, que abarca varias localidades de Jujuy y Salta. Ledesma, por ejemplo, posee para 50.000 habitantes un hospital con treinta y siete camas generales operativas, aunque se informan más, y ocho camas de la UTI. En toda esa zona ya no se hacen hisopados porque están los recursos materiales y humanos desbordados.

Los trabajadores de la salud se movilizan

Víctimas propiciatorias de la pandemia, los trabajadores de la salud sostienen literalmente con su cuerpo la lucha contra el flagelo. Son muchos los testimonios personales y las declaraciones de entidades profesionales y gremiales que denuncian el cansancio y el agotamiento.

Junto con el reclamo de elementos para protección personal y la creciente exigencia de licenciamiento de los trabajadores con factores de riesgo, ha pasado a tener un lugar preponderante el clamor por el aumento salarial. La sólida rosca formada por los distintos gobiernos provinciales, la patronal sanatorial y la burocracia sindical se alza como una barrera infranqueable para los requerimientos de los trabajadores y, a lo sumo, se acuerdan irrisorios aumentos.

En Misiones, ATE y UPCN acaban de prestar su conformidad a uno de esos incrementos salariales absolutamente insuficientes. Ante esta traición, enfermeras y enfermeros se han autoconvocado y después de varios días de lucha lograron su primera victoria al obligar al gobierno peronista de la provincia a recibirlos. El rechazo a la burocracia sindical se generaliza en el país. Es que la CGT y las dos CTA no dicen nada respecto de los tres principales reclamos: salario, licencias y protección.

Es por eso que sigue expandiéndose la autoconvocatoria a una jornada de lucha nacional el 21 de septiembre, cuyo evento central será una marcha desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo en Buenos Aires. Paralelamente, otra columna autoconvocada se concentrará frente a la CGT para denunciar a la burocracia sindical y luego confluirán ambas en la Plaza de Mayo.

Por una salida de los trabajadores y el pueblo a la crisis de la salud. Movilicemos el 21S

Desde nuestro partido apoyamos y convocamos a manifestarse el 21S en todo el país. Es el primer intento de una acción nacional de los trabajadores de la salud enfrentando a los gobiernos de todos los signos, a las patronales de los sanatorios privados y a la burocracia sindical. Al defender su vida y sus condiciones de trabajo, los trabajadores de la salud están también defendiendo la salud de todos, especialmente del pueblo trabajador.

Para aplastar la pandemia y garantizar la salud, seguimos planteando que es necesario centralizar el sistema de salud público y privado en el camino a la nacionalización de la medicina y su financiación a través de un impuesto a las grandes fortunas, tal como lo plantea el FIT Unidad, y mediante el no pago de la deuda externa.