El Socialista

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Mercedes Petit

1º de octubre de 1949

Hace 60 años triunfaba la revolución china

En el país más poblado de la Tierra caía la dictadura de Chiang Kai Shek. Una revolución agraria encabezada por Mao Tse Tung expulsó al imperialismo y expropió a los terratenientes y burgueses chinos, iniciando el socialismo. Era una conducción burocrática, cuyos sucesores, décadas después, restauraban el capitalismo. (Nota 1)

Milicianos en Pekín recibiendo instrucciones. Plaza Tian An Men

Milicianos en Pekín recibiendo instrucciones. Plaza Tian An Men

Mao Tse Tung

Mao Tse Tung

El triunfo de 1949 signifi có para las masas chinas comenzar a dejar atrás una situación de atraso y superexplotación espantosas. Casi toda la población vivía en el campo, y el país estaba fragmentado, en los hechos, en inmensas regiones dominadas por “señores de la guerra” y dominada por el imperialismo. Desde 1931 el Japón ocupó la península de Manchuria y en 1937 avanzó sobre China continental. A partir de 1945, ingleses y yanquis dieron apoyo al dictador Chiang Kai Shek.

El proletariado chino había tenido un desarrollo vertiginoso en la década del 20. Era importante el prestigio de la URSS y se iba masifi cando el joven Partido Comunista, fundado en 1921 por cincuenta militantes. Entre 1925 y 1927 hubo un poderoso ascenso revolucionario, que fue llevado a la derrota por la conducción burocrática de Stalin y la Tercera Internacional, que impuso la subordinación de los obreros a la “burguesía nacional” de Chiang Kai Shek y su partido, el Kuomintang. Millones de obreros fueron reprimidos y masacrados en las insurrecciones de las principales ciudades industriales sobre la costa del Mar de la China. Desde entonces no resurgió la clase obrera, y la resistencia a los terratenientes y el imperialismo pasó al campo, donde varios cientos de millones de campesinos muy pobres vivían en condiciones casi infrahumanas.

La lucha contra el imperio japonés

En noviembre de 1931, el sector del Partido Comunista que encabezaba Mao, fundó en el sur la República Soviética campesina, basada en la confi scación de las tierras de los terratenientes. Chiang logró aniquilarla en 1934. A partir de esta derrota, Mao, para defender los escasos restos de sus fuerzas (que según el propio Mao pasaron de 300.000 a menos de 20 o 30.000), inició la “Gran Marcha hacia el Norte”. Se cerró el movimiento revolucionario campesino del sur.

En 1937 Japón invadió China continental. Se comenzó a masifi car un creciente movimiento de resistencia antijaponés, fundamentalmente en el campo y con la guerra de guerrillas. Lo encabezaba el Partido Comunista y su dirigente era Mao, quien aceptó un acuerdo con el Kuomintang para controlar las zonas bajo su dominio y poner sus fuerzas bajo la disciplina de Chiang.

En octubre de 1945, luego de la derrota del Japón, el Kuomintang y el PC sellaron un acuerdo para la “reorganización nacional” de la China burguesa y semicolonial, que contemplaba desde la formación de un gobierno de coalición encabezado por Chiang hasta la unifi cación de las fuerzas armadas.

El PC y su Ejército Popular eran un partido-ejército guerrillero campesino, pequeñoburgués de masas, con un funcionamiento vertical, burocrático, y un líder indiscutido, Mao Tse Tung. Políticamente, éste compartía la concepción de Stalin de desarrollar una etapa democráticoburguesa, de unidad con la burguesía, que permita la modernización capitalista en China. Posteriormente, en otra etapa, se avanzaría hacia una sociedad socialista. Por eso estaba dispuesto a formar un gobierno burgués con el Kuomintang (lo que llamamos una concepción frentepopulista o de conciliación de clases). Una particularidad del maoísmo fue que en lo organizativo era independiente del aparato burocrático del PCUS (Partido Comunista de la URSS) dominado por Stalin. Los restos del maoísmo son una de las pocas corrientes de la izquierda que mantienen vivo el culto al estalinismo y al propio Stalin.

La lucha entre las masas campesinas y el dictador Chiang

El dictador Chiang no quería la coalición con los comunistas y apostó a barrer la guerrilla campesina y al PC. Desde julio de 1946 desconoció los acuerdos y empezó a presionar con sus ejércitos en las zonas dominadas por el Ejército Popular. Obligado por la ruptura y agresión de Chiang, después de muchas dudas, idas y venidas, el PC asumió el enfrentamiento y ordenó el reparto de tierras. En un proceso de revolución agraria multitudinario, los campesinos pobres fueron mucho más allá de lo que indicaban las ordenanzas que a regañadientes adoptaron en 1946, enfrentando no sólo a los terratenientes (que hasta Mao aceptaba), sino a los campesinos ricos, desatando en el campo la lucha de clases y formando las comunas revolucionarias que imponen su poder en las aldeas.

