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Editorial

A los trabajadores cada vez nos cuesta más llegar a fin de mes. Y es que, como se comenta en los lugares de trabajo y en las calles, la plata no alcanza. Los precios están por las nubes, empezando por los alimentos y otros bienes esenciales. Ante este escenario, el gobierno no solo no hace nada, sino que autorizó el aumento de la nafta en beneficio de las petroleras. Si quisiera frenar los precios, podría aplicar la Ley de Abastecimiento, que le da facultad de fijar precios máximos a los productos de la canasta básica, o aplicar sanciones a los monopolios formadores de precios. Sin embargo, nada de esto hace.

Así las cosas, es necesario luchar para conseguir aumentos de salarios para el conjunto de los trabajadores. Las paritarias de muchos gremios no se han cerrado todavía, y es sabido que tanto Moyano, las patronales y el gobierno nacional se juegan a fijar techos salariales por debajo de la inflación, que no se corresponden con el aumento real del costo de vida.

 

Hugo Moyano, líder de Camioneros y titular de la CGT, acordó “sin que hiciera falta una sola asamblea”, según palabras de la presidente, un aumento para su gremio del 24% a concretarse en cuotas, de aquí a marzo de 2012. Tanto Moyano como el gobierno nacional, se juegan a que este sea el número de referencia para el resto de las negociaciones salariales. Un aumento mentiroso, que en este año, con una inflación prevista mayor que 2010, se va a perder al poco tiempo. Si bien Camioneros goza de salarios mejores que el resto, este aumento no sirve para el conjunto de los trabajadores, teniendo en cuenta que el 40% de la población activa no llega a percibir el salario mínimo, que está en 1840 pesos por mes. A causa de esto, los distintos gremios no tienen en cuenta la cifra de Moyano y el gobierno, y se empieza a imponer un reclamo general de llevar el salario mínimo a 4.000 pesos. Está el ejemplo de los trabajadores aceiteros, que venían cobrando 3000 pesos, pasaron a 4000 y en las últimas paritarias conquistaron los 5000 de básico. Siendo que el costo de la canasta básica no baja de esa cifra, éste debería ser el piso mínimo del salario, y de allí en adelante.

 

Es por eso que hay luchas, como la de los petroleros de Santa Cruz, quienes paralizando media provincia, rechazaron un acuerdo firmado en soledad por el sindicato por una suma fija de 25.000 pesos en 5 cuotas a lo largo del año pero sin renovar el convenio colectivo de trabajo que viene desde 2007. También en provincia de Buenos Aires, donde los profesionales de los 77 hospitales públicos bonaerenses nucleados en la CICOP están en un duro plan de lucha contra el gobierno de Scioli en reclamo de un 40% de aumento salarial. Vienen parando escalonadamente desde hace varias semanas, rechazando la conciliación obligatoria, las persecuciones y los descuentos, y movilizándose masivamente al ministerio de Trabajo junto a la FESPROSA. La semana pasada, los trabajadores ferroviarios rompieron el techo salarial impuesto por el ministerio de Trabajo y lograron un aumento del 37% al básico, producto su lucha y movilización eligiendo paritarios combativos en asamblea. También están en plena lucha los docentes de ADOSAC (ver recuadro), que reclaman un 50% de aumento.

La lucha pasa por exigir un aumento de emergencia de 1.500 pesos para todo el movimiento obrero, que ayude a recomponer el valor de compra del salario que viene siendo golpeado desde hace años. Para todos los que ganan menos de 5.000 pesos, es decir, lo que cuesta la canasta familiar, hay que reclamar como mínimo que lleguen a esa suma. Para los demás trabajadores, los aumentos deben considerar la inflación real, que para este año se estima en un 35%, y que se firmen con cláusula de reapertura, para volver a las discusiones salariales cada 6 meses, con paritarios electos en asamblea. Llamando a que Moyano y la CGT rompan su pacto con el gobierno.


Santa Cruz: Patotas K reprimen a docentes y estatales

Una patota de la UOCRA de Santa Cruz atacó a golpes a docentes y estatales que se encontraban en un paro por 72 horas por mejoras salariales. Daniel Peralta, gobernador kirchnerista santacruceño, ofreció un miserable aumento escalonado del 25%, cuando los docentes reclaman un 50% ya que la canasta familiar asciende en esa provincia a $10.000. Los docentes y trabajadores nucleados en ADOSAC y ATE se movilizaron a un acto de Peralta y la respuesta fue la patota que los atacó a golpes e hirieron a varios compañeros. De esta forma el kirchnerismo repite lo que hizo Sobisch en 2006, un año antes del asesinato de Carlos Fuentealba, cuando los docentes habían tomado las refinerías petroleras, enviando la patota de los cascos amarillos (punteros del MPN disfrazados de trabajadores de la UOCRA). Una muestra del verdadero rostro K: bajos salarios y patotas de la repodrida burocracia sindical. Repudiamos estos ataques y damos todo nuestro apoyo a la lucha de docentes y estatales.


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