Escribe Mónica Méndez, secretaria de Organización de la Cicop y candidata a concejala en Almirante Brown, por Izquierda Socialista/ FIT Unidad
El 12 de agosto se realizó la jornada nacional de las trabajadoras y los trabajadores de la salud. Desde Ushuaia hasta La Quiaca hubo diferentes actividades, movilizaciones y, en algunas provincias, paro de actividades. El acto central, con una nutrida concurrencia, se realizó frente al Congreso de la Nación, donde instalamos la carpa sanitaria y desplegamos carteles, banderas y realizamos una radio abierta. A quinientos días de iniciada la pandemia y de haber exigido elementos de protección personal, licencias, aumento salarial, mejores condiciones de trabajo e ingreso de personal, las trabajadoras y los trabajadores de la salud seguimos reclamando en todo el país medidas urgentes.
El gobierno del Frente de Todos y Juntos por el Cambio, donde gobierna, no nos han dado soluciones. Ambos privilegian el pago de la deuda al FMI y subsidian a la salud privada. Mientras, en la salud pública los salarios son muy bajos y las condiciones de trabajo malas. En muchos lugares de trabajo se sigue peleando contra el desgaste laboral y el trabajo precario. En la provincia de Buenos Aires la Cicop continúa la lucha para que los que terminan su residencia en septiembre pasen a planta, así como también los interinos. Las trabajadoras y los trabajadores de la salud necesitamos una verdadera recomposición salarial y es imprescindible la jerarquización del equipo de salud. Para lograr eso es necesario un mayor presupuesto, que debe salir del no pago de la deuda externa, como proponemos desde el FIT Unidad, cuyos referentes se hicieron presentes y brindaron su apoyo a la jornada. Es necesario continuar con la unidad conseguida en la lucha y que estas acciones se sigan repitiendo para lograr que la plata vaya para la salud y no para la deuda.
El hospital Garrahan dijo presente
Una delegación de la junta interna de ATE Garrahan adhirió a la jornada. Tomaron la palabra y llamaron a apoyar su lucha por un aumento salarial de 50%, por el régimen de insalubridad, el fin de los contratos basura y que nadie gane menos de 103.000 pesos, que es el valor de la canasta familiar. Fue emotivo verlos llegar y escucharlos en medio de la heroica lucha que están dando a pesar de la traición sindical de ATE y UPCN. Ya llevan varias semanas de lucha, con paros escalonados, demostrando una gran fortaleza. El gobierno nacional de Alberto Fernández y el de la Ciudad, de Rodríguez Larreta, siguen apostando a los descuentos para intentar quebrar el paro y derrotar a los trabajadores.
Para continuar la pelea por una salida de fondo se deben suspender los pagos de la deuda externa y destinar esa plata para la salud. Esa propuesta es la que levantamos desde la Lista 1A Unidad de la Izquierda, del FIT Unidad.
Escribe Reynaldo Saccone, ex presidente de la Cicop y candidato a diputado nacional por CABA, Izquierda Socialista/FIT Unidad
La ministra de Salud, Carla Vizzotti, anunció la compra de veinte millones de dosis de la vacuna Pfizer. Esa operación fue el cierre de una disputa entre el gobierno peronista del Frente de Todos y la multinacional Pfizer, vinculada al fondo buitre BlackRock. Semanas antes, el decreto de necesidad y urgencia firmado por el presidente Alberto Fernández, y el gabinete en pleno, había aceptado todas las exigencias del monopolio farmacéutico, quitar la palabra “negligencia” de la ley de vacunas y, entre otras concesiones, la inmunidad de la multinacional en caso de indemnizaciones por efectos colaterales.
A pesar de las combativas declaraciones que en su momento hicieron Ginés González García, Cecilia Moreau, Jorge Rachid y el propio presidente, que llegó a decir “…entre las condiciones iniciales que Pfizer puso, …[había] exigencias que comprometían al país…” (Infobae, 2/6/2021), el gobierno peronista del Frente de Todos se subordinó a los dictados de la multinacional. Tal como Bolsonaro, que después de lanzar públicas bravatas contra el mismo monopolio, aceptó todas sus condiciones. Tardíamente, y para salvar la ropa de cara a la campaña electoral, Máximo Kirchner dijo en el Congreso: “Yo no quiero un país que […] tenga que ceder a los caprichos de laboratorios extranjeros” (El Cronista, 8/7/2021). Si lo hubiera dicho un mes antes…
Vacunar a todas y a todos con dos dosis para frenar la variante Delta
Con 2.323 muertos por Covid-19 cada millón de habitantes, ocupamos el cuarto puesto en Latinoamérica, después de Perú, Brasil y Colombia. Solo 15% de la población ha recibido la vacunación completa, lo que favorece la instalación de una tercera ola basada en la variante Delta, la más contagiosa de todas. Una mutación que fue posible, entre otras causas, por la lentitud que las patentes imponen a la producción de vacunas.
