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Panorama Político

¿“Volvimos al mundo”?

“Volvimos al mundo”. Es lo que dijo Cristina Fernández de Kirchner en Estados Unidos, al rendir cuentas del canje de la deuda ante Obama. Debería haber dicho, al mundo del endeudamiento y del ajuste para pagar esa deuda. Mientras tanto, el oficialismo y la oposición patronal se “pelean” y acusan mutuamente de traiciones en el Parlamento. No resuelven nada para los trabajadores y el pueblo, pero todos coinciden en pagar la deuda. La inflación es enfrentada en las paritarias por gremio (producto de la traición de Moyano y Yasky), con fuerza y disposición por los trabajadores. Se lograron aumentos superiores a los que aspiraban el gobierno, las patronales y la misma burocracia a principio de año. Los luchadores y la izquierda tienen que apoyar las luchas, pelear por el no pago y por la unidad.

Lo que está sucediendo en el Congreso es un verdadero “cambalache”. Volvió a sesionar después de estar paralizado durante semanas. En Senadores la oposición patronal logró votar la coparticipación del impuesto al cheque ideado por Cavallo. Y en Diputados, el rechazo al DNU para pagar deuda externa con reservas. Toda una ficción, ya que se pagaron 200 millones de dólares del Banco Central. En el Senado hubo quórum gracias a la kirchnerista formoseña Bortolozzi, ante la sorpresa de Pichetto y el resto del oficialismo. Con voz temblorosa y con su vaso de leche en el escritorio, la senadora denunció que temía por “su integridad física” y que su actitud “favorecía a Cristina”. Pero el gobierno logró aprobar el pliego de Mercedes Marcó del Pont en el Banco Central con la estimable colaboración de Carlos Menem.

¿En que coinciden el corrupto ex presidente con el “progresista” gobierno de los Kirchner? En política no hay casualidades. Acuerdan en pagarle a los usureros y especuladores. Ahora parece que es “progre” pagar la deuda. Incluso la presidente admitió que el pago con reservas fue por “consejo del FMI”. ¿No será que el gobierno agradecerá este gesto alivianándole la situación judicial al tan denostado ex presidente?

El gobierno contratacó con la ilegalidad de esas votaciones y con una campaña para acorralar a Cobos. Toda la oposición patronal salió a defender al vicepresidente, tildando al gobierno de autoritario. Con acusaciones cruzadas entre el oficialismo y la oposición va a seguir el sainete. Más allá de las palabras, lo que está claro es que en los temas de fondo no tienen diferencias. En esta pelea, gobierno y oposición pretenden utilizar la plata de la coparticipación para sus fines electorales con vistas a 2011. Mientras, ninguno resuelve los problemas que tienen los trabajadores y el pueblo.

¿Para quién gobiernan los Kirchner?

Los Kirchner representan un gobierno débil, que no remonta la caída de su popularidad en amplios sectores de la población. Pero sigue manteniendo iniciativas para encubrir su verdadero rostro y posicionarse mejor para el 2011. Polariza con la UCR, el peronismo disidente, Carrió y el PRO. Los acusa de ser la “derecha” y que la opción es “el modelo kirchnerista o el ajuste”. Se basa en el justo repudio que tienen los trabajadores y sectores populares a los distintos personajes que ya nos han gobernado, a lo viejo que ya fracasó.

El gobierno está desplegando una furibunda propaganda publicitaria con los $1.000 millones de pauta oficial del “Fútbol para Todos”. Al no permitir publicidad privada en las transmisiones, quien quiera sólo mirar los goles de la fecha tendrá que ver, obligatoriamente, las “bondades del modelo”. También, desde el ultrakirhnerista programa 6, 7 y 8 de la TV “Pública” se ha llamado a distintas marchas para seguir movilizando al sector político y social que apoya al gobierno, como fue la que se llevó a cabo en apoyo a la Ley de Medios la semana pasada. Se disfrazó como una muestra de espontaneidad que no fue tal. Se dieron cita los piqueteros de D´Elía y Pérsico, Yasky con sectores de la CTA, Piumato de la CGT, Sabatella y sectores de la centroizquierda, Estela de Carlotto y Hebe de Bonafini, entre otros.