La vida era insostenible para los campesinos pobres. Estaban agobiados por los impuestos (que habitualmente superaban con creces todo lo obtenido en la cosecha) y todo tipo de arbitrariedades. La revolución agraria se puso en marcha en millares de aldeas. Y se sumó la más grande movilización de las mujeres en el siglo XX contra su sumisión. En la cerrada sociedad patriarcal china, gran parte de ellas vivían una situación de semiesclavitud. Se fueron incorporando cada vez más al apoyo a la guerra de guerrillas contra el invasor japonés primero, y luego contra Chiang.(1) Contra las expectativas de éste, hubo una guerra civil que en tres años culminó con su derrota y la toma del poder por Mao.

Triunfó la revolución

“La República Popular China se proclama a fi nes de 1949 como consecuencia de un desarrollo desigual del movimiento de masas: revolución agraria de los campesinos pobres en el norte con sus organismos de poder, las Asociaciones de Campesinos Pobres; revolución contra el feudalismo, el capitalismo burocrático y el imperialismo yanqui en el sur. Los dos procesos están íntimamente ligados, pero la tónica es la señalada. La dirección maoísta hace esfuerzos por mantener la revolución dentro de los marcos de una revolución democrática, sin poderlo lograr por la lógica, justamente, de la revolución socialista en el campo […].

“Al poco tiempo de subir al poder tiene que enfrentar en Corea al imperialismo yanqui. Este enfrentamiento izquierdiza la política del gobierno y lo obliga a lanzarse contra los restos burgueses en el país. Se inician los grandes juicios contra los contrarrevolucionarios y la confi scación o transformación en sociedades mixtas de la mayor parte de las empresas capitalistas de China. […] Es así como China se transforma en un Estado Obrero con profundas deformaciones burocráticas […].” (2)

Esa burocracia (3), que dominó el colosal aparato represivo del Partido Comunista de China, desde comienzos de los setenta comenzó a aproximarse política y económicamente al imperialismo yanqui. En 1978 puso en marcha un proceso de restauración del capitalismo, que, fortalecido por la derrota de la revolución política en 1989 (4), impuso la brutal dictadura capitalista que hoy gobierna el país más poblado del mundo. A eso nos referiremos en la próxima nota.

 

1 Jack Belden: China shakes the World. Harpers and Brothers, New York, 1949. 2. Nahuel Moreno: Las revoluciones china e indochina. Pluma, Bs. As., 1973.
3. Véase
El Socialista Nº51, 9/11/06.
4. Véase El Socialista Nº137, 3/6/09.


Las conquistas de la revolución

En 1949 la revolución china sacudió al mundo. No era para menos: tenía una población de más de 500 millones de habitantes, en su abrumadora mayoría campesinos muy pobres. La tradición eran las periódicas hambrunas. Gracias a la expropiación de la burguesía y la planifi cación, a pesar de la burocracia y la falta de libertades, cambió por completo la vida del pueblo chino. Decía Nahuel Moreno: “A partir de 1953 se inicia la etapa de la acumulación primitiva socialista. Los logros son verdaderamente espectaculares: la bomba atómica y un progreso constante de su economía, superior a todo lo conocido. Un solo dato: en 1958 China supera a Gran Bretaña y Alemania Occidental para transformarse, con 270 millones de toneladas, en el tercer productor de carbón del mundo. China se benefi cia de la existencia de la URSS y de los otros estados obreros, no sólo por la ayuda -que por amplia que fuera siempre sería mezquina- sino por el ejemplo de los Planes Quinquenales.” (Las revoluciones …, ya citado).

Lo más importante fueron los logros sociales. En la década del sesenta, era común escuchar que “casi mil millones de chinos habían logrado comer un tazón de arroz, tener un reloj y una bicicleta”. A fi nes de los setenta el consumo medio de alimentos (en calorías) estaba un poco por encima de la media mundial y por encima de 14 países americanos. El 96 por ciento de los niños estaban escolarizados (con menos del 50% incluso en 1952). En ese período, prácticamente se había duplicado la población. Además, en 1949, la esperanza de vida al nacer era de 35 años, y había subido a 68 en 1982. (Datos Eric Hobsbawm: Historia del siglo XX).


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