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Editorial
Con el “diálogo” se viene otro ajuste
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Ante la pregunta “¿Percibió usted algún cambio en su economía personal en los últimos meses?”, el 71,8% de la gente respondió que su situación empeoró (Clarín, 27-07). ¿Por qué? Porque los precios volvieron a aumentar, la luz y el gas hasta un 400%, la mayoría de los salarios y jubilaciones siguen siendo de pobreza y crecen los despidos y suspensiones. Esa es la preocupación central de millones de argentinos. Sin embargo, los políticos patronales están en otra: en el famoso “diálogo” político. Una maniobra orquestada por los Kirchner para tapar su debacle electoral, lavarse la cara, ocultar el ajuste que se viene e impulsar una reforma política para salvar del estallido al PJ y poner más proscripciones a los partidos de izquierda.
Los políticos patronales opositores, que tanto se pelearon con el gobierno en campaña electoral, acompañan la comparsa. Por la Casa Rosada desfiló Macri, regalándole a la presidenta un acordeón. Hermes Binner le obsequió un libro de Domingo Faustino Sarmiento. Se reunieron De Narváez con Randazzo. Hay gobernadores que ya lanzaron sus respectivos ‘diálogos’ provinciales. Unos cuantos de ellos pasaron por la Casa Rosada a reclamar más fondos para sus provincias, muchos de los cuales, junto a sus intendentes, profundizaron el ajuste contra sus trabajadores, como lo muestra la lucha de los municipales de Córdoba. Lo mismo hacen los empresarios de la UIA (reclamando más subsidios y exenciones impositivas), o las patronales del campo nucleadas en la Mesa de Enlace, que están pidiendo una baja de las retenciones, lo que, de concretarse, significaría 3.000 millones de dólares menos para el Estado. Dinero que intentarán recuperar con un nuevo ajuste al pueblo, cuando lo que debería imponerse son retenciones diferenciadas, bajándoselas a los pequeños productores pero subiéndoselas a los grandes pooles de siembra y oligarcas.
Estos políticos, sean oficialistas u opositores, es decir, los Kirchner, Scioli, Cobos, De Narváez, Macri, Reutemann, Carrió, Stolbizer o Juez, ¿por qué en vez de “dialogar” no toman medidas concretas para frenar el flagelo de los despidos? ¿O por qué no aumentan los salarios, para acortar distancias con el costo de la canasta familiar que ya supera los $4.000 para una familia tipo? ¿O por qué no ponen freno al colapso sanitario que ha provocado la Gripe A, donde faltan vacunas y la mayoría de los trabajadores y profesionales de la salud arriesgan sus vidas trabajando en negro o con sueldos miserables? ¿O por qué no discuten cómo terminar con la vergüenza de seguir pagando una deuda externa ilegítima, que viene de la dictadura, con plata de los jubilados? Sencillamente no lo hacen porque su política es salvar a los de arriba y descargar la crisis sobre los trabajadores y el pueblo.
Carrió incluso se dio el lujo de irse de vacaciones, diciendo que el debate debe darse en el Congreso. ¡Pero ni de esa cueva de bandidos ni de la Quinta de Olivos, saldrán las soluciones para el pueblo trabajador!
Izquierda Socialista, como parte del Frente de Izquierda que se presentó en las pasadas elecciones, llama a combatir esta nueva trampa y a luchar por urgentes medidas de emergencia para que la crisis la paguen los empresarios, banqueros y terratenientes, no los trabajadores. Poniendo en la agenda los graves problemas que aquejan al pueblo trabajador. Nuestro partido propone: 1) Que se prohíban los despidos y suspensiones, y estatización bajo control obrero de toda empresa que cierre o despida, como lo dispone el proyecto de nuestra diputada de Córdoba, Liliana Olivero. 2) Aumento salarial de emergencia para todos los trabajadores y reapertura de las paritarias, para llevar el salario al costo de la canasta familiar. Anulación del IVA de la canasta familiar. 3) Suspensión de los pagos de la deuda externa para combatir la Gripe A, aumentar salarios y jubilaciones, y los presupuestos de salud y educación. 4) Impuestos progresivos a los grandes empresarios, banqueros, multinacionales y a la oligarquía, para implementar un plan de obras públicas que dé trabajo genuino. 5) No al tarifazo. Reestatización de todas las privatizadas para recuperar el petróleo, los ferrocarriles y demás servicios esenciales, bajo control obrero.
Para imponer estas medidas, como parte de un Plan de Emergencia Obrero y Popular, necesitamos de la más amplia unidad de los trabajadores, los luchadores y la izquierda. En primer lugar, para dar el apoyo a quienes están reclamando salarios dignos, como los trabajadores metalúrgicos, del Sindicato de Televisión, de la Construcción o del Polo Petroquímico de Bahía Blanca. Enfrentando los despidos y suspensiones. Llamando a movilizarnos para enfrentar el tarifazo. O exigiendo medidas urgentes contra la Gripe A y tantas otras enfermedades.
Hugo Moyano y los dirigentes de la CGT, además de estar más preocupados por los cargos y los millones de las Obras Sociales que en las necesidades obreras, en vez de unificar las luchas dejan que cada gremio reclame por su lado. Debemos exigir que rompan el pacto con el gobierno y las patronales y llamen a alguna medida de lucha nacional unificada. Por su parte, la CTA ha reivindicado el “diálogo” y llama a una marcha para el próximo viernes 7, cuando lo que debería convocar es a un nuevo paro de 36 o 48 horas para darle continuidad al paro nacional de marzo, si es que pretenden realizar un verdadero plan de acción. Plan de Lucha Nacional que deberían encabezar la CGT y la CTA para enfrentar los despidos y defender el salario. Desde cada lugar de trabajo hay que empujar estos reclamos.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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