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José Castillo

Hospital Borda

Repudio a la salvaje represión de Macri

Macri quiere destruir el Borda con el objetivo de usar sus terrenos para la especulación inmobiliaria. Su policía, la Metropolitana, volvió a reprimir salvajemente. Lo que está en juego es un fenomenal negociado que fue votado conjuntamente por macristas y kirchneristas en la Legislatura porteña. El martes 30 hubo un paro nacional de ATE y una enorme marcha en repudio.

Izquierda: El verdadero rostro de la Macrimetropolitana. Derecha: Taller Protegido derrumbado

Izquierda: El verdadero rostro de la Macrimetropolitana. Derecha: Taller Protegido derrumbado

Las imágenes fueron dantescas. Los “rambos” de la metropolitana avanzando dentro de un hospital neuropsiquiátrico apaleando, tirando gases y balas de goma a todo lo que se le pusiera adelante, sin importar que fueran médicos, enfermeros, pacientes, periodistas o diputados. Hubo más de 50 heridos, entre ellos 21 trabajadores del Borda, tres pacientes, uno de ellos con once impactos de balas de goma en su espalda, y varios detenidos. Se trató de una verdadera postal sobre qué entiende Macri por “gobernar”. Primero vació todo lo que pudo el Borda, “tercerizando” pacientes a clínicas privadas para que éstas le “facturen” al Estado, llegando al extremo de dejar al hospital un año sin gas. Luego, se propuso cerrar el Taller Protegido 19 donde los pacientes hacían terapia de rehabilitación, fabricando camas, sillas, roperos y muebles de oficina que se destinaban a los hospitales públicos de la Ciudad. Ahora fueron directamente a tirar abajo el propio lugar físico del taller. Y cuando los trabajadores y pacientes quisieron oponerse, lanzó la feroz represión.

¿Por qué tanta saña con el Borda?

El hospital es emblemático en la Ciudad de Buenos Aires. Ahí se encuentran una cantidad enorme de pacientes psiquiátricos que no pueden pagar medicina privada. Incluso, muchos abandonados por sus familias que, sencillamente, no tienen otro sitio donde ir. Décadas de abandono y falta de presupuesto por parte de los distintos gobiernos no impidió que se mantuviera funcionando gracias al enorme esfuerzo de generaciones de médicos, psicólogos, trabajadores sociales o simplemente voluntarios que realizan diversas actividades en su interior.

Pero el “pecado” del Borda es su ubicación. Ocupa terrenos “apetecibles” en la zona sur de la ciudad, deseada por todos los especuladores inmobiliarios para llevar adelante sus negociados. El macrismo, desde su asunción, se propuso casi como tarea central cerrar el Borda y así “liberar esas tierras” para sus empresarios amigos.

El pacto PRO-K

Macri gobierna para los ricos y grupos económicos concentrados. Lo muestran sus permisos para levantar shoppings otorgados a IRSA (que en el caso del DOT causaron las inundaciones del Barrio Mitre), la isla Demarchi o la utilización de los terrenos ferroviarios de Caballito para megatorres. Lo que se conoce menos, es que puede hacer todo esto por la complicidad del kirchnerismo. Macri no tiene mayoría propia en la Legislatura porteña: consigue aprobar las leyes con el voto que le da el Frente Para la Victoria.

Así, en la sesión del 2 de noviembre pasado, macristas y kirchneristas votaron conjuntamente una serie de “proyectos” inmobiliarios. Estos incluían la venta del Edificio del Plata para solventar la construcción de un “Centro Cívico en el sur de la Ciudad”, eufemismo utilizado para esconder lo que ya todos sabían: que se levantaría en los terrenos del Borda. Por lo que nadie se puede hacer el distraído: el kirchnerismo es cómplice total de los negociados inmobiliarios macristas, Borda incluido.

Cristina repudió la represión y reclamó que la Metropolita cumpla el “protocolo” de su ministra Garré para reprimir con rostro humano. Señora presidenta: ¿qué protocolo usó la Federal y la policía bonaerense cuando liberaron la zona para que asesinaran a Mariano Ferreyra? Puro doble discurso.

¡Fuera Montenegro y la Metropolitana!

Macri ordenó la demolición del taller protegido a pesar de que existía una medida cautelar que se lo impedía. Esto refleja su hipocresía cuando, apenas un par de días antes, se había opuesto a la reforma judicial kirchnerista que justamente pretende liquidar las cautelares. Incluso, una hora después de la represión, la justicia declaró ilegal el procedimiento.

La Metropolitana, en su corta existencia, ya quedó involucrada en cinco represiones salvajes: en el Indoamericano (donde junto con la Federal causaron dos muertos), el desalojo de los puestos de venta en la zona cercana a la estación Liniers, la represión a los vecinos del Parque Centenario, la de los ocupantes de la Sala Alberdi, y ahora, el Borda. El ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, lo justifica. “La policía no necesita una orden para reprimir”, declaró.

Es mentira su propaganda de que se trataba de una “policía de proximidad” para darle seguridad al vecino”. De sus 3.000 miembros, 1.000 vienen de la Federal (con sumarios o exonerados por diversos delitos), y 186 de las Fuerzas Armadas (principalmente de la Marina), a pesar que eso está prohibido por ley. Recordemos que, en su momento, la Metropolitana nació envuelta en cuestionamientos cuando Macri pretendió poner a su frente al comisario Jorge “Fino” Palacios, procesado por escuchas ilegales en la causa AMIA.

Lo del Borda no fue un “hecho aislado”. El ministro Montenegro debe renunciar. Y la Metropolitana debe ser desmantelada, ya que dio sobradas pruebas de que su único objetivo es ser una fuerza para reprimir la protesta social en la Ciudad. Al mismo tiempo, tenemos que movilizarnos para defender al Borda, mientras llamamos a frenar la política de negociados inmobiliarios compartidos por macristas y kirchneristas.


Dice el Dr. Puerta: “El pacto del kirchnerismo está ligado a la represión”

La frase del título la dice ante una consulta de El Socialista Guillermo Puerta, médico-jefe del servicio, detenido durante la represión en el Borda. Además, padeció el encierro y la tortura de la última dictadura militar. Estuvo preso con el “Pelado” Matosas en La Plata y cuando los trasladaron a Rawson (1981/82) compartiendo pabellón. “Yo lo admiraba por su coherencia militante”, dice Puerta de Matosas.

Quien en junio cumplirá 29 años en el hospital, nos relata: “Estaba sentado en uno de los banquitos de plaza del patio. Oí un “¡a ése!” y antes de lograr levantar la vista, una lluvia de palazos, puñetazos y patadas me inmovilizaron. Después me maniataron con precintos plásticos y tumbaron en el piso”.

Lo liberaron por la tarde. Y agrega: “Hace dos años había 1.700 pacientes en el Borda, ahora hay 710. Quieren llegar al momento en que no haya pacientes. Por eso tiraron abajo el Taller 19. Me han dicho: “Perdoname, pero a vos tengo orden de no ponerte ni una bombita de luz”. Mi servicio tampoco tiene baño”.

Un claro relato que muestra hasta dónde llega la política en Salud de Macri: privatización, negociados y represión. Con la cual, también coincide el kirchnerismo.


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