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Juan Carlos Giordano
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Juan Carlos Giordano

La centroizquierda es un zafarrancho

Binner avanza en un frente con los radicales

Luego de extensas negociaciones, el Frente Amplio Progresista (FAP) de Binner y la UCR de Alfonsín sellarían una alianza en provincia de Buenos Aires, que se sumaría a la de Santa Fe. El acuerdo demuestra que, de progresista, el FAP sólo tiene el nombre.

De arriba a abajo: El titular del FAP pone huevos en distintas canastas; Alfonsín, Cobos y Caputo; De Gennaro y Lozano; Gil Lavedra (UCR), Donda, Prat Gay, Tumini.

De arriba a abajo: El titular del FAP pone huevos en distintas canastas; Alfonsín, Cobos y Caputo; De Gennaro y Lozano; Gil Lavedra (UCR), Donda, Prat Gay, Tumini.

Aunque hasta el momento el radicalismo se venía negando a cerrar un acuerdo con el FAP en Buenos Aires, esta semana se reencauzaron las negociaciones. La parálisis se debía a la pretensión de ambos sectores por encabezar la lista. Sin embargo, consciente de su crisis y de lo devaluado de su figura, Alfonsín finalmente aceptaría ir detrás de la figura de Stolbizer, del GEN (FAP). El acuerdo, calculan, les permitiría evitar quedar muy relegados detrás del kirchnerismo y del PJ opositor en el distrito electoral más importante del país.

Binner ya gobierna con la UCR

Binner (Partido Socialista), la UCR y la Coalición Cívica vienen gobernando Santa Fe desde hace seis años, y hace más de veinte la ciudad de Rosario. En las presidenciales de 2011, sin embargo, fueron separados. Ahora, ante el llamado de sectores de clase media que reclaman que la oposición patronal “se una”, pretenden avanzar en ese sentido. El acuerdo, sin embargo, acicateó la crisis en el interior del FAP, que ya se viene expresando en los armados de listas, donde las distintas líneas internas se vienen comiendo los ojos entre sí.

Por ejemplo, en Ciudad de Buenos Aires, el FAP se dividió en tres. Un sector, Libres del Sur (Donda- Tumini) se alió con una parte del radicalismo y Prat Gay. Libres del Sur va a ir con Cobos en Mendoza. Otro se quedó en Proyecto Sur (Partido Socialista, PSA y el GEN de Margarita Stolbizer). Y Lozano (Unidad Popular), también del FAP, formó una tercera pata, llevando al actual diputado De Gennaro en provincia de Buenos Aires. Todos estos sectores fueron juntos en 2011 en Capital.

En provincia de Buenos Aires, Binner viene apoyando al GEN y, por oferta suya, Dante Caputo (ex canciller de Raúl Alfonsín) se postulaba para secundar a Stolbizer. Ahora no se sabe si Caputo se bajaría ante su negativa a compartir lista con sus ex-aliados radicales. Y el mismo Binner, en paralelo, acaba de participar en un acto con Lozano-De Gennaro, quienes se niegan a unirse con cualquier sector del radicalismo. ¿Qué van a hacer ahora? Y en Santa Fe, donde el acuerdo viene de larga data, Binner irá de candidato a primer diputado, secundado por el titular del radicalismo nacional, Mario Barletta.

Lozano, ¿más de “izquierda”?

En ese marco, Lozano-De Gennaro intentan quedar como la “pata izquierda” del FAP. Pero no hay nada de eso. Su negativa a la “unidad” es puro electoralismo. Según Lozano, su proyecto sería volver a una “verdadera centroizquierda” para enfrentar “al relato oficial y a la derecha”, lo mismo que dicen “Pino” Solanas , Binner, Stolbizer y el propio Alfonsín.

Lozano se unió con la agrupación semikirchnerista universitaria Marea Popular, que apoya “las cosas buenas del gobierno” y critica “las malas”; llegando a hacer acuerdos con La Cámpora en elecciones universitarias, como en Derecho-UBA, y a no movilizarse con el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia en forma independiente del gobierno los 24 de marzo, entre otras de sus políticas.

Lozano, al compartir un acto con Binner, está mostrando que su “proyecto” es seguir tributando a la política del máximo líder del FAP, de intentar sellar un acuerdo con los radicales en algunos distritos para estas elecciones y en las presidenciales de 2015. ¿No fue Binner quien dijo que se uniría hasta con Macri en la elección para el Consejo de la Magistratura? ¿No es él quien comparte lista con el máximo referente de la UCR en Santa Fe? ¿El que dijo que si votaría en Venezuela lo hubiese hecho por la derecha de Capriles? Lozano, De Gennaro, ¿en qué quedamos? Si de verdad quisieran enfrentar al radicalismo, debieran romper con quien promueve una alianza con ellos.

