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Si hay ajuste y traición de la CGT…
Habrá luchas y cortes
Brote trotskista”. Así calificó un periodista del diario La Nación a la heroica lucha de los trabajadores de Terrabusi. Se sumó de esa manera a la campaña de las patronales, gobierno y burocracia para desacreditarla. Demonizando, a su vez, los cortes de calle.
La presidenta apuntó directamente contra los que luchan: “Se organizan para impedir los derechos del otro a circular, a que el otro estudie o trabaje”. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, dijo que los cortes “estaban coordinados para transmitir una sensación de conflicto e inestabilidad”. Macri directamente habla de dar palos. Y Carrió, De Narváez, Reutemann y Binner adoptan un silencio cómplice.
¿Qué motivaron los sucesivos cortes en la Panamericana? ¿Y las decenas de marchas solidarias? ¿A qué se debe que en el mes de septiembre se haya registrado el mayor nivel de protesta desde 1997?
Si hay luchas y cortes de calle, se debe a que los trabajadores no quieren que la crisis se descargue sobre sus espaldas. Con el “modelo productivo” de Cristina, en el primer semestre del año, según la AFIP, se han destruido 229.000 puestos de trabajo en blanco; el 40% lo hace en negro cobrando la mitad que los registrados; volvió el tarifazo y en 2010 se van a destinar 1.000 millones a Asistencia Social, cuando para pagar deuda externa se van 13 veces más que eso. Está claro. Si hay despidos, bajos salarios y ajuste, habrá más luchas.
Pero la razón fundamental de por qué los trabajadores tienen que apelar al corte de calle, es porque la burocracia de los sindicatos y de la CGT nunca convocan a un paro. El sindicato de la Alimentación -conducido por Rodolfo Daernunca declaró una medida de fuerza en apoyo a la lucha en Terrabusi. Ni siquiera ahora, cuando dice, aunque sólo de pico, que deberían reincorporar a la interna. Hugo Moyano hace años que no hace una huelga general. Y en vez de fijar un paro para que reincorporen a los despedidos, los calificó de desestabilizadores, facilitando la represión. Si lo hicieran, la pelea se daría adentro de cada puesto de trabajo, y evitaría tener que apelar a los cortes, los cuales siempre dificultan a otros trabajadores y sectores populares. Por eso son muy debatidas esas medidas antes de ser implementadas. Pero no queda otra.
El gobierno se pregunta “qué habrá” detrás de cada corte, con el objetivo de acusar a los luchadores y a la izquierda. Y justificar sus pactos con la CGT, sea con Moyano o con los gordos, como el delincuente Zanola.
“Si hay despidos, bajos salarios, represión y traición de los burócratas sindicales, habrá lucha”. Esa es la consigna que hay que levantar por estos días. Planteo que va, indisolublemente, ligado al apoyo que hay que seguir redoblando para que triunfe la lucha en Terrabusi. Para que se reincorpore a todos los despedidos. A la comisión interna y a los delegados. ¡Todo el apoyo a los trabajadores de Terrabusi para que entren todos! Y en defensa de todas las medidas de lucha que implementen los trabajadores del país en defensa de su estabilidad laboral, el empleo y sus salarios. Apoyo al paro de este miércoles de los trabajadores del subte por el reconocimiento de su sindicato. Al plan de lucha de los estatales de provincia de Buenos Aires nucleados en ATE. Al plan de lucha de los trabajadores de los hospitales, de Tucumán y tantas otras provincias. A las medidas que tomen los docentes y estatales de Córdoba y el resto del país.
Hoy haría falta un paro general activo para que reincorporen a los despedidos y en apoyo a todos los que están luchando. Pero la CGT se niega. Al igual que la CTA, que cada tanto hace una marcha para lavarse la cara, sin tomar tampoco ninguna medida de fuerza nacional, salvo “que haya un muerto”, como lo ha manifestado uno de sus representantes. Los trabajadores, luchadores y la izquierda tenemos que cerrar filas en apoyo a esos reclamos contra las patronales y el gobierno. Porque si hay ajuste, habrá más y mejores luchas.
Kraft Foods antiobrera
Kraft Fo ods es la se gunda empresa alimenticia más grande del mundo. En Argentina emplean a 3.700 trabajadores, de los cuales 2.700 pertenecen a la planta de General Pacheco. En este lugar, en la primera mitad de 2009 la empresa obtuvo ganancias por 1.487 millones de dólares, un 10,6 por ciento más que en 2008.
La presidenta de su casa matriz, Irene Rosenfeld, sólo durante 2008 cobró de sueldo 73 millones de pesos; el equivalente al salario que un obrero de Pacheco cobraría en tres mil años de trabajo.
Su filial hondureña ha respaldado al gobierno golpista de Micheletti. En Estados Unidos la empresa ha cotizado para la campaña de Obama. Warren Buffet, el principal accionista de Kraft y uno de los hombres más ricos del mundo, oficia de asesor económico del presidente norteamericano. Además, la empresa se provee de las materias primas para producir c hoco la te e n Co sta de Marfil, donde utiliza para ello a niños que trabajan en condiciones de esclavitud (Página 12, 05/10).
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