El
Socialista es una publicación de Izquierda Socialista
Escribe:
Rubén "Pollo" Sobrero
(Comisión de Reclamos ex Sarmiento y Paritario Electo)
¡Fuera TBA!
Hay que reestatizar los ferrocarriles
Desde el Cuerpo de Delegados del Sarmiento y la lista opositora Bordó nacional hemos lanzado una campaña amplia y unitaria para exigir cárcel a los verdaderos responsables de esta masacre, que se vaya TBA y para que los ferrocarriles pasen a manos del Estado bajo control de los trabajadores ferroviarios y usuarios. Unica manera de terminar con tantas muertes y brindar un servicio seguro, eficiente y accesible para las mayorías populares.
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Lo primero que quiero decir -como lo señalé en los medios desde un primer momento-, es que los trabajadores estamos de luto. Quienes murieron fueron obreros, jóvenes, amas de casa, niños y ancianos. Parte de nuestro pueblo que tiene como único medio de transporte el ferrocarril.
Lo que ocurrió no fue ni un accidente, ni una tragedia: fue una verdadera masacre. Por eso hemos lanzado una campaña nacional para exigir, en primer lugar, cárcel para los verdaderos responsables.
El gobierno y la empresa se empeñan en señalar que hubo un “error humano”, culpando al maquinista Marcos Antonio Córdoba. Todo para encubrir que ellos son los responsables. En especial el gobierno, que no tomó ninguna de las denuncias que hicimos en estos años y ha sido aliado y socio de TBA, a quien premió con más concesiones (ver página 8).
El motorman es una de las víctimas. Encima lo tuvieron secuestrado e incomunicado en el hospital mientras estaba en terapia intensiva. Ya declaró diciendo que “fallaron los frenos”. Lo que vinimos denunciando desde el principio.los trabajadores que, además, somos víctimas por ser obligados a tener que salir sí o sí a prestar el servicio cuando los trenes no están en condiciones, poniendo en riesgo nuestras vidas y las de los usuarios. En el Sarmiento tenemos compañeros sancionados -y con causas judicicales abiertas- por negarse a operar formaciones en mal estado.
¿Cómo puede andar el servicio con formaciones de más de 50 años que se compraron, en este caso en Japón? ¿O cuando los sistemas de señalización datan de 1927? Todo eso lo hemos denunciado desde el Cuerpo de Delegados.
Después del choque en Flores recorrimos las deplorables vías del Sarmiento junto al Secretario de Transporte Juan Schiavi, mostrándole que no estaban así por ningún sabotaje de los trabajadores, sino por falta de mantenimiento e inversión. Luego llamé a la prensa para que filmen el estado de las mismas, como lo registró el periodista Maximiliano Montenegro, conductor del programa Plan M. Ahora, mi compañero Edgardo Reynoso se encargó de demostrar que la formación que chocó tenía solo cinco de los ocho compresores que activan los frenos.
Es tan evidente esto que se han multiplicado las voces reclamando que se le retire la concesión a TBA. Hugo Moyano de la CGT, Pablo Micheli (CTA), los diputados nacionales Víctor De Gennaro, Pino Solanas, Claudio Lozano, Martín Sabbatella, Hugo Yasky (CTA oficial). El presidente de la Auditoría Nacional de la Nación, Leandro Despouy, emitió cuatro auditorías señalando que por falta de mantenimiento de los trenes a pesar de los millonarios subsidios estatales, la desinversión empresaria y la falta de control por parte de los organismos oficiales de la CNRT y la Secretaría de Transporte, ya se le tendría que haber quitado el negocio a TBA. Lo mismo hizo la Defensoría del Pueblo.
En buena hora que coincidamos en este reclamo, entre quienes venimos de distintas extracciones gremiales y políticas. Empalmando con gran parte de la población. Como me dijo el otro día un trabajador: “con lo que pasó tendríamos que estar todos en la calle para que se vayan estos empresarios y políticos corruptos”. Por eso exigimos que se vaya TBA.