La centroizquierda ya fracasó

En estos años hemos alertado desde nuestro partido, y ahora con el FIT, que las variantes de centroizquierda no son alternativa para los trabajadores, jóvenes y sectores medios. Fracasaron en el país (con De la Rúa, el Frepaso, Aníbal Ibarra, etcétera) y en el mundo (Zapatero en España y la socialdemocracia europea, que aplica planes de ajuste aconsejados por el FMI). Hace falta “unidad”, pero unidad de la izquierda. Que levante medidas alternativas al kirchnerismo, al PJ opositor y a Macri, pero al servicio del pueblo trabajador. Todas las variantes de centroizquierda se pelean por los cargos, pero en sus programas no se encuentra ninguna propuesta de fondo para terminar con los males sociales, las privatizaciones o los pagos de la deuda. Y a ninguno de sus referentes se los ve en las luchas de los trabajadores. Por eso no hay que sumarse a variantes funcionales a políticos patronales que van a llevar a un callejón sin salida a nuevas generaciones que quieren un cambio de verdad. El cual, como está probado, la centroizquierda está lejos de encarnar.


Buscando votos de “centroderecha”: Solanas, Carrió... ¿y la UCR?

En su obnubilado romance con Carrió, ‘Pino’ Solanas da sorpresas todos los días. Además de provocar el estallido de Proyecto Sur para ir con la dirigente del ARI (“Pino Senador-Carrió Diputada”), ahora, según trascendió, se habría reunido la semana pasada con dirigentes de la UCR de la Capital para hacer un acuerdo e ir a las internas abiertas de agosto a dirimir las candidaturas. El sector de la UCR con quien se uniría Solanas está representado por Gil Lavedra (jefe del bloque radical en la Cámara de Diputados de la Nación), quien habría hecho un acuerdo con Libres del Sur (‘Vicky’ Donda- Tumini) y Prat Gay, escindido de la Coalición Cívica.

Solanas vino diciendo desde hace años que había que conformar una alternativa contra el bipartidismo PJ-UCR, pero ahora no tiene empacho en juntarse con un sector de los radicales que estuvo con Alfonsín de los años ochenta y con De la Rúa en 2001. Solanas critica el doble discurso de Cristina Kirchner, pero por casa ¿cómo andamos?

Podrán caer bien algunas denuncias de ‘Pino’ sobre la corrupción u otro tema. Pero desde que se alió con Carrió, viene arriando sus banderas en defensa del ferrocarril, el petróleo y el gas, llevando todo al terreno de la “honestidad”, como si hubiera un capitalismo “bueno” que pueda ser comandado por “buenas personas”. Además, sólo con denuncias mediáticas no se cambian las cosas.

Llamamos la atención sobre esto a los posibles votantes que puedan ver con buenos ojos esta “unidad” entre el cineasta, Carrió (que dice haber levantado algunos puntos en las encuestas por sus denuncias contra Lázaro Báez) y ahora con los radicales.

Elisa Carrió ya empezó con sus verdaderos pensamientos que venía escondiendo tras sus denuncias contra la corrupción. En un amplio reportaje donde señaló que “se trabajó bien con Macri” para frenar la intervención a Clarín, agregó: “los que concentramos la intención de voto en Capital desde la centroizquierda al centro, incluso sobre sectores republicanos de centroderecha, somos Pino y yo” (Clarín, 26/5). ¡Sí, leyó bien! “Republicanos de centroderecha”.

‘Pino’ ha llevado a que su estrategia electoralista pase por ganar el voto de la “centroderecha” (en competencia con el electorado de Macri), espacio del cual bien pueden sentirse comprendidos empresarios, burócratas sindicales o cualquier bicho que ande suelto que se pueda considerar “republicano de centroderecha”. Mote que, por ejemplo, siempre Carrió le otorgó al derechista López Murphy y a otros políticos patronales.

Si alguno de nuestros lectores se considera progresista, acaba de romper con el gobierno y quiere cambiar en serio la actual situación, no hay que dejarse engañar. Solanas-Carrió van a llevar a sus votantes a una nueva frustración. Por eso ofrecemos una salida por izquierda desde el FIT.

J.C.G.


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