Pretenden instalar que “es un gobierno que por lo menos hace algo” o que lo que está en juego es un “modelo popular” que protege el salario y el empleo versus “el ajuste” del pasado. Algunos trabajadores dicen “yo no estoy con los Kirchner, pero la oposición es un desastre”. Pero, como decía el General, “la única verdad es la realidad”.

Con Cristina las grandes empresas tuvieron un 51% más de aumento en utilidades que el año pasado. Los grandes beneficiarios del modelo K son Repsol-YPF, las automotrices, Techint, Arcor y la industria de la alimentación; TBA, Telefónica-Telecom y los pooles de siembra. La ministra Débora Giorgi volvió a anunciar incentivos por otros $300 millones para la industria automotriz. La cosecha récord de soja beneficiará a los grandes exportadores, pero también el gobierno sacará tajada, ya que verá aumentada la recaudación en más de $25.000 millones, que podrá utilizar para reforzar su clientelismo político.

La semana pasada, la Iglesia Católica quiso sacar un documento crítico que fracasó. Las grandes patronales, privatizadas, multinacionales y banqueros no lo firmaron porque no querían generar roces con el gobierno. Quieren seguir aprovechando los jugosos subsidios y prebendas que el Estado les viene aumentando. Este es “su” gobierno, el que les garantiza el reparto de la torta. Por eso apoyan el canje de la deuda que les permitirá endeudarse y acceder a créditos baratos. Los Buzzi-Biolcati-Raatazzi, quienes piden una nueva devaluación, son minoría. Hasta Carbap (productores bonaerenses y pampeanos adherida a CRA) salió a criticar al jefe de la Federación Agraria. Medida que, si bien beneficiaría a exportadores, aumentaría la carestía de vida. Por eso las grandes patronales, por ahora, no la quieren. Primero, porque así siguen beneficiándose. Y, segundo, porque devaluar podría incentivar la lucha salarial.

Los $180 de asignación por hijo (el 20% ya se lo comió la inflación), considerados como la mejor medida distributiva, no son más que una copia de lo que ya hicieron gobiernos latinoamericanos con el fin de mantener un electorado cautivo. Lula destinó entre 10 y 50 dólares a 11 millones de familias pobres con el plan Bolsa-Familia, mientras entrega el Amazonas y también ajusta para pagar la deuda. Lo mismo hicieron los gobiernos de Perú y Chile, entre otros.

Muchos compañeros que han roto con el gobierno, tienen razón cuando no creen y desconfían de la oposición patronal. Cobos, Carrió, Macri, Duhalde, De Narváez, Reutemann y Juez critican al gobierno pero acuerdan con sus políticas de entrega como los pagos de la deuda, los subsidios a la patronal o el saqueo del petróleo, el oro y demás minerales y recursos naturales. Macri -acusado de ser el jefe de una “asociación ilícita” de espías- y Das Neves se reunieron con la presidente “y se tiraron loas”. Duhalde se reunió con representantes locales de 200 empresas estadounidenses (Nike, Motorola, DirecTV), buscando apoyo como figura de recambio. Las mismas firmas que se vieron con Cristina en su viaje por EE.UU. Juez señaló que si Boudou hubiese ido antes al Parlamento a explicar las bondades del canje, tal vez no lo hubiera criticado. ¿Cuál es el cambio de fondo que proponen? Ninguno.