A su vez, se abrió un gran debate sobre qué hacer con los ferrocarriles. Desde que le arrancamos el cuerpo de delegados a la lista Verde de José Pedraza en 2001, nos hemos juramentado luchar “por un sindicato al servicio de los trabajadores” -luchando por el salario y en defensa de nuestras conquistas laborales- y “un ferrocarril al servicio del pueblo”. Pero para que los ferrocarriles estén al servicio de los trabajadores y el pueblo, tienen que volver a manos del Estado y funcionar bajo control, gestión y administración de trabajadores y técnicos ferroviarios y de las organizaciones de usuarios. Porque los trabajadores y usuarios somos los que venimos denunciando y repudiando todo esto; tenemos la capacidad para determinar qué y cómo se tienen que hacer las cosas en el ferrocarril -como lo demostraron las viejas generaciones de ferroviarios que lo gestaron en aquellas épocas gloriosas-; somos los que de verdad queremos terminar con los negociados y la corrupción, y los únicos que venimos luchando para que el ferrocarril se ponga al servicio de la gran mayoría de la población trabajadora.
Este miércoles haremos una asamblea con nuestros compañeros del Sarmiento donde vamos a llevar la propuesta de impulsar una campaña nacional por el castigo a los verdaderos responsables y comisión investigadora independiente para llegar a la verdad; que se vaya TBA y por la reestatización de los ferrocarriles bajo control de trabajadores y usuarios. Y la de movilizarnos, convocando a todos aquellos que nos quieran acompañar que estén de acuerdo en todo o en parte de estos reclamos. Necesitamos la más amplia unidad entre ferroviarios, usuarios, cuerpos de delegados, organizaciones sindicales, sociales, sindicales, estudiantiles y de derechos humanos, personalidades y diputados, entre otros sectores, para encarar esta gran lucha que ponga fin a las muertes y a este modelo privatizador que viene desde el menemismo.
¿Quiénes son los responsables?
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Mónica Schlothauer • Cuerpo Delegados Sarmiento |
Apenas se produjo el hecho fui a Once. Llegué en el momento del horror. Me sumé a socorrer a las víctimas, ayudando a sacarlas de los hierros retorcidos para que sean asistidas. En eso me llama un compañero avisando que por los medios estaban diciendo que la culpa era del maquinista, que “estaba alcoholizado”. Me invadió una gran indignación.
Después escuché a Schiavi decir que “no encontró fallas mecánicas”. Apelé a los medios que estaban en el lugar para denunciar que el problema eran los frenos, y la culpa compartida entre la empresa y el gobierno.
Después Schiavi agregó que esto pasaba en muchos países del mundo, culpó a los usuarios de viajar en los primeros vagones, que si hubiera sido feriado esto no pasaba y que había que investigar “qué pasó en los últimos 40 metros antes del choque”, apuntando al ya acostumbrado “error humano” del conductor. Qué sinvergüenza. Lo mismo dijo uno de los Cirigliano, que el servicio era “aceptable”, siendo repudiado por los periodistas.
Pero si hubo “falla humana” es de la patronal y los funcionarios del gobierno que brindan este servicio deplorable ocasionando muertes evitables. Ahora el gobierno se presentó como “querellante”, mostrándose como víctima, para encubrir que es uno de los responsables. Como me dijo un abogado: “el Código Penal se sigue direccionando contra los más débiles, nunca hacia los verdaderos culpables políticos y empresariales”.
No puede ser que siempre los muertos seamos los trabajadores y sectores más humildes cuando los empresarios y funcionarios del gobierno quedan en la impunidad. Por eso exigimos que sean estos los que vayan a la cárcel, no nosotros.
Las denuncias de los ferroviarios
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Los compañeros del Cuerpo de Delegados del Sarmiento desde hace años vienen denunciando el estado deplorable de los trenes y la falta de inversiones de TBA. Son más de 300. A continuación destacamos algunas de ellas (ver ilustración).
Febrero 2003
Se denunció ante el interventor Pedro Alberto García de la CNRT la deplorable situación en la que habían quedado los bienes entregados a TBA por parte del Estado con la privatización en 1995: falta total de mantenimiento en instalaciones ferroviarias, vías y material rodante, disminución de la capacidad de tracción con relación a las unidades entregadas, falta de inversión con respecto a lo comprometido en el contrato, destrucción total y progresiva de los bienes del Estado.
Marzo 2004
Se radicó denuncia ante el ministerio de Trabajo por la falta de elementos de trabajo y de protección que derivaron en el fallecimiento del trabajadores ferroviario Rubén Andrada, cuando se encontraba reparando las señales entre las estaciones de Once y Caballito, quien fuera embestido por una formación procedente de Castelar.