El plan de vacunación del gobierno fracasó aunque la ministra Vizzotti se ufane de que ya hay 42 millones de vacunas. Oculta un hecho tremendo, se produjeron en la planta de mAbxience en la localidad de Garín, provincia de Buenos Aires, cien millones de dosis que se fueron al exterior, cantidad más que suficiente para la vacunación completa de todas y todos. Las vacunas pueden hacerse en el país y deben quedar para ser utilizadas.
Desde el Frente de Izquierda Unidad, junto con distintas personalidades y organizaciones sindicales y populares venimos sosteniendo una campaña para que el gobierno incaute esta producción. Al mismo tiempo planteamos que se utilice toda la capacidad tecnológica y de recursos humanos existente en el país para ampliar la fabricación de vacunas e inmunizar rápidamente a la totalidad de la población, liberando las patentes que sean necesarias. Los candidatos del FIT Unidad lista 1A Unidad de la Izquierda renovamos nuestro compromiso con esta propuesta.
Escribe Adolfo Santos
Los datos de los últimos días no son nada alentadores para el gobierno de Alberto Fernández. La pandemia parece no tener fin y la situación económica solo empeora generando un malestar generalizado en la población trabajadora que empieza a perder la paciencia.
En vistas de la campaña electoral, la propaganda oficial del gobierno peronista trata por todos los medios de generar noticias positivas, diciendo que la vacunación está avanzando, que están llegando nuevas partidas y que se acaban de comprar 24 millones de dosis de Sinopharm. Sin embargo, la realidad nos demuestra que estamos lejos de conseguir la inmunidad necesaria para resolver esta compleja situación. Alrededor de 16 millones de personas recibieron la primera dosis y apenas 4 millones de personas la segunda.
El discurso oficial se choca con esta realidad que se cobra centenas de vidas diarias. A este ritmo, en pocos días podremos superar los 100 mil muertos, consolidando una triste estadística, nuestro país está en el número doce de mortalidad y en el octavo lugar en infectados. Todos los hogares sufren por sus enfermos, por los que están en terapia y hasta por la pérdida de familiares. A diferencia de lo que dice la propaganda oficial, no hay nada a conmemorar.
El plan del gobierno es un fracaso completo
Influenciado por las relaciones con el empresario farmacéutico Hugo Sigman, el gobierno peronista pagó por 20 millones de dosis de AstraZeneca que no llegaron a tiempo. Mientras tanto, el mismo empresario, fabricaba en su planta de Garín 100 millones de dosis que enviaba a fraccionar en México porque supuestamente no teníamos capacidad para hacerlo en nuestro país. Ahora sabemos, que los laboratorios Richmond, están fraccionando aquí la Sputnik V. Argentina tenía la vacuna de AstraZeneca y se la llevaron del país mientras millones de personas esperaban ser vacunadas y miles morían, ante la pasividad del gobierno frente a las maniobras comerciales de los laboratorios.
Nada de lo que ha hecho el gobierno hasta aquí ha sido suficiente. Primero apostaron en AstraZeneca, que no cumplió con los compromisos de entrega a pesar de haber pagado el 60%. Ahora negoció con Putin y la Sputnik V, que además de ser enviada las vacunas en cuenta gotas, no entrega la segunda dosis por problemas de producción.
Ante la falta de segundas dosis de la Sputnik V, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, sin mostrar pruebas científicas, equiparó el primer componente de la vacuna rusa con la dosis única de Johnson & Johnson. Una improvisación irresponsable, mientras siguen en aumento los contagios y las muertes.
Tampoco la oposición patronal de Juntos por el Cambio que gobierna en CABA y varias provincias, ha tenido una política capaz de enfrentar la pandemia. Su única propuesta hasta aquí es insistir en acuerdos con Pfizer, sin cuestionar el negociado de las multinacionales farmacéuticas. Discutir si Pfizer o Sputnik, como hacen gobierno y oposición patronal es vicioso. Lo que hay que decir es que se puede producir aquí y no se hizo porque el gobierno peronista no quiso cambiar la lógica capitalista que privilegia la ganancia por encima de la salud. El gobierno del Frente de Todos pide junto a 99 países la liberación de las patentes, pero no actúa en consecuencia. Se podrían haber evitado miles de muertes si se hubiera actuado con celeridad y con una vacunación masiva con dos dosis, algo que teníamos condiciones de hacer porque en Garín se fabricaron 100 millones de dosis.
El único sector político que se plantó frente a los laboratorios exigiendo la liberación de patentes fue el FIT-Unidad. La pandemia continúa y está lejos de resolverse. Por eso el FIT-Unidad presentó un proyecto que plantea que la empresa mAbxience, de Hugo Sigman y fabricante de AstraZeneca, se debe incautar para disponer de forma inmediata de los millones de dosis que allí se producen. Junto con eso, tenemos que exigirle al gobierno centralizar y controlar la producción del resto de las vacunas proyectadas para inmunizar, como las del laboratorio Richmond. Solo así será posible disponer de vacunas para todas y todos para enfrentar de verdad a la pandemia.