Inflación, más endeudamiento y luchas por salario

La crisis política y económica sigue. Si bien se salió de la recesión del año pasado, los problemas de caja son enormes. La falta de dinero obligó al gobierno a pagar con reservas e iniciar el canje para lograr oxígeno externo. Eso le podrá significar un respiro coyuntural y tirar vencimientos de deuda para adelante. Pero es más endeudamiento. La causa del déficit fiscal de 2009 ha sido precisamente por los pagos de la deuda. Vendrá el canje, luego las negociaciones con el Club de París, para terminar en los brazos del Fondo. Esa es la estrategia del gobierno. Por eso hay euforia en los mercados, en las bolsas, en los banqueros y apoyo del presidente yanqui. Una política de dependencia que traerá más sufrimiento para nuestro pueblo, envuelta en frases liberadoras en el año del Bicentenario.

La inflación sigue siendo el mal de los males para la clase trabajadora. El gobierno pretende ignorarla y no toca a los monopolios formadores de precios. Scioli visitó un barrio del conurbano donde los vecinos le dijeron “no tenemos agua, luz, ni trabajo”. Son los males sociales y profundos que este gobierno encubre y no resuelve. Se contenta diciendo que hay un “efecto riqueza”, porque un sector de la clase media compra LCD y electrodomésticos en cuotas o cambia su auto para no descapitalizarse ante la inflación. Cuando, en realidad, lo que crece es el “efecto pobreza”: la mitad de los ingresos no superan los $1.500 y el 80% de las jubilaciones son de pobreza.

La debilidad del gobierno se manifiesta en la lucha de clases. La presión y predisposición a la lucha de los trabajadores ha llevado a que en las paritarias se logren aumentos superiores al techo del 15-19% por un año que habían pautado gobierno, empresarios y burócratas sindicales a principios de año. Hay gremios que han firmado en las paritarias por seis meses, como Luz y Fuerza y el conjunto del Transporte, entre otros, para volver a discutir salario en el corto plazo con aumentos superiores a esa pauta. Los trabajadores impusieron aumentos basándose en el “INDEC de los supermercados” a pesar de Moyano, cuya preocupación es “evitar que haya desbordes”, como declaró en estos días. El pago del impuesto a las ganancias es otra de las inquietudes de un sector de trabajadores, ya que cualquier aumento de salario lo pierden por el pago de este impuesto. Como el salario no da ganancias, los trabajadores necesitamos que se elimine lisa y llanamente, cosa que no propone el titular de la CGT “para no afectar la recaudación”.

Si bien no hay una oleada nacional de luchas, los reclamos no han cesado a pesar de las agachadas de la CGT y CTA. Los docentes de Neuquén son el ejemplo, en su séptima semana de paro total como parte de su plan de lucha. Reclaman maestros de Río Negro y otras provincias, a pesar de la traición de CTERA. También estatales y trabajadores de la salud. Pararon y marcharon trabajadores de la Alimentación, se movilizaron los de la Carne, se rebelaron contra los despidos en una curtiembre en Luján. Hubo una pueblada en Baradero, marchas contra la inseguridad y la impunidad, como la que reclama contra el crimen de la testigo Suppo.

Los luchadores y la izquierda

Hay una enorme vanguardia que lucha y enfrenta a las patronales y a la burocracia. Y que busca una alternativa política distinta al gobierno y a la oposición patronal. Son parte de los que pelean por el salario, contra los despidos, se oponen a los pagos de la deuda y quieren cambios de fondo. Los trabajadores, los luchadores y la izquierda deben apoyar esos reclamos. Fortaleciendo al sindicalismo combativo, llamando a una Coordinadora Nacional de Lucha. Haciendo campaña para que la plata se destine a salario, salud, educación y viviendas, no para la deuda externa. Y llamando a la unidad de la izquierda para enfrentar al PJ, al peronismo en todas sus variantes y al resto de la oposición patronal. La crisis mundial que impacta en el país, la debilidad del gobierno, la crisis del peronismo y el odio a la burocracia sindical presentarán nuevas oportunidades que el movimiento obrero y los luchadores debemos aprovechar. Para pelear por una salida de fondo. Tarea que llamamos a impulsar en unidad desde Izquierda Socialista.


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