Enero 2005
Se presentó reclamo ante la subsecretaría de Transporte Ferroviario, la CNRT, la comisión de transporte de la Cámara de Diputados de la Nación y la Defensoría del Pueblo por el estado precario de la seguridad, limpieza y circulación de los trenes. Suciedad en los vagones, falta de matafuegos o matafuegos descargados, falta de sistema de comunicación entre los coches y el control, o entre el guarda y el motorman de una misma formación. Falla del sistema de ventilación de los vagones. Puertas y herrajes rotos en cabinas intermedias de las formaciones lo que permite a pasajeros viajar en zonas a las que no deberían tener acceso. Falta de mantenimiento en sistemas eléctricos que derivan en incendios frecuentes.
Enero 2008
Denuncia por el estado del sistema de señalamiento. El mismo se encuentra colapsado, dejando librado todo a la pericia de los conductores y personal de control. También se denuncia a TBA de hacer un “maquillaje” de los vagones por haber presentado formaciones reformadas.
Diciembre 2009-Enero 2010
El cuerpo de delegados denunció el colapso en el Sarmiento que dejò a media flota de las formaciones en los talleres, sin poder prestar el servicio por falta de compresores que sirven para impulsar los frenos, la apertura de las puertas y la bocina, ya que la reparación de los mismos se hacía en empresas tercerizadas, sin que brindaran ninguna solución.
2011
Se denuncian enormidad de falencias en el sistema de señalamiento y de tracción.
Ferrocarriles estatales en el mundo
Gran parte de los mejores servicios ferroviarios del mundo son estatales. Durante años quisieron convencernos que “las empresas privadas son más eficientes que la estatales”. Si hay un rubro donde esto puede desmentirse es justamente en los ferrocarriles. En la mayoría de los países existen extensas redes ferroviarias. Muchas de ellas son empresas del Estado, famosas por su eficiencia, puntualidad y calidad.
Como ejemplos tenemos a Amtrak, la red ferroviaria de los Estados Unidos; Vía Rail Canada, a la Société Nationale des Chemins de FerFrancais (SNCF) de Francia, a la red RENFE de España, al Deutsche Bahn de Alemania y a los trenes mexicanos y brasileños, entre otros.
En Gran Bretaña, durante el gobierno de Thatcher, se habían privatizado. Pero tuvieron que dar marcha atrás y recrear los ferrocarriles estatales. Incluso donde hay importantes redes de trenes privados, como Japón, muchos servicios de la famosa JR (JapanRailways) siguen siendo operados por el Estado.
Docentes repudian
La asamblea de SUTEBA Sarmiento aprobó por unanimidad la solidaridad con las víctimas de la masacre de Once. La investigación y castigo de todos los responsables empresariales y políticos. El retiro de la concesión a TBA y la renacionalización del ferrocarril con control obrero y de usuarios.
El plenario provincial de secretarios generales de SUTEBA resolvió manifestar el repudio a las condiciones en las que viajan los trabajadores en los ferrocarriles, reclamando el cese de las concesiones y la recuperación de los ferrocarriles en manos del Estado.
Censuran a Reynoso en revista Veintitres
Por orden del empresariio kirchnerista Sergio Szpolsky, nuestro compañero Edgardo Reynoso fue censurado. El hecho fue denunciado por los propios periodistas de la revista. Así funciona la “ley de medios” K. Transcribimos la parte censurada.
“Hicimos denuncias con relación al sistema de señalamiento, al estado de las vías entre Castelar y Once, al estado deplorable en el túnel que va a Puerto Madero –detalla el gremialista–. El 13 de mayo de 2011 le planteamos a la empresa el estado deplorable de las formaciones. Pero cuando nos negamos a sacar las formaciones si no hay condiciones de seguridad, somos sancionados”. Reynoso extiende su queja por la falta de acción a todos los organismos vinculados al sistema: “Hicimos una cantidad importantísima de denuncias a todos las dependencias por el mal estado de los trenes: en la CNRT, la Subsecretaría de Transporte Ferroviario, la Secretaría de Transporte y la comisión bicameral de seguimiento de privatizadas, que tienen que vigilar cómo se desempeñan las empresas, y tampoco nos han escuchado. Tampoco hemos tenido respuesta de la Comisión de Transporte de la Cámara de Diputados. La última denuncia que hicimos fue en enero de 2012, en relación al estado del sistema eléctrico de las vías”.