• Incautar las millones de dosis que se están produciendo en Garín, para garantizar vacunas para todas y todos.
• Centralizar el sistema de salud, para poner todos los recursos (públicos, privados y de las obras sociales) al servicio de combatir la pandemia.
• Aumentar el presupuesto sanitario, incorporando a todas las y los trabajadores de la salud que sean necesarios, con salarios que cubran plenamente la canasta familiar, para evitar el pluriempleo.
• Otorgar un aumento de emergencia de salarios y jubilaciones, para que nadie gane menos que el valor de la canasta familiar (calculado por los trabajadores de ATE Indec en 99.930 pesos), actualizado por inflación. Reabrir inmediatamente todas las paritarias.
• Incrementar las jubilaciones al valor mínimo de 62.000 pesos (canasta de la Tercera Edad). Implentar el 82% móvil.
• Brindar un IFE de emergencia de 40.000 pesos para todo el que lo necesite. Ampliar la asistencia alimentaria a comedores populares y de planes sociales para los desocupados.
• Prohibir verdaderamente los despidos y suspensiones, expropiando toda empresa que no cumpla con esta disposición, para ponerla a funcionar bajo gestión de sus trabajadores.
• Establecer un auténtico sistema de precios máximos sobre todos los productos de la canasta familiar, aplicando la ley de Abastecimiento, que permite multar, clausurar y hasta expropiar a la empresa que los viole.
• Suspender inmediatamente todos los pagos de deuda externa y romper los lazos políticos y económicos que nos atan al FMI.
• Implementar un auténtico impuesto a las grandes riquezas, para que sean las grandes empresas, los bancos y las multinacionales, junto a los megamillonarios, los que paguen la crisis.
Escribe Mercedes de Mendieta, legisladora Izquierda Socialista/FIT Unidad en la CABA
El martes 29 en la Legislatura de la Ciudad, el jefe de Gabinete Felipe Miguel presentó su informe de gestión a partir de más de 2.000 preguntas y, como en otras ocasiones, no dio respuesta a los reclamos que hicimos desde nuestro bloque. Al igual que Larreta a principios de año, vino a hablar de una Ciudad que no existe. La mayor conclusión que sacamos en el bloque de Izquierda Socialista, es que elige no contestar porque no tienen respuestas para el pueblo trabajador.
Mientras el sistema de salud en la ciudad sigue al borde del colapso y los estudiantes y docentes están expuestos al Covid-19 y al frío, desde Izquierda Socialista le preguntamos al jefe de gabinete: “¿Cómo explican la muerte de 32 docentes y auxiliares en la ciudad? ¿Cómo puede sostener que las escuelas no son focos de contagio, si existen miles de burbujas aisladas?
Le recordamos también al funcionario de PRO que el 17 de febrero cuando plantearon la presencialidad en las escuelas, avalada por el ministro nacional Trotta, las y los docentes comenzamos a organizarnos y denunciamos la falta de protocolos y condiciones para poder garantizar una presencialidad segura. Reclamamos el pase a la virtualidad y la vacunación completa sin ser escuchados. Pusimos sobre la mesa el masivo paro del 14 de abril e impusimos la virtualidad al gobierno de Fernández que el gobierno de Larreta nos negó arriesgando la vida de todes las y los docentes, y la comunidad educativa.
El jefe de ministros porteño no dio respuestas. Como si fuese una actuación, el gobierno de la ciudad asegura estar fortaleciendo el sistema de salud, pero no contesta: ¿por qué se les paga 45 mil pesos a las enfermeras contratadas durante la pandemia? ¿Por qué no se considera a su disciplina como carrera profesional?
También llevamos a la sesión extraordinaria el reclamo de las y los concurrentes y residentes de CABA, porque en el 2019 existían 500 cupos y hoy hay 153. ¿Por qué cierran cupos en medio de una pandemia? Todos estos reclamos son acompañados desde nuestras bancas junto a Pablo Almeida, en las calles y en la legislatura.
Quedó expresado en esta sesión que desde el gobierno de la ciudad tienen la misma política frente a la pandemia que en el nacional de Alberto Fernandez. Con solo el 11% de la población del distrito vacunada con dos dosis, el gobierno de Larreta ha hecho poco y nada para aumentar la cantidad de dosis.
A pesar de contar con laboratorios públicos, se ha rechazado nuestra propuesta de producción estatal y ruptura de patentes de vacunas, para priorizar verdaderamente la salud por sobre las ganancias de las multinacionales farmacéuticas.
Desde el bloque legislativo de Izquierda Socialista en el FIT-U, somos parte de una alternativa política para les trabajadores, mujeres, disidencias y jóvenes. Llamamos a fortalecerla y ampliarla a todes les desencantades con los gobiernos de Fernández y de Larreta, y constituir una lista única del Frente de Izquierda Unidad ante las próximas elecciones.