Escribe:
Edgardo Reynoso
Cuerpo de Delegados y Comisión de Reclamos - TBA línea Sarmiento
La única salida
Reestatización bajo control de trabajadores y usuarios
La masacre de Once provocó tal nivel de repudio que puso en crisis al propio gobierno, donde hay sectores en su interior que piden cambios y empiezan a proponer “salidas alternativas”. Pero detrás de ellas se esconde el famoso “cambiar algo para que todo siga igual”. Surgen rumores de una supuesta “intervención” a la empresa por parte del mismo gobierno que vino siendo cómplice de todo esto, pero Cirigliano seguiría siendo el dueño de la concesión y embolsándose las millonadas de subsidios y cobro de boletos.
También es posible que al gobierno no le quede otra que rescindir el contrato de TBA. Esto es lo que debe suceder, pero de esa forma sólo llegaríamos a la mitad del camino. La pregunta que sigue es: ¿quién se hace cargo de la gestión?
Cuando en 2004 se le rescindió el servicio a Taselli por las líneas Roca y San Martín, se entregó la administración a una entidad creada a tal efecto, llamada Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (UGOFE) integrada por los dueños privados de Metrovías, Ferrovías y la propia TBA . Por lo tanto, entregarle TBA a la UGOFE, sería entrégasela al mismo Cirigliano. Pero tampoco sería una salida que se invente un nuevo engendro y se le otorgue la concesión a alguno de los otros operadores privados: la realidad es que el servicio es paupérrimo y peligroso en todas las líneas. Igual que los trenes operados por la SOFSE, que opera servicios de larga distancia -como el tren a Mar del Plata- y está en manos de los burócratas socios de Pedraza de la Unión Ferrovaria y La Fraternidad.
El ferrocarril es un servicio público esencial, no puede estar sometido a la lógica de la ganancia empresarial. Por eso, como sucede con muchísimos de los servicios ferroviarios más prestigiosos del mundo, debe ser estatal. La reestatización implica también que la millonaria masa de recursos en subsidios que hoy se llevan los pulpos privados como Cirigliano se vuelque efectivamente a garantizar la seguridad del servicio, a mejorarlo, modernizarlo y extenderlo. Y en el caso de TBA, estamos reclamando que la reestatización sea sin indemnización, a quien habría que embargarles todos sus empresas y bienes para que paguen con su patrimonio el enorme daño ocasionado en todos estos años.
Pero no queremos una “estatización” que termine entregándole la gestión a algún burócrata oficialista que lo use para su propio enriquecimiento o para financiar su agrupamiento interno. En concreto, no queremos que el ferrocarril se transforme en una nueva Aerolíneas Argentinas, con servicios deplorables mientras es utilizada como caja privada de La Cámpora.
En el caso ferroviario, también tenemos los ejemplos de las pésimas gestiones inmediatamente anteriores a la privatización de 1994, que ayudaron al vaciamiento y dieron los argumentos sobre la “ineficiencia estatal” que usó el menemismo para la privatización.
Afirmamos que un ferrocarril estatal y eficiente, con profundo sentido social y al servicio del desarrollo del país, sólo es posible si lo administramos los propios trabajadores con las organizaciones de usuarios. Tenemos miles de obreros, técnicos, profesionales y empleados altamente capacitados formados en décadas de historia ferroviaria. Muchos de ellos son los que dan peleas al desastre de las privatizadas desde adentro de las empresas. Otros fueron despedidos con las privatizaciones y habrá que reincorporarlos. Sólo una gestión controlada por los propios trabajadores tendría la capacidad de garantizar que una formación sólo sea puesta en servicio si cumple todos los estándares de seguridad, reclamando que esa atribución nos sea otorgada desde ahora, para decidir, en vez que seamos sancionados.
En el caso de TBA-Sarmiento, todos sus trabajadores, con nuestro cuerpo de delegados dimos sobradas muestras de tener los conocimientos, responsabilidad, capacidad y decisión política para poder llevar adelante la gestión, administración y control de los mismos. Reestatización que tendría que darse para todo el sistema ferroviario.
La reestatización de TBA y de todos los ferrocarriles bajo control de trabajadores y usuarios será el primer paso para reconstruir un servicio del que los argentinos supimos estar orgullosos, para hacer realidad el compromiso que asumimos, de pelear por “un ferrocarril al servicio del pueblo”